Tras decir adiós al mundo profesional del tenis, el pasado mes de junio, después de dos décadas y una brillante carrera llena de éxitos, Feliciano López está pasando sus vacaciones más especiales en compañía de su familia. Después de pasar unos días en Tenerife con Sandra Gago y su hijo, Darío, de dos años, el extenista disfrutó de una romántica escapada solo para dos con su mujer, demostrando que son de los que saben o, mejor dicho, han aprendido a sacarle el mejor ‘partido’ a su tiempo libre.
Como si estuvieran disfrutando de una nueva luna de miel, la pareja, que celebrará su cuarto aniversario de boda el próximo 20 de septiembre, cogió un avión y, con muchas ganas de desconectar, puso rumbo a Saint-Tropez, donde se les vio disfrutar de una relajada jornada en alta mar a bordo de un exclusivo y fabuloso yate. Sandra, de 27 años, volvió a convertirse en el centro de todas las miradas por su estilizada figura —que, en esta ocasión, lució con un biquini blanco—, pero ella solamente tenía ojos para su marido, que, convertido en su más entusiasta seguidor, ejerció de improvisado fotógrafo de su mujer ‘modelo’.
Tras las vacaciones, Feliciano, que cumplirá 42 años en septiembre, retomará sus compromisos profesionales como director del Mutua Madrid Open y de la Copa Davis, colaborador de televisión y, quién sabe, quizá vea cumplido su sueño de aumentar la familia, tal como nos confesaba en estas mismas páginas tras disputar su último torneo en Mallorca: “No me quiero quedar solo con un hijo y Sandra tampoco. Como mínimo nos gustaría tener dos y a lo mejor tres, pero vamos paso a paso”.