Aguas cristalinas, arenas blancas o recónditos roquedales donde los pinos mediterráneos acarician la espuma de las olas; un barco niquelado; casas blancas con sus celosías azules y ropa tendida; los pies descalzos; el perfume afrutado y tropical del bronceador; fiestas hasta el amanecer; descanso; desenfado; relax; ese anillo que brilla tanto como tus planes para cuando llegue septiembre... Y amigas. Y risas. También confidencias, puestas de sol… E Ibiza .
“Ibiza es una isla mágica. Y el verano aquí ¡me encanta! No creo que pudiera vivir sin el mar y la playa”, nos cuenta Martina Figo. Para Lucía Rivera, esta estación es sinónimo de “calma, mar, libros y risas”
La americana Anna Brashares escribió, a principios de los 2000, un best seller titulado The sisterhood of traveling pants, que después se convertiría en celuloide y donde se narraba la historia de un verano de cuatro amigas, muy diferentes entre sí, pero íntimas. Cuatro chicas que daban el salto de la adolescencia a la juventud, separadas por primera vez pero unidas por unos pantalones vaqueros que, misteriosamente, les quedaban como un guante a todas ellas.
La novela, divertida, nostálgica y sentimental a partes iguales, habla de miedos, de ilusiones, de chicos —y de amores y desamores, obviamente—, de inseguridades y, también, de ropa y maquillajes… De cosas que, a veces, se adjetivan como ‘de chicas’ y que, sin embargo, son identitarias y universales. De todas esas motivaciones, sueños y esperanzas hemos charlado con Julieta Gracia, Martina Figo, Isa Hernáez y Lucía Rivera en un viaje relámpago ‘de amigas’ a la Isla Blanca y con ese elemento común que aquí, en nuestra historia, no es un jean, sino un hilo conductor dorado y precioso con el que su belleza se engrandece y la luz de cada una de ellas es aún más fulgurante. Hablamos de Rabat y de sus joyas.
Las cuatro aman la moda. A su manera. Y con una forma de entenderla y de vivirla diferente, que tiene que ver con su personalidad unas veces y, otras, con sus vivencias, sus recuerdos, su familia… “¿Mi primera joya? Un collar dorado con un trébol. Es muy especial. Guarda un mensaje de mis padres grabado”, nos cuenta Martina, hija del ex futbolista Luis Figo y la modelo Helene Svedin, una joven que ha heredado de su madre una larga melena rubia y, de su padre, unos profundos ojos miel.
Amante de la second hand, de hecho, su prenda fetiche es un mono vaquero que encontró en un mercadillo vintage en Londres, Martina estudia Negocio de Marketing y Comunicación en la Universidad de Westminster, en Inglaterra. De ahí que esta escapada a la isla Pitiusa, de eternos cielos azules frente a los grises de la capital del Támesis, haya sido para ella algo así como encontrarse con una Coca-Cola en medio del desierto.
“Me siento superafortunada”, nos confiesa Isa Hernáez y Julieta Gracia comenta “y yo, tan feliz, que espero que nadie me lo arrebate”
“Esta isla es mágica. Y el verano aquí ¡me encanta! No creo que pudiera vivir sin el mar y la playa”, confiesa esta joven, enamorada de la colección Gold Essentials de Rabat y de que “la vida sea una sorpresa continua”. Porque todo tiene un lado bueno, si lo piensas bien… Hasta el invierno en Suecia. “Con mi abuelo, no te creas... Es muy divertido”.
Luces y sombras
El cambio de estación ha sido drástico y trascendental para Isa Hernáez. Comenzaba el mes de junio y su relación con el piloto Carlos Sainz Jr., sin embargo, llegaba a su fin tras seis años juntos. Y como en las películas americanas, cuando un cambio radical de look de la protagonista sirve de tránsito temporal perfecto, para una segunda parte inspiradora y, sobre todo, triunfal, la periodista ha pasado del rubio al castaño, dando una intensidad inusitada a sus rasgos y firmeza a sus decisiones.
