La despedida a Carmen Sevilla, fallecida el pasado 27 de junio a los 92 años, fue íntima, con su hijo Augusto arropado por sus familiares más cercanos. Sus amigos se mostraron tristes por no haber podido participar así que han hecho su personal despedida con un funeral organizado por Rappel y oficiado por el padre Ángel en la iglesia de San Antón. Una emotiva ceremonia en la que el hijo de la intérprete también estuvo presente, aunque en este caso fue a través de las palabras. El propio vidente leyó una carta escrita por Algueró en la que les dio las gracias por el cariño demostrado hacia la recordada actriz, una de las más queridas del panorama nacional.
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Les agradecía “la iniciativa que habéis tenido por este pequeño homenaje” y “por su cariño y recuerdo hacia ella”. “Como ella misma diría, que Dios os bendiga a todos” señalaba. Augusto detallaba que su madre “en el cielo se sentirá feliz y contenta por este recuerdo” y explicaba que él no había acudido finalmente a la misa por falta de ánimo. “Hasta el último momento tenía la intención de asistir al funeral, pero me encuentro sin fuerzas y sin ánimo para compartir este emotivo encuentro”.
“Espero que sepáis entender la emoción que me invade” continuaba, dejando claro que “aparte de ser una gran artista, ante todo para mí era mi madre”. Manifestaba así el inmenso dolor que siente por su pérdida, una tristeza que le transmitió también a Rappel antes de la ceremonia. Como el propio vidente contó en el programa Así es la vida, tras hablar con el hijo de la actriz se emocionó mucho, tanto, que casi no pudo contener las lágrimas. “Estoy pasando un día muy malo, me encuentro fatal, estoy que no me tengo en pie, porque por un lado mi alma me dice que tengo que ir ahí y estar contigo, pero por otro lado no puedo, no tengo fuerzas” contó Rappel que le dijo Augusto.
El conocido vidente reconoció que era importante para él despedir así a Carmen y que le emocionaba ver a tantos amigos de la intérprete que se acercaban a la iglesia. Estuvieron, entre otros, Enrique del Pozo, Pablo Sebastián Bueno, Aurelio Manzano, Paloma Barrientos, Euprepio Padula, José Manuel Parada, la diseñadora Marily Coll o las vocalistas Regina Do Santos y Glenda Gaby. Un grupo de cuerda hizo una bonita interpretación y la soprano y compositora Pilar Jurado cantó el Ave María ante los allí presentes.
Carmen Sevilla fue velada e incinerada en la más estricta intimidad, una decisión con la que no estuvieron de acuerdo los amigos más cercanos de la artista, que manifestaron su malestar con la determinación de su hijo Augusto. Explicaron que la conocida intérprete merecía una despedida multitudinaria como se hizo en su momento con otras grandes actrices y cantantes españolas.