Hace justo una semana que ¡HOLA! publicó las primeras imágenes de Tamara Falcó e Íñigo Onieva a su vuelta a España, tras su mes de luna de miel por África, la Polinesa francesa y Francia. Entonces, los marqueses de Griñón se encontraban en Sotogrande y anunciamos que reaparecerían allí en sociedad, en una cita muy especial para ellos: la boda de Luisa Bergel con Cristian Flórez, celebrada este pasado fin de semana. Cabe recordar que la novia, hija del inversor Jaime Bergel, es crucial en la historia de amor de los marqueses de Griñón, ya que ambos se conocieron hace más de tres años en su cumpleaños.
Luisa y su chico prepararon festejos nupciales que arrancaron el jueves 24, con un pequeño torneo de golf que disputaron algunos invitados. A la mañana siguiente, la novia organizó una beauty party para amigas y, por la noche de ese viernes, tuvo lugar la fiesta de bienvenida con dress code blanco. Entre los asistentes figuraron Vicky Martin Berrocal, José Luis Martínez-Ameida y su pareja, Teresa Urquijo, nieta de Teresa de Borbón-Dos Sicilias y Borbón-Parma. Según hemos podido saber, el alcalde de Madrid fue acompañando a su novia, que es íntima de Luisa Bergel.
Entre los 350 invitados, fueron Alejandra Onieva, Miguel Ángel Muñoz, Vicky Martín Berrocal, el empresario Kike Sarasola o Blanca Osorio, hija de Blanca Suelves
Ya a las 18:30 horas del sábado 26, estaba programado el inicio de la ceremonia religiosa, que estuvo oficiada en el Santuario de la Divina Misericordia de Pueblo Nuevo de Guadiaro (Cádiz) por el sacerdote Ignacio Sánchez-Dalp, gran amigo de la Casa de Alba y también de la familia Bergel. La novia llegó al altar del brazo de su padre y enfundada en un vestido nupcial vintage de Pertegaz, que habían llevado su abuela y su madre en sus respectivas bodas —fue adaptado ahora por el diseñador Jorge Vázquez—.
La complicidad de Tamara y la novia de Almeida
Por su parte, Tamara deslumbró con un modelo de la última colección de su firma para Pedro del Hierro y lo combinó con un favorecedor tocado de flores, que llevó a un lado de su ondulada melena. Tanto la hija de Isabel Preysler como su marido formaron parte de la treintena de testigos de boda, junto a la actriz Alejandra Onieva, hermana de Íñigo, y Teresa Urquijo, con quien Tamara mostró una sorprendente química durante la celebración.
Los marqueses de Griñón figuraron entre los treinta testigos de boda, junto con Alejandra Onieva y Teresa Urquijo, novia de José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid
Pero no fueron las únicas personalidades conocidas en la boda. Entre los 350 invitados también estaban Blanca Osorio —hija de Ioannes Osorio y Blanca Suelves, duques de Alburquerque—, el actor Miguel Ángel Muñoz y Vicky Martín Berrocal , que acudió a la cita dada su relación profesional con el padre de la novia: Jaime Bergel es inversor de su firma de moda. Del mundo empresarial también se encontraron Kike Sarasola —el novio es director ejecutivo de sus apartamentos Be Mate— y Chiqui Calleja, cofundador del grupo hostelero Larrumba. Por su parte, Teresa Baca estuvo acompañada por Álvaro Torres Calderón, socio de una empresa de management, con quien la modelo sevillana se casó en marzo.
Vicky Martín Berrocal y la modelo Teresa Baca no solo pusieron la nota de color, sino que también se convirtieron en dos de las invitadas más elegantes
El enlace religioso dejó varias anécdotas divertidas, como cuando Luisa reaccionó con risas al darse cuenta de que una de sus amigas le había pisado, sin querer, el traje. Igual de divertido fue el momento que se produjo terminada la ceremonia, cuando los invitados se sumaron al flashmob que al ritmo de All You Need Is Love, de los Beatles.
Fiesta hasta el amanecer
Ya convertidos en marido y mujer, Luisa Bergel y Cristian Flórez se subieron a un Porsche vintage modelo 356, dirección a la finca familiar que el padre de la novia posee en Sotogrande. Allí se reencontraron con sus seres queridos, una vez que se sirvió el banquete, que estuvo compuesto por salmorejo con burrata, pularda al horno con foie y tarta árabe. A continuación, se sucedieron otros de los recuerdos más emotivos de la noche. el baile de Luisa con su padre, mientras sonaba el clásico Something Stupid, de Frank y Nancy Sinatra; o el divertido baile de los novios con ritmos cubanos.
Tamara protagonizó uno de los momentos más divertidos de la noche al atreverse a tomar los platos del DJ
La celebración, que organizada a la perfección por la wedding planner Eva Colorín, contó con música en directo a lo largo de la noche, hasta que comenzó la sesión de DJ Gilca, que es como se hace llamar Diego Gil-Casares, familiar de Astrid Gil-Casares. Incluso, Tamara Falcó se animó a tomar los platos. Otros asistentes también sorprendieron a los novios con una coreografía de Voulez-Vous, de ABBA. Tampoco faltaron fuegos artificiales, que dieron lugar a otro de los momentos mágicos que se vivieron hasta las ocho de la mañana del domingo 27, que fue cuando la boda se dio por finalizada.