Fue el pasado sábado, ocho de julio, cuando Tamara Falcó dio el ‘sí, quiero’ a Íñigo Onieva; pero once días después, la boda del año no deja de generar expectación. Tres días de celebración y cuatrocientos invitados, llegados desde los cinco continentes, que no quisieron perderse esta celebración única. Y, entre todos ellos, no podían faltar dos grandes amigas de la novia: las hermanas Khali y Alia El Assir .
Aunque su vida transcurre muy lejos del foco mediático, ninguna de las dos es desconocida para la prensa. Khali y Alia son hijas de la socialité María Fernández Longoria , hija, a su vez, de Carlos Fernández Longoria de Pavía (quien fuera embajador de España en El Cairo); y del empresario de origen libanés Abdul Rahman El Assir (casado en primeras nupcias con Samira Khashoggi, madre del conocido Dodi Al Fayed).
La ahora expareja se conoció en nuestro país, en los años ochenta, cuando él era el hombre en España de su cuñado, Adnan Khashoggi. Tras su boda en la catedral de Notre Dame de París en 1985, El Assir y Fernández Longoria se instalaron en uno de los barrios más exclusivos de Madrid, Puerta de Hierro, donde también creció Tamara.
A las pequeñas El Assir y a la hija de Isabel Preysler les une, desde hace años, una buena amistad, tanto es así que, como dijo Tamara una vez en El Hormiguero, Khali es “como una hermana para mí”. Por este mismo motivo, su presencia en un día tan especial para la marquesa de Griñón estaba asegurada.
Khali y Alia llegaron acompañadas por su madre y sus respectivas parejas, el empresario Juan José Franco Suelves y el abogado Hugo Linares; y se convirtieron en dos de las invitadas más elegantes del enlace más esperado. Khali con un espectacular vestido de escote corazón, en color azul, con un cuerpo ceñido y chal del mismo tono. Alia, con un vestido negro y detalles abullonados en rojo, con tirantes rosas.
Un regalo muy especial para la novia
Khali no dudó en acompañar a su amiga en su gran día, pero, además, tal y como puede desvelar ¡HOLA!, tuvo un detalle muy especial para la novia del año, regalándole la decoración de la habitación de la Tía Paloma (tía de Carlos Falcó), como así llama Tamara al cuarto donde se preparó para su enlace, acompañada de su madre, Isabel Preysler, y sus hermanas, Chábeli y Ana.
Esta estancia, de 70 metros, fue decorada con peonías, rosas de jardín, y tulipanes, las flores favoritas de la protagonista, aportando así una explosión de color al espacio, situado en el interior de El Rincón, el palacio que el recordado marqués de Griñón dejó a su hija en herencia.
Su vida, un misterio
Como comentábamos en líneas anteriores, El Assir ‘huye’ de la prensa, y hemos podido verla en contadas ocasiones, como la boda, en junio del año pasado, de Clara Andrada-Vanderwilde con Antonio Sainz Suelves, celebrada en la localidad sevillana de Marchena. Entonces, Khali volvió a llamar la atención de los medios con su exótica belleza y su original look de invitada (con una llamativa corona de flores que adornaba su cabeza).
En la única entrevista que ha concedido hasta el momento, al cumplir 30 años, desvelaba que, lejos de lo que se había llegado a afirmar, no se dedica a ser ‘bloguera’, sino que, en verdad, es experta en el mercado inmobiliario de lujo -de hecho, fue ella quien se hizo cargo de la venta del exclusivo Hotel Fours Seasons de Madrid-.
Antes de comenzar su relación con Juan José Franco, Khali, que estudió en el American School de Madrid, salió con el músico Anthony Souza, hijo de Carlos Souza, relaciones públicas de Valentino, y de la ‘socialité’ brasileña Charlene Shorto, hermana de Denise Shorto, la que fuera cuarta mujer del barón Heini Thyssen.
Alia, por su parte, está casada con el abogado Hugo Linares, con quien protagonizó una boda de ensueño en el año 2016. La pareja contrajo matrimonio en la estación alpina de Gstaad, en un enlace al que no faltó Ana Boyer que, al igual que ha hecho en la boda de Tamara, volvió a apostar por un diseño de su querida hermana.