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Luto en el mundo del deporte por la pérdida de uno de los ciclistas que ha hecho historia. Ha muerto a los 95 años Federico Martín Bahamontes, que se convirtió en el primer español en ganar el Tour de Francia en 1959, una de las carreras más destacadas de esta disciplina, entre otros importantes logros. Aunque pasó sus últimos años en Villanueva de San Mancio (Valladolid), su corazón siempre estuvo en Toledo, donde nació. De hecho, ha sido Carlos Velázquez, el alcalde del municipio manchego, quien ha confirmado la triste noticia: "Toledo llora a Martín Bahamontes, una leyenda de la ciudad y del deporte español. Sirva nuestro reconocimiento, nuestro cariño y el más sincero de los agradecimientos por todo lo que dio a nuestra ciudad".
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Desde el Ayuntamiento se han decretado dos días de luto oficial por su hijo adoptivo, las banderas ondean a media asta y han puesto un libro de condolencias. La tarde de este martes ha quedado instalada en la sala Capitular del consistorio de Toledo la capilla ardiente de Bahamontes, abierta al público desde las 20:00 horas y hasta las 00.00 horas para que todos los ciudadanos, además de familiares, amigos y autoridades, puedan decirle adiós. Hace solo un mes, coincidiendo con su cumpleaños, se organizó en Toledo una concentración ciclista como homenaje.
Hasta el ayuntamiento llegaban sus restos mortales en un cortejo fúnebre acompañado de decenas de ciclistas que han querido rendir su particular homenaje al que se considera uno de los padres de este deporte. La comitiva se ha detenido en la estatua que en 2018 se dedicó a Federico en la zona del Miradero, una de las cuestas que conducen al casco histórico de la ciudad. Cuando se inauguró la figura, Federico estuvo acompañado de otras leyendas del ciclismo español como Miguel Indurain, Pedro Delgado y Carlos Sastre.
El miércoles, entre las 8:00 y las 16:00 horas volverá a estar abierta la capilla ardiente del conocido como 'Águila de Toledo'. Una hora más tarde, el arzobispo de Toledo, don Francisco Cerro Chaves, oficiará el funeral en la Santa Iglesia Catedral Primada. Finalmente, Bahamontes será enterrado en el cementerio municipal de la ciudad.
Entre las numerosas condolencias destacan la de esos compañeros que siguieron sus pasos, la del autoridades políticas, el Consejo Superior de Deportes (CSD), el Comité Olímpico Español (COE) y el mensaje de la Casa Real española. "Recordaremos a Federico Martín Bahamontes como héroe y pionero del deporte español, una de las mayores leyendas del ciclismo mundial. Nuestro homenaje a quien enseñó con humildad a escalar las más altas cumbres", aseguran.
Durante los doce años que compitió (entre 1954 y 1965), Bahamontes obtuvo 74 victorias. Fue seis veces campeón del Gran Premio de la Montaña en el Tour de Francia, ganó en el Giro de Italia y otras dos en la Vuelta a España. Además, ya retirado, siempre siguió vinculado al deporte que le apasionaba y en el que siempre fue un referente. Tuvo una tienda de bicicletas, mediante el Club Peña Bahamontes promovió un equipo ciclista profesional y fue durante medio siglo, hasta 2015, la Vuelta Ciclista a Toledo.
Su vida personal
En el terreno personal, Federico Martín Bahamontes también tuvo una vida plena. Su gran amor fue Fermina Aguilar, con la que contrajo matrimonio el 4 de noviembre de 1956 en la catedral de Toledo. Ella le solía acompañar a muchas competiciones para trasladarle de cerca ese apoyo incondicional y también trabajaron juntos en la tienda de bicicletas que abrieron en Toledo. Desde que Fermina murió en 2018, el deportista vivía con su hija Victoria en