“Han sido un descubrimiento máximo”, revela Julieta de sus partners in crime mientras Isa asegura que “mis amigas y mi familia son dos pilares muy fuertes”
Nos cuenta que sus amigas y su familia son “dos pilares muy fuertes” en su vida. Esos aliados perfectos con los que afrontar las dificultades y superar la adversidad y que el verano significa para ella “desconexión” y “tiempo para estar junto a quien más quiere”. Después de Ibiza, dará el salto a Mallorca, nos revela, para coger fuerzas y abordar el futuro próximo “con pasión”, emprender una nueva temporada de su podcast Está de Moda y, por qué no, diseñar. “¿Cómo han sido estos días en Ibiza?”, le preguntamos. “Con Rabat siempre sientes que estás en familia. Nos hemos reído mucho y el resultado del trabajo es increíble. Las cuatro nos hemos hecho superamigas”, nos cuenta esta mujer a la que su pasión por los editoriales de moda, recortar looks y coleccionar revistas condujo al periodismo. Ibiza ha significado un remanso de “paz y, sobre todo, armonía” en estos momentos en los que vuelve a caminar sola. Le preguntamos por esta tesitura, pero ella, con una vitalista respuesta, le da un significado muy distinto a lo que podría ser sombrío.
—Isa, ¿pensabas en tu vida tal y como es ahora? ¿Te ha sorprendido inesperadamente?
—¡Es mejor que cualquier sueño! Me siento superafortunada de poder dedicarme a lo que más me gusta. Viajar, conocer gente increíble, diseñar…
De amistad, moda y salud mental
De revertir situaciones complicadas y ponerlas a favor de obra, hasta el punto de que se conviertan en algo constructivo y enriquecedor, Lucía Rivera sabe ‘tela’. Es más, estábamos hablando de rutinas de belleza y tratamientos cuando, ante la inocente pregunta de “Oye, Lucía, y tú ¿cómo te cuidas?”, ella no lo duda, pese al desconcierto: “Con el psicólogo”. Y es que este año, la hija de la también modelo y actriz Blanca Romero publicó, aún siendo rabiosamente joven, unas memorias, Nada es lo que parece, descarnadas y, a veces, arriesgadas y muy maduras. Sus declaraciones, como las líneas de su libro, también lo son. “Mis dos padres son modelos. Me he pasado la infancia en shootings y rodajes más que estudiando. La moda es lo que aprendí e imagino que por supervivencia”, contesta cuando se le pregunta por su profesión. “Hoy por hoy, la moda ¿qué lugar ocupa en tu vida?”, repreguntamos. “Ocupa casi toda mi vida, aunque no sea lo mejor para mi salud mental; hace años que todo debe tener una estética en mi vida. Si no, no le veo el sentido”, sentencia esta joven que apuesta por la belleza como un fin en sí mismo, inmutable, como el de “los zafiros de Rabat, que me hacen pensar en Lady Di, que para mí es la reina de la elegancia”, apunta.
“Me gusta la moda, pero no condiciona mi día a día”, dice Martina. Lucía, en cambio, ama arriesgar porque asume que es de esas chicas que dicen “nunca digas nunca”
Sobre los consabidos mitos que rodean a las pasarelas, de zancadillas y las envidias, también tiene un personal punto de vista. “La moda es sinónimo de eso porque, hoy en día, casi todos queremos lo mismo. En cambio, a base de terapia, cuando nutres tu amor propio, disminuye la competencia. Cada uno tiene un camino, que ha llevado un sacrificio y un esfuerzo, y cada uno tiene sus recompensas”.
“Las conocía a todas. A Isa le tengo especial cariño y Martina y Julieta han sido todo un descubrimiento”, nos confiesa Lucía sobre esta escapada en la que, al igual que ella, la nueva imagen de Julieta nos ha servido para redescubrirla. Con su cabello cobrizo, la hija del actor Joan Gracia, de Tricicle, y la exmodelo Ana Fernández, demuestra que estamos ante una joven camaleónica y creativa, que está dispuesta a hacerse un hueco en el mundo de la moda con una personalidad que desarma aunque, en realidad, fuera la moda la que la encontró a ella y no al revés, tal y como ella nos narra con brillo ambarino en sus ojos.
Precisamente son las piedras naturales lo que más le “alucinan” de la colección Natural Colors de Rabat. Ámbar, aguamarinas… Nos habla de sus gustos con la pasión de alguien que sabe disfrutar de pequeños placeres. Te das cuenta, aún más si cabe, cuando habla de la isla que nos acoge en este viaje. “Los colores, el mar, el campo son maravillas que no muchas personas aprecian y a mí, con verlas, me relajan”... Paradójico porque ella no ha parado ni un momento: “Ha sido la bomba. No he podido tener mejores compañeras de viaje. Son únicas”, dice. Sobre todo cuando Julieta nos confiesa que, últimamente, no había tenido buena suerte con las compañías. “Llevaba una racha de amistades tóxicas de la que he logrado escapar... Hoy estoy tan feliz que, espero, nadie me lo arrebate”. Si es que ya lo cantaba Joe Cocker: todo es posible with a little help from my friends.