Un verano más, los duques de Huéscar pasan sus vacaciones de verano en Sotogrande, la exclusiva urbanización de la localidad gaditana de San Roque, que atrae a los amantes del polo y de los deportes acuáticos. Fernando Fitz-James Stuart y Sofía Palazuelo ya han sido fotografiados disfrutando de la playa con la mayor de sus dos hijas, Rosario, así como saliendo a navegar con el padre del aristócrata, el duque de Alba, en su barco, el “Ayax III” —una joya náutica vintage por la que Carlos Fitz-James Stuart siente debilidad—, mientras que la hija menor de la pareja, Sofía, todavía muy pequeña para salir al mar, permanecía en casa.
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Al igual que la duquesa de Huéscar siempre destaca por sus elecciones de estilo —no solo es una de las mejor vestidas cuando lleva looks de invitada, sino que también es inspiradora a la hora de crear estilismos en clave casual—, la pequeña Rosario no se queda atrás y a su corta edad ya llama la atención con sus divertidos outfits veraniegos.
Recientemente, pudimos ver Sofía jugando con la mayor de sus dos hijas a la orilla del mar. Rosario vestía un traje de baño de estampado floral, con escote asimétrico y rodeado por un volante, y, para protegerse del sol, un gorrito tipo bucket con dos orejitas. A la hora de regresar a casa, pudimos comprobar que la duquesa de Huéscar y su primogénita llevaban vestidos de flores muy similares, como un guiño a la tendencia twinning , que consiste en que madres e hijas visten igual.
En otra de las ocasiones en las que la familia salió a navegar, Sofía Palazuelo y su hija fueron fotografiadas en el puerto, de camino a la embarcación de Carlos Fitz-James Stuart. La futura duquesa de Alba iba monísima con un vestido con forma de peto de color azul y una sencillas zapatillas blancas. La pequeña, luce además una pulsera tobillera en su pierna derecha, un detalle que demuestra que a su madre le gusta llevar a su hija a la moda.
A finales de julio, pudimos verla también mientras daba un paseo con sus padres por los alrededores de su casa de Madrid con un peto bombacho, de lino color piedra, sobre una camiseta blanca y con unas zapatillas de lona verde con velcro. Sin soltarse de la mano de su madre y sin separarse de su muñeca, Rosario, que el próximo 8 de septiembre cumple tres años, estaba muy graciosa con un look minimalista y fresquito para hacer frente a las altas temperaturas de la capital.