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¡Ojo, curvas!: así es la ‘carretera del techo del mundo’
Para los amantes de los viajes por carretera —no propensos al mareo— es el camino asfaltado más increíble del planeta, no solo por su serpenteante recorrido, sino porque cuenta con un mirador desde el que puede observar uno de los espectáculos naturales más grandiosos. La singular ruta parte de Shigatse, en el Tibet, y atraviesa Gawula, un paso de montaña situado a 5.198 metros de altitud. Desde allí, con el cielo despejado, se puede contemplar un telón de fondo que deja sin aliento: el majestuoso reino del Himalaya y cinco de sus cumbres nevadas de más de ocho mil metros de altura, entre ellas la reina de todas las montañas, el Everest, con sus imponentes 8.849 metros. Gracias a las imágenes aéreas registradas con un dron, podemos contemplar ahora, por primera vez, cómo es el trazado de esta faraónica carretera de 90 kilómetros, que cuenta con 108 curvas de vértigo.
© Zhang Yang
© Zhang YangAtascos imposibles en lugares insospechados: desde el desierto del Gobi a un río en China
Cuando los turistas viajan a la ciudad oasis de Dunhuang, una árida extensión China en el desierto de Gobi, se encuentran con una auténtica sorpresa... ¡atascos! Parece increíble que en un lugar tan grande pueda suceder esto, pero allí se concentran miles de personas cada día, que quieren disfrutar la experiencia de montar en camello y, para evitar el caos, han instalado semáforos para regular el tráfico de animales y de las personas que hacen el recorrido a pie. Su funcionamiento es idéntico al de sus homólogos urbanos: las luces roja y verde obligan a detenerse o a emprender la marcha, iluminando el camello o la persona. No solo en los desiertos hay mucho tráfico. El rafting y el barranquismo causan furor en China y, en ocasiones, son muchos los que coinciden en el mismo río, provocando que al final las lanchas se queden atascadas. Es lo que ocurre en la imagen, tomada en un desfiladero de la localidad de Wuzhishan, donde se quedaron parados, pero, por suerte, se tomaron con humor las horas que tuvieron que estar esperando para terminar el recorrido.
© Zhang Yang
© Zhang Yang/ Guo Zhihua
