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Victoria de Marichalar tiene el don de la ubicuidad. Tras realizar una sesión de fotos en el hotel Ritz de Madrid junto a su gran amigo, Tomás Páramo y enviar una bonita felicitación de cumpleaños a su hermano Felipe por su 25 cumpleaños, la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar ponía rumbo a Marbella para estar presente en el concierto que el pianista y compositor italiano Ludovico Einaudi ofrecía en el festival Starlite.
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Sentada en el palco presidencial junto a Sandra García-Sanjuán e Ignacio Maluquer.empresarios fundadores del festival, y Marta Martínez Bordiú, esposa de Jaime Martínez-Bordiú, Victoria disfrutó de lo lindo con la actuación del músico italiano, quien acabó llevándose uno de los aplausos más largos ofrecidos por el público, quien puesto en pie no paraba de ovacionar su impecable espectáculo.
Tras el concierto, la sobrina del rey Felipe VI tuvo la oportunidad de charlar unos minutos con Ludovico en el backstage y fue en ese momento cuando Victoria confesó al pianista que que siempre le escucha en sus momentos de paz. Además. la influencer reveló al italiano que tocaba el piano cuando era pequeña y que era algo que le encantaría retomarlo. "Ahora y no tengo dedos" bromeaba
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Y es que a pesar de que a Victoria se le daba muy bien la música, e incluso se pensó que seguiría los pasos de su tía abuela, la princesa Irene de Grecia, quien es una virtuosa del piano, al final prefirió la moda. La hija de la infanta Elena se ha convertido en un reclamo para las marcas, aunque tal y como confesaba recientemente a ¡HOLA! lo que más le gustaría es introducirse poco a poco, de manera más profesional, en el mundo de la moda, que le fascina, "siempre de la mano de mi padre, que me está ayudando muchísimo", señalaba la influencer, quien también sueña con convertirse en la musa de algún diseñador.