El sábado 8 de julio fue un día que quedará para siempre grabado en la memoria de Tamara Falcó e Íñigo Onieva . El día en el que sus vidas se unirían para siempre por el Sacramento del matrimonio. Lo suyo no ha sido un camino de rosas, pero sin duda ha terminado convirtiéndose en una historia con final feliz, después de superar muchos obstáculos y viviendo en sus propias carnes lo que significa perdonar y arriesgarse a las segundas oportunidades. Tal vez por eso, la felicidad fue doble cuando se dieron el ‘sí, quiero’ que les convertiría en marido y mujer. Comenzaba un nuevo capítulo en su historia de amor y dejaban atrás las nubes grises del pasado.
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Esta felicidad incontenida se expresaba en los rostros de los recién casados durante todo el día y la noche. Y así de felices y sonrientes fue como entraron en el banquete nupcial, uno de los momentos más especiales de las bodas. Los novios hicieron la entrada triunfal al ritmo de Walk the Moon, de Shut up and Dance, mientras los invitados los recibían encendiendo bengalas y fueron saludando hasta llegar al extremo del comedor. ¡Dale al play y no te pierdas la entrada de los novios más esperados!