Pablo Urdangarín acaba de ser presentado oficialmente como jugador del equipo de balonmano Fraikin BM Granollers, club por el que ha fichado hasta 2025, tras abandonar el Barça, la gran escuela, con 27 partidos y 44 goles marcados.
“Sé lo que nos queremos todos, así que todo lo que digan desde fuera no me afecta mucho”
Sonriente, emocionado y manteniendo su camiseta con el número 77, dijo que estaba “muy bien, muy contento”, “con muchas ganas ya de empezar” y “de ver qué tal con el nuevo equipo”, que es “muy completo, bastante joven y todos tenemos las mismas ganas de empezar y hacer grandes cosas. Todo se va encarrilando poco a poco. Creo que Granollers era de las mejores opciones y lo tenía bastante claro desde que hablé con ellos, y aquí estoy muy ilusionado”, dijo emocionado con la idea de que vaya a ser una temporada buena para todos —”aunque ya veremos cómo se da”— y de seguir mejorando como jugador, tras progresar en la defensa y el lanzamiento. Pablo añadió que quiere “dar todo de mí, animar a todos mis compañeros y hacer grandes cosas”.
Un buen verano
Sobre su futuro, el sobrino del Rey Felipe reconoció que le encantaría unirse a la selección española: “No sé, todo depende de cómo vaya en estos dos años y espero que sí, porque es un sueño, pero poco a poco”.
“La educación de mis padres ha sido perfecta. Me han educado para ser uno más, a no creerme nadie”
En cuanto al verano, Pablo apuntó que había ido “muy bien”, que “he podido descansar y entrenar también” y que ha disfrutado de su familia y de su novia, Johanna Zott . Asimismo, confirmó que sus padres están “muy ilusionados”: “Los dos están muy contentos y felices por mí, saben que lo puedo hacer muy bien. Con que tenga su apoyo y su confianza todo va a salir bien”.
Finalmente, confirmó que su padre le había dado varios consejos para esta temporada y que el principal fue que “disfrute, que esté contento y haga lo que me gusta hacer”
“Creo que caigo bien”
Días después, en otra entrevista publicada por Mundo Deportivo, el joven Urdangarín añadía que “estos últimos años han sido algo difíciles por los medios”, pero “sé lo que nos queremos todos, así que todo lo que digan desde fuera no me afecta mucho”. Asimismo, dejaba claro en estas últimas declaraciones que “la educación de mis padres ha sido perfecta. Me han educado para ser uno más, a no creerme nadie, porque en esta vida todos somos iguales. Soy una persona medianamente normal y a la gente creo que le caigo bien, que es lo que más me importa”.
Cambia de club, pero seguirá viviendo en Barcelona, cerca de su novia, Johanna Zott, con la que ha disfrutado de sus vacaciones
En cuanto al peso de sus dos apellidos, respondía a Lluís Carles Pérez, de Mundo Deportivo, que “voy a lo mío, sé los nombres que tengo, pero intento que no me pongan de un lado ni de otro. Yo vengo a jugar al balonmano y pasármelo bien”.
“Una leyenda a mi lado”
Pablo sabe que se ha ganado el puesto por sí mismo y “no por cualquier otra cosa”, aunque tiene muy presente que “mi padre siempre me ha ayudado”, que “he tenido una leyenda del balonmano a mi lado todos estos años y lo seguiré teniendo” y que seguirá aprendiendo de él. “Ahora tengo un reto donde él también puede ayudarme mucho”. Iñaki Urdangarín es su referente en el balonmano y también la persona que le ha dado un consejo que nunca olvida: “Disfrutar, tener actitud ganadora y ser humilde”.
En cuanto a sus sueños, y aunque “quiero ir poco a poco”, le gustaría “ir a los Juegos Olímpicos, ganar alguna medalla con tu país y tu gente y, quién sabe, ganar una Champions. Hay muchos sueños que me gustaría cumplir. Yo sé lo que soy capaz de hacer y espero, poco a poco, ir cumpliendo y tachando sueños de la lista”.