El gran día ha llegado. Pasadas dos semanas desde el fallecimiento de Carmen Sevilla, el 27 de junio, a los 92 años, se ha celebrado la misa funeral que su gran amigo Rappel decidió organizar para despedirla como "se merece". Un último adiós "de todos los que la hemos querido", tal y como explicó el vidente, y que llega después de que el hijo de la popular y admirada intérprete decidiera no fijar una multitudinaria ceremonia en su honor. La iglesia de San Antón, ubicada en la calle Hortaleza de la capital, ha sido el escenario que ha acogido el acto, que ha contado con la aprobación de Augusto Algueró y la presencia de conocidos rostros del panorama social televisivo y artístico, así como de ciudadanos anónimos que admiraban a 'la novia de España'.
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Oficiada por el padre Ángel y con la intervención de tres sacerdotes, la liturgia ha dado comienzo este jueves 13 de julio pasadas las 19:30 horas en un ambiente de emoción, respeto y absoluta devoción por Carmen Sevilla. Los detalles y las referencias a la aclamada artista han estado presentes en todo momento e incluso se han instalado dos pantallas de grandes dimensiones en las que se han proyectado imágenes de algunos de los momentos más significativos de su trayectoria personal y profesional. Como no podía ser de otro modo, la música también ha tenido un importante papel a lo largo del oficio, en el que un grupo de cuerda ha hecho una bonita interpretación y la soprano y compositora Pilar Jurado ha cantado el Ave María ante los allí presentes.
Al evento, que ha contado también con las habilidades decorativas de José María, pareja de Rappel, se han desplazado peronalidades de la pequeña pantalla como Enrique del Pozo, Pablo Sebastián Bueno, Aurelio Manzano, Paloma Barrientos, Euprepio Padula o José Manuel Parada, con quien Carmen tenía un estrecho vínculo de amistad. "Por fin Carmen, que siempre fue una mujer muy religiosa, ha tenido su despedida", ha expresado el presentador, que compartió infinidad de momentos con la polifacética sevillana. La reconocida diseñadora Marily Coll o las vocalistas Regina Do Santos y Glenda Gaby tampoco han faltado.
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La expectación ha sido máxima hasta el último momento, pero finalmente Augusto Algueró no ha acudido a este homenaje a su madre, pues no se encontraba con fuerzas para ello. Un solemne acto que, en palabras de Rappel a Europa Press, ha sido "muy emotivo y muy bonito para recordar a una gran amiga y a una gran mujer": "Esto es una cosa que le debía. No me quiero emocionar, pero ha sido para mí una persona como de mi familia. Son muchos años, casi sesenta años de amistad, y hemos pasado momentos muy divertidos y alegres con ella... Ella era todo unas castañuelas. Al lado de ella no había penas", ha agregado al tiempo que se le inundaban los ojos de lágrimas.
Pese a que la ausencia del único hijo de la que fuera una de nuestras estrellas más carismáticas y divertidas ha sido llamativa, sí ha querido estar presente de algún modo. Lo ha hecho a través de una carta que ha enviado por sorpresa al organizador, a quien ha pedido expresamente que la leyera en voz alta y que lo hiciera una vez comenzado el rito y frente a todos los asistentes.
La inesperada carta de Augusto Algueró
Ya desde el inicio del acto, Rappel ha confesado que entiende a la perfección la postura de Augusto y su decisión de no estar presente. Bajo su punto de vista, el adiós a Carmen Sevilla "fue muy triste" por las circunstancias que lo rodearon: "Augusto era hijo único y su madre ha estado once años agonizando y con la cabeza perdida", ha explicado, poniendo el acento en que el hijo de la artista no tenía ánimo para hacer una despedida a lo grande y recibir las condolencias de tantas personas. "Queridos amigos, Rappel y padre Ángel: quiero daros las gracias por esta misa. Transmite todo mi agradecimiento a los que la quisieron. Me habría gustado ir al funeral, pero no me encuentro con fuerzas y espero comprendáis. Para mí era, ante todo, mi madre", rezan las líneas que ha escrito y entregado al vidente, de las que se ha hecho eco Vanitatis.