La historia de amor de Ariana Grande, de 30 años, y Dalton Gomez, de 27, ha llegado a su fin. Tras dos años de matrimonio, la pareja ha decidido emprender caminos diferentes. Según informan diversas publicaciones, comenzaron a distanciarse en enero y hace dos meses hubo un acercamiento que no salió bien. A pesar de las circunstancias, siguen manteniendo una relación de amistad y hablan por teléfono con regularidad. “Tomaron la decisión juntos. Tenían problemas, pero querían seguir siendo amigos” comentan diversas fuentes cercanas a la pareja.
Las primeras especulaciones sobre la vida personal de la artista surgieron hace solo unos días, durante el pasado fin de semana, cuando se la vio sentada en las gradas de Wimbledon sin la alianza de boda en el dedo. La intérprete fue testigo de la victoria de Alcaraz sentada junto al actor Andrew Garfield y con su compañero de reparto en la próxima adaptación del musical Wicked, Jonathan Bailey, también conocido por la serie Los Bridgerton. Echando la vista atrás fue en torno al mes de abril cuando la intérprete de God is a woman lució su alianza en público (se pudo ver así en el concierto que Jeff Goldblum dio en Londres).
Aunque no han transcendido por el momento detalles o declaraciones de la pareja, parece que firmaron un acuerdo prematrimonial antes de darse el sí. La intérprete dispone de un patrimonio estimado en 240 millones de dólares (más de 200 millones de euros), mientras que su marido también tendría una buena posición financiera gracias a su trabajo como agente inmobiliario de propiedades de lujo. Gomez forma parte de la empresa Aaron Kirman, que cierra acuerdos millonarios con propiedades de alto nivel. Un ejemplo (publicado por Page Six) es el acuerdo en el que trabajó en 2020, con una propiedad valorada en casi 8 mil millones de euros.
La pareja se casó el 15 de mayo de 2021 por sorpresa después de cerca de un año de relación. Fue un enlace privado al que asistieron solo unas veinte personas y que tuvo como escenario la mansión que Grande compró en Montecito, California. La cantante había comprado la casa unos meses antes a Ellen DeGeneres por seis millones y medio de dólares, situada muy cerca de la que tienen los duques de Sussex en la zona. Ariana, que compartió algunas imágenes del enlace, estaba guapísima con un vestido hecho a medida por Vera Wang con un velo corto inspirado en un personaje interpretado por Audrey Hepburn (Jo Stockton en Funny Face, 1957).