Silvia Bronchalo ha visitado por segunda vez a Daniel Sancho en la prisión tailandesa de Koh Samui. Madre e hijo han estado juntos 45 minutos, una vez más, separados por un cristal y hablando a través de un teléfono. Tras la visita, Bronchalo se ha dirigido a la prensa. "Os agradezco muchísimo el interés, el respeto, la empatía que estáis mostrando, sobre todo, ayer que para mí ha sido muy difícil", ha comenzado diciendo, pues el jueves, al ser el primer día que acudía a la cárcel, los periodistas decidieron respetar su dolor y no hacerle ninguna pregunta. Completamente devastada, también ha explicado cómo se encuentra Daniel. "Está bastante mejor, está tranquilo, lo están tratando muy bien y bueno, solo esperar que se resuelva todo, con mucha tranquilidad", ha asegurado.
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Bronchalo se alejó totalmente de la interpretación tras dar a luz a Daniel en 1994 y actualmente trabaja como agente de seguros, por eso ha querido dejar claro que no es una persona "mediática" y que no tiene "ningún interés" en acaparar la atención de los focos. Simplemente, ha viajado hasta Tailandia como madre y como tal todavía está procesando todo lo que ha ocurrido. "Nadie está preperado para recibir una noticia así. No nos prepara nadie para esto", ha reconocido. Antes de marcharse, Silvia ha confesado que Daniel se ha emocionado al verla. "Sí, claro, como yo".
Bronchalo, que estuvo casada con Rodolfo Sancho hasta el año 2000, puede visitar a su hijo una vez al día, durante 15 minutos, y este viernes, según ha contado un reportero de El programa del verano, le ha ingresado a su hijo 13 euros, la cantidad máxima que puede ingresarse al día en esta prisión, para que pueda alimentarse mejor.
Junto a ella se encontraba Vicente Cacho, empleado de la Embajada de España en Tailandia, que también ha querido hablar con los medios. "Silvia está muy afectada y sorprendida por todo lo ocurrido", ha declarado. De hecho, Cacho contó el jueves en el programa En boca de todos que Brochalo "no cree que su hijo haya cometido el asesinato" y que "está completamente destrozada y en shock". Asímismo, ha comentado que Silvia llegó el jueves muy nerviosa a la prisión y que tras reencontrarse con su hijo se tranquilizó. "Le dio tranquilidad verlo, efectivamente, hablar con él y saber de él, que tenía que ser fuerte, como le pidió Daniel, pues eso siempre ayuda".
Cacho también se ha reunido este viernes con Daniel. Ha estado 15 minutos con él y después ha contado a la prensa cómo le ha visto. "Está tranquilo, está en una montaña rusa emocional. Él es conciente de que su delito está condenado a pena de muerte". También ha revelado que el cocinero está muy interesado en la cobertura que el caso está teniendo en España, de hecho, no descarta hacer alguna declaración a la prensa. Por último, ha confirmado que el cocinero "no ha llorado" durante el encuentro. "Se ha mantenido fuerte".
Daniel, de 29 años, finalizó este jueves el periodo de diez días de aislamiento, una medida de prevención derivada de la pandemia de covid-19. Todo hacía indicar que el cocinero había pasado de la zona hospitalaria de la cárcel a un módulo más grande en el que había alrededor de cien personas. Sin embargo, según las últimas informaciones, el chef continuaría en la enfermería compartiendo celda con cinco personas porque, tal y como ha revelado el empleado de la Embajada de España en Tailandia, tiene una hernia discal.
Antes de finalizar su aislamiento y de recibir la visita de su madre, agentes de la comisaría de la isla de Phangan, vecina de Koh Samui y donde tuvo lugar el crimen el 2 de agosto, volvieron a interrogar a Daniel delante de su abogado. Este interrogatorio puso de manifiesto que la investigación continúa por el momento, pese a lo expresado el martes en una rueda de prensa desde Koh Phangan por el subdirector de la Policía tailandesa, Surachate Hakparn, quien la dio por concluida.