En 1998 Arturo Montes ganó la Copa del Rey junto a sus dos hermanos, Nacho y Paco, y a su padre, Ignacio. Fue la primera victoria de las tres que ha conseguido el "Estrella Damm" en la prestigiosa regata que organiza el Real Club Náutico de Palma. En estos 25 años han pasado muchas cosas, pero los tres hermanos siguen navegando y participan en la 41 Copa del Rey Mapfre. Esta vez en dos barcos distintos. Esta vez con la tercera generación. Y esta vez Arturo es la primera persona con discapacidad que patronea una de las embarcaciones participantes.
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La de Arturo Montes es una historia de superación. Perdió la pierna izquierda a la altura de la ingle en agosto de 2011 en un accidente náutico en Culatra, al sur de Portugal. "Estábamos allí de crucero y yo salí a nadar -rememora-, y una lancha no me vio y me pasó por encima. Los médicos dicen que tengo que dar gracias a Dios de seguir aquí". Estuvo dos meses en coma. Despertó y "la recuperación fue muy dura, pero siempre iba progresando adecuadamente", relata.
Cambio de vida radical
"Eso me motivaba día a día, y hoy estoy físicamente bastante decente. Juego al tenis, juego al pádel, navego, compito con mis niños, y eso la verdad es que me llena de orgullo", cuenta Arturo Montes, que además representó a España en los Juegos Paralímpicos de Río 2016 con una meritoria novena plaza en vela adaptada.
Su hermano Nacho, que es el armador del actual "Estrella Damm", recuerda que el accidente "fue un gran choque que le cambió la vida radicalmente". Entre los cambios positivos, dejó atrás su carrera profesional en el sector de la automoción y fundó la Asociación IN para el fomento del deporte adaptado en Andalucía.
"Gracias a su perseverancia y a su afición a los deportes hoy está aquí como patrón del 'Ybarra – Befesa'. Nos ha dado a todos una lección de superación", alaba Nacho, quien además reconoce estar un poco picado: "Arturo quiso montar un proyecto propio para ser él el patrón, y aquí está, y además va mejor que yo, no competimos en el mismo grupo, pero él va segundo y yo quinto. Deseo que gane porque tiene mucha ilusión, pero seguro que en alguna cena familiar habrá el típico pique como ganen ellos y nosotros no".
Un asunto de familia
En efecto, tras la segunda jornada de competición en aguas de la bahía de Palma, el "Ybarra – Befesa" ocupa la segunda plaza de la clase Majorica ORC4 en la 41 Copa del Rey MAPFRE. El espíritu de este equipo recuerda el de ese "Estrella Damm" de hace un cuarto de siglo. Arturo lidera una tripulación en que se alinean tres de sus familiares: su mujer, Concha; su hermano Paco y su hijo Alfonso. Su otro hijo, de nombre también Arturo, navega a bordo del "Estrella Damm" junto a su tío Nacho.
Más allá de los resultados, Arturo no esconde su determinación: "Ser la primera persona con discapacidad que patronea un barco en la Copa del Rey es un hito que me propuse. Es un proyecto que le da mucha visibilidad al deporte adaptado, empuja la posibilidad de que vuelva la vela adaptada al programa paralímpico, y sobre todo anima a muchas personas a pensar que con adaptaciones y con trabajo se puede competir al máximo nivel de la vela".
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Como algo "espectacular" definen los tres hermanos la victoria del "Estrella Damm" hace 25 años. "Fue una sorpresa, y además era una de las primeras veces que veníamos", explica Paco, que entonces tenía 17 primaveras. "Nos metió el gusanillo de las regatas y de competir en Palma. Empezó nuestro padre y después hemos seguido los tres hermanos, y ahora se han unido mis sobrinos", añade Nacho, con 22 años en la época.
Alfonso, uno de los hijos, no había nacido aun cuando la familia Montes se coronó campeona en aguas de la bahía de Palma. "Me han contado que fue un bombazo en nuestro club, en Punta Umbría. Se sigue hablando aún de ello, 25 años después", exclama el joven, contagiado por "el run-run de la Copa" desde pequeño.
"Me emociona mucho el poder competir con mi padre, con mis tíos, en un barco como es el nuestro, que es más chiquitito, más adaptado a nuestras capacidades. Después de los resultados de los primeros días, vemos que tenemos la opción de poder ganarla, que es algo que no se puede describir", añade. Y el orgullo se le nota en la voz.