Kevin Spacey ha testificado por primera vez en el juicio por presuntas agresiones sexuales al que se enfrenta en Londres. El actor ha llegado al tribunal de Southwark, en el centro de la capital británica, con el gesto algo más serio que en otras jornadas. Durante su declaración, ha asegurado estar devastado con las consecuencias de las acusaciones a las que se ha enfrentado y se enfrenta. "Lo perdí todo", ha afirmado. Además, ha rechazado categóricamente algunas de las alegaciones de los demandantes.
En concreto, ha negado haber tenido las actitudes violentas que le atribuye uno de los cuatro denunciantes con el que dice, tuvo algo "suave, conmovedor y, para mí, romántico". Spacey ha definido al hombre, al que conoció a comienzos de los 2000, como "divertido y encantador" y ahora, 20 años después confiesa sentirse "destrozado" traicionado: "Nunca pensé que me daría una puñalada por la espalda". También ha negado las acusaciones de otro hombre que sostiene que el actor le drogó para mantener relaciones íntimas con él sin su consentimiento.
Inesperado giro en uno de los juicios contra Kevin Spacey
Además, el que fuera protagonista de House of Cards se rompía al recordar cómo cómo afectaron a su vida y su carrera las acusaciones que comenzaron a surgir hace ya seis años. "Perdí mi trabajo, perdí mi reputación, lo perdí todo en cuestión de días", ha lamentado el actor, que asegura que, salvo excepciones, apenas ha podido trabajar desde 2017. Las acusaciones no tardaron en saltar del universo digital, donde surgieron al calor del movimiento 'Me too', al los juzgados y, desde entonces, Spacey ha tenido una de cal y otra de arena.
En 2019, la Fiscalia de Nantucket, en Masachussets, desestimó la denuncia de un joven que le acusaba de acoso y agresión por falta de pruebas. La presunta víctima acabó retirando la demanda civil pero mantuvo la demanda penal, que también fue rechazada. La siguiente batalla judicial se libró en Los Ángeles y le supuso un duro golpe personal y profesional. El Juez le condenó a pagar una multa de algo más de 30 millones de euros, a la productora MCR, responsable de la serie House of Cards de Netflix, como indemnización por ruptura de contrato y por los perjuicios que causó con su comportamiento durante el rodaje, cuando fue denunciado por uno de los asistentes de la serie. El año pasado, sin embargo, fue absuelto de su juicio civil por abuso sexual al actor Anthony Rapp, de 50 años, compañero de profesión que le había acusado de intentar forzarle a un encuentro en su apartamento de Nueva York cuando solo tenía 14 años.