Su sonrisa lo decía todo. Ni Tamara ni Íñigo podían ocultar su felicidad a su llegada, el pasado viernes siete de julio, al Mandarin Oriental Ritz de Madrid. Lo hacían por separado. Ella junto a sus hermanas Chábeli Iglesias y Ana Boyer, en un coche conducido por su cuñado Fernando Verdasco, marido de Ana; él, poco tiempo después, arropado por algunos de sus testigos. Pero ambos igual de ilusionados.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
A tan solo un día de dar el “sí, quiero”, los novios del año recibían, por todo lo alto, a sus invitados más jóvenes, unos doscientos de los cuatrocientos convidados al enlace —algunos de ellos casi recién aterrizados en la capital—, en una fiesta que daba inicio a un fin de semana lleno de sorpresas y emoción.
Un día antes de su “sí, quiero”, Tamara e Íñigo dieron la bienvenida a algunos de sus invitados más cercanos en una fabulosa fiesta preboda
La alfombra roja desplegada ante las puertas del exclusivo hotel se convirtió en todo un desfile de elegancia, por el que pasaron algunos de los amigos y familiares más próximos a la pareja. Desde la hermana de Íñigo, Alejandra Onieva, y su padre; a queridos primos de Tamara como Álvaro Falcó —junto a su esposa, Isabelle Junot— y Álvaro Castillejo —acompañado por su mujer, Cristina Fernández—; y otros allegados como Eugenia Martínez de Irujo —con su marido, Narcís Rebollo— o los diseñadores Vicky Martín Berrocal y Juan Avellaneda. Ninguno de ellos quiso faltar a la cita, que tuvo como marco los jardines del exclusivo hotel, y se celebró a ritmo de flamenco, con la música del grupo Los Alpresa.
Dedicándose miradas cómplices, Tamara e Íñigo brindaron por su amor en la que, según aseguró Íñigo, fue “una noche emocionante”, que se alargó hasta la madrugada. “Gracias a todos por venir y hacer que estos días sean los más maravillosos de nuestras vidas”, escribía el empresario en sus redes sociales, al día siguiente de comenzar su “viaje” con Tamara, quien, además, dio la sorpresa vistiéndose de blanco antes de su boda: un elegante traje diseño de chaqueta torera y pantalón sastre, que pertenece a la colección que lanzó junto a Pedro del Hierro, TFP by Tamara Falcó.