Digno de un espía, así es el primer coche con licencia para volar
Si James Bond tuviera que elegir un coche volador, seguro que el modelo sería muy parecido al que acompaña estas líneas. Y no es un diseño de película, se trata del primer vehículo de su segmento que ha conseguido la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos para surcar los cielos.
El conocido como “Alef modelo A”, cuyo precio es de 273.000 euros, abre nuevas posibilidades para viajar, combinando la comodidad de la conducción por carretera con la libertad del vuelo. Este invento revolucionario marca un hito importante en la aeronáutica y demuestra el potencial de la energía verde, con su innovador sistema de propulsión eléctrica.
El nuevo coche con el que mantenerse en plena forma al volante... ¡va a pedales!
Las bicicletas cada vez van ganando más espacio en el tráfico diario de las ciudades de todo el mundo y, para el que aún no se atreva a probar lo de ir sobre dos ruedas o en patinete, llega un nuevo invento fabricado por una empresa belga, que es una combinación entre un coche y una bici.
Se llama “Quadvelo” y es un vehículo eléctrico que funciona a pedales... así que también haces ejercicio mientras conduces . Es un monoplaza con chasis de aleación de aluminio y carrocería de fibra de carbono, que puede superar los 25 kilómetros por hora. Además, cuenta con un maletero que se puede equipar con silla infantil y su motor tiene una autonomía de 75 kilómetros.
¿Obra de la ingeniería o pura magia?: Un puente ‘imposible’ y un ascensor para barcos único
Hay construcciones creadas por la mano del hombre que nunca dejan de sorprendernos, tanto, que en ocasiones parece que son un montaje o una ilusión óptica, como el puente que aparece debajo. Pero no, en este caso es completamente real y no hay trampa ni cartón... Eso sí, mucho hormigón. Es el acueducto Veluwemeer, en los Países Bajos, un puente acuático navegable con unas dimensiones de 25 metros de largo y 19 de ancho.
Bajo él pasa una carretera y para su construcción necesitaron 22.000 metros cúbicos de hormigón, además de vigas de acero para poder soportar el gran peso del agua y evitar que el agua y los sedimentos se filtren. Otra construcción asombrosa, que parece más bien una atracción de un parque temático, es la Rueda de Falkirk, llamada así por estar cerca del pueblo escocés de Falkirk. Se trata de una esclusa giratoria que funciona como un ascensor para barcos y conecta así dos canales que se encuentran a 24 metros de distancia, el de Forth-Clyde con el de Unión. Esta rueda es única y fascina a todo el mundo.