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Tallulah Willis está viviendo una época muy complicada de la que poco a poco se está recuperando. A la triste enfermedad que padece su padre, se suma su lucha diaria contra la dismorfia corporal, que tal y como ella confesó, le diagnosticaron a los 13 años. Ahora, la joven de 29, se ha armado de valor y ha compartido como está viviendo su mejoría con unas imágenes en las que muestra el antes y el después. La hija del actor también ha desvelado cómo se encuentra su padre: "Todavía sabe quien soy".
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La menor de las hijas del actor y Demi Moore lleva años luchando contra el trastorno dismórfico corporal, una enfermedad obsesiva-compulsiva que consiste en la búsqueda de la perfección física: "Fui diagnosticada con dismorfia corporal por leer esos estúpidos tabloides cuando tenía 13 años y sintiéndome que era fea, todo el tiempo. (...) Creí más en los extraños que en las personas que quería porque pensaba que, por qué la gente que me quería iba a ser honesta", confesó la propia Tallulah en 2014. Ahora, se ha abierto en canal con sus miles de seguidores y les ha contado cómo está viviendo su evolución e incluso ha mostrado unas imágenes en las que se aprecia su gran cambio. Después de muchos años lidiando con este trastorno alimentario que le ha ocasionado depresióm, ha confesado, que a pesar de haber engordado, al ver su nuevo aspecto, se quiere, e incluso ha desvelado que este amor es por lo fuerte que se siente: "La imagen previa a la recuperación. La amo y veo lo valiente que he sido".
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La familia del protagonista del Sexto sentido, está viviendo unos años muy difíciles, tras confesar el pasado mes de marzo de 2022, que el actor sufría de una enfermedad cerebral que afecta al habla y que le obligaba a abandonar su carrera profesional y su vida pública. El diagnóstico final era demencia frontotemporal, un trastorno neurológico progresivo que afecta a su comportamiento día a día. Tallulah ha sido la encargada de dar la última hora sobre el estado de salud de su padre y ha querido destacar que "siempre que la ve la reconoce y que se mueve perfectamente por casa".
"Todavía sabe quien soy y se emociona cuando entro en la habitación”, ha dicho, explicando que una diferencia entre la demencia frontotemporal y el alzhéimer es que “al menos, al principio de la enfermedad por déficits motores y del lenguaje, mientras que la segunda presenta más pérdidas de memoria”. Además, ha confesado que se resiste a dejar ir a su padre y cada vez que va a su casa hace cientos de fotos': “Soy como un arqueólogo, buscando tesoros en cosas a las que nunca solía prestar mucha atención. Tengo todos los mensajes de voz suyos guardados en un disco duro. Trato de documentar, de construir un registro para el día en que él no esté allí que me recuerde a él y a nosotros”.
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Uno de los momentos más complicados de esta confesión, es cuando desvela que mientras ella estaba centrada en sí misma, su padre se estaba sometiendo a diferentes diagnósticos médicos: "Mientras estaba envuelta en mi dismorfia corporal, alardeando en Instagram, mi padre estaba luchando en silencio, se estaba realizando todo tipo de pruebas cognitivas" y que incluso llegó a pensar que Bruce, 'ya no le hacía caso': "Comenzó con una vaga falta de respuesta que la familia atribuyó a la pérdida auditiva. Más tarde, esa falta de respuesta se amplió y a veces lo tomé como algo personal. Había tenido dos bebés con mi madrastra, Emma Heming Willis, y pensé que había perdido interés en mí".
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El estado de salud del actor parece haber empeorado en los últimos meses, según recoge la prensa estadounidense, una situación que preocupa mucho a la familia y a los amigos de Willis. Hace unos meses era Wilfired Gliem, tío político del actor, en una entrevista con el diario alemán Bild quien reconocía que Willis apenas reconoce a su madre: "Ella (Marlene) cree que su hijo no la reconoce, que su comportamiento es lento y un poco agresivo. No es posible tener una charla normal con él debido a su cuadro clínico", explicada Gliem que terminó confesando que la progenitora de Bruce, "está completamente desolada".
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