Había mantenido en la intimidad el momento personal tan complicado que estaba atravesando. La actriz Sandra Bullock, de 59 años, y su pareja Bryan Randall conocieron hace tres años el diagnóstico del fotógrafo y afrontaron el ELA que padecía de manera privada. La noticia de la muerte de Randall a los 57 años ha sido un golpe durísimo para la actriz, como han reconocido sus amigos y familia, que han destacado la entereza que mostró la intérprete durante estos meses. Una de las decisiones que tomó Bullock durante este tiempo cobra ahora un nuevo significado. En su momento la artista explicó unas razones que no daban pistas acerca de lo que estaba sucediendo, pero ahora reflejan el gran amor que sentía por Randall y cómo se entregó a su cuidado de manera incondicional.
Ocho años de amor y una familia numerosa: la historia de Sandra Bullock y Bryan Randall
Fue hace poco más de un año, en la primavera de 2022 cuando Sandra anunciaba un paréntesis en su carrera cinematográfica después de 35 años. Medio centenar de películas, títulos que forman parte de la historia del cine como Speed o Demolition Man y un Oscar por Gravity jalonan la trayectoria de uno de los rostros más queridos de la pantalla. “Me tomo mi profesión muy seriamente cuando estoy trabajando, y sólo quiero estar las veinticuatro horas del día y los siete días de la semana con mis hijos y mi familia. Ahí es donde voy a estar durante una temporada" dijo entonces. Se dio por hecho que se refería a los dos hijos que tiene adoptados, Louis y Laila, que tienen ahora 13 y 11 años respectivamente, y a su novio Bryan, que tenía otra hija de una relación anterior, pero no se sabía que escondía algo más profundo y doloroso.
Sus últimos estrenos
Sus dos últimos estrenos fueron La ciudad perdida, comedia en la que compartía créditos con Channig Tatum y Daniel Radcliffe, y Bullet Train, protagonizado por Brad Pitt, Aaron Taylor-Johnson, Zazie Beetz y Michael Shanon. Apariciones públicas estas, igual que muchas otras, en las que la estrella no reflejaba el dolor que seguramente ya sentía en su corazón. La decisión de dejar de lado su pasión por el cine para dedicarse a su pareja da una idea, no solo de cómo era la situación del fotógrafo, sino de lo muchísimo que priorizaba Sandra el amor y la familia en su vida. Imposible no hacerlo en estas circunstancias. “La ELA es cruel, pero hay algo de consuelo en saber que tenía a la mejor de las cuidadoras en mi increíble hermana y el grupo de enfermeras que le ayudaron en casa" ha dicho Gesine Bullock-Prado, hermana de Sandra.
Una enfermedad cruel que se ha llevado a su alma gemela y ha dejado a la artista sumida en una tristeza en la que no tiene fuerzas para pronunciarse de manera pública. Fiel a la discreción con la que ha vivido, Sandra atraviesa su duelo en privado, seguro arropada por familia y amigos que ahora serán su mejor apoyo. No hay fecha para el regreso de Sandra a la pantalla, aunque en diversos medios especializados sí se refleja el título de su próxima película Vigilance, una historia inspirada en Le convoyeur (2004), que sigue al conductor de un camión que transporta armas. Alojado en un hotel de la empresa empieza a conocer a sus compañeros, cuyo objetivo real se revelará con el paso de los días.
No se sabe todavía si tendrá fuerzas la artista, cuya sonrisa ha hecho reir y ha enamorado a partes iguales a miles de espectadores, para retomar su carrera en los próximos meses o si alargará el paréntesis que hizo por amor. Lo que sí está claro es que atraviesa una de las etapas más duras de su vida.