Las cinco personas que perdieron la vida a bordo del sumergible Titan probablemente fueron conocedores de la implosión de la nave entre 48 y 71 segundos antes de que ocurriera, tal y como ha dado a conocer el experto español en submarinos, José Luis Martín al portal Nius diario.
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Según señala Martín, el submarino podría haber perdido estabilidad debido a un fallo eléctrico que lo dejó sin propulsión, lo que provocó que cayera hacia el fondo del mar 'como una flecha' con el ojo de buey hacia abajo, en posición vertical debido al peso ejercido por los pasajeros- 400 kilos aproximadamente- en la parte delantera de la nave.
Tras un estudio pormenorizado, el ingeniero español calculó que el submarino inició su caída libre a unos 1.700 metros de profundidad. Cayó "como una piedra y sin ningún control" durante unos 1.000 metros, hasta que “explotó como un globo" debido a la rápida variación de presión, después de otros 2.600 metros.
“El piloto (el director ejecutivo de OceanGate, Stockton Rush) no pudo activar la palanca de emergencia para soltar pesos (y regresar a la superficie)”, ha señalado el experto, y agregó que la palanca era un dispositivo inadecuado para tal emergencia. Además, Martin sugirió que los pasajeros se habrían amontonado unos encima de otros en la más absoluta oscuridad ya que poco antes del final, el sistema eléctrico falló por completo.
Es en ese corto y fugaz lapso de tiempo (entre 48 y 72 segundos), Martín señala que los pasajeros "habrían sentido horror, miedo y agonía", aunque tras la implosión habrían fallecido de manera súbita. "Es difícil hacerse una idea de lo que vivieron en esos momentos" admite el ingeniero.
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El sumergible perdió contacto con la nave nodriza unos 105 minutos después de su inmersión y a unas 400 millas de la costa de Terranova en Canadá. La Guardia Costera de EE. UU. confirmó la muerte de las víctimas cuatro días después. En su interior viajaban el jefe de la expedición, Stockton Rush, de 61 años; el experto francés en el Titanic, Paul-Henri Nargeolet, de 77 años; el aventurero multimillonario británico Hamish Harding, de 58 años; y el empresario paquistaní Shahzada Dawood, de 58 años, quien iba acompañado por su hijo, Suleman, de 19.