No hay quien los pare y hasta cuesta seguirles el ritmo. Tras pasar unos días de descanso en Marbella y en la República Dominicana, después de la boda de Tamara Falcó e Iñigo Onieva, Ana Boyer y Fernando Verdasco se encuentran disfrutando de unos días de sol y playa en la costa gaditana en la mejor de las compañías, sus hijos Miguel, de cuatro años, y Mateo, de dos.
Una escapada repleta de diversos planes, a la que se sumaron los padres de Fernando, José Verdasco y Olga Carmona, y su hermana Sara, con sus dos hijas, las mellizas Carmen y Valentina, nacidas hace tres años de su matrimonio con el músico Juan Carmona.
Además de estar pendientes de los pequeños y de sus sobrinas, la hija de Isabel Preysler y el tenista procuran disfrutar de cada segundo juntos, a tenor de los gestos de cariño que compartieron en el barco en el que navegaron al final de la jornada. Al igual que su madre y su hermana Tamara, la hija de Miguel Boyer es toda una apasionada de la moda, convirtiéndose en una de las mujeres mejor vestidas allá donde va, tanto en eventos formales como en su día a día.
Así lo demostró una vez más con el look playero que lució, un caftán estampado. Cabe recordar que la pareja tiene fijada su casa en Doha, Dubai, donde reside oficialmente, aunque como un matrimonio ‘trotamundos’ es más común verlos en distintos lugares del mundo o, mejor dicho, allá donde los compromisos deportivos de Verdasco marcan el punto de aterrizaje.