Arancha del Sol y Finito de Córdoba, ambos de 51 años, forman un equipo insuperable, en el que son pieza indispensable sus dos hijos, Lucía, de 21 años, y Juan de 15. Ambos son muy jóvenes pero ya apuntan a ser dignos herederos de sus padres. Ella, con el estilo inconfundible de su madre, y el benjamin, aunque aún es menor de edad, su madre ya ha asegurado que es un auténtico calco del torero.
Lucía, que nació el 15 de julio de 2022, es una apasionada de los caballos y del campo, y aunque no cierra la puerta al mundo de la moda, lo cierto es que parece orientar su carrera profesional por otro camino. Estudia Diseño gráfico y multimedia en Madrid, en la Escuela Universitaria de Diseño, Innovación y Tecnología (ESNE), un centro privado adscrito a la Universidad Camilo José Cela. Eso, durante el curso, porque el verano lo ha aprovechado para mucho más que descansar.
La joven ha viajado como voluntaria a Paraguay y Argentina para trabajar en el proyecto de la Escuela- Hogar San José, donde pudo apoyar y colaborar con mujeres víctimas de situaciones dramáticas. Sus padres no pueden estar más orgullosos y así lo ha expresado a ¡HOLA! Arancha: "Ha sido una gran experiencia de vida para ella. Dura… porque, al final… Pero creo que es una lección".
Arancha del Sol cumple 51 años felizmente casada con Finito de Córdoba y volcada en sus dos hijos
Además de la solidaridad, desde siempre una motivación para ella, y el diseño gráfico, el gusanillo de la interpretación ya le ha picado en alguna ocasión. Por eso, Lucía desveló a ¡HOLA! que tenía alma de artista y no descartaba hacer algún curso de interpretación para "poder quitarme el pánico escénico, que es lo que más me frena".
En cuanto a su hermano, Juan, de 15 años, aun está estudiando la educación secundario y es pronto para hablar de su futuro profesional. No obstante, Arancha de Sol ha asegurado en una entrevista a Europa Press que siempre ha admirado mucho el trabajo de su padre, y que apuntaba maneras como torero, además de ser muy parecido a él físicamente. Habrá que esperar para ver si esa admiración se traduce en una continuación de la saga.