En la boda más esperada del año, y con permiso de los grandes protagonistas -los novios, Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que fueron la viva imagen de dos enamorados-, hubo otra persona que acaparó todas las miradas. Ella es Isabel Preysler.
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Reina de corazones, madre de la novia, y apoyo fundamental de la marquesa de Griñón, Isabel no podía estar más feliz en el día más importante de la vida de su hija. Iba de corrillo en corrillo y solo recibía cariño y felicitaciones. Entre todo aquel revuelo de emoción y sentimientos a flor de piel, Isabel encontró un momento para atendernos.
—Finalmente ha llegado el día, Isabel, ¿cómo ves a Tamara hoy?
—Asombrosamente tranquila. Y muy guapa.
—¿Qué has sentido al verla vestida de novia?¿Qué te emociona más en un momento así?
—Me ha emocionado comprobar lo rápido que han pasado estos años y lo mucho que le hubiera gustado a su padre pasar este día con ella.
—Has estado con ella en Nueva York para las pruebas de su vestido. ¿Era el vestido que ella soñaba o el que, entre tú, ella y Wes Gordon, visteis que era el perfecto?
—Cuando la vi vestida de novia comprendí que, sin ninguna duda, era el vestido perfecto para ella. Tamara se enamoró del diseño de Wes Gordon desde un principio. Él y todo su equipo son excepcionalmente buenos y por eso están considerados internacionalmente entre los mejores del mundo en alta costura. No tengo palabras para agradecerles lo mucho y lo rápido que han tenido que trabajar en el vestido y lo adorables que han sido cada uno de ellos con nosotras en todo momento.
—¿Esta boda es la constatación del triunfo del amor?
—Creo que todo el mundo ha podido comprobar que es así. Mi hija está muy enamorada y aquí estamos toda la familia apoyándola.
—¿Es verdad que Tamara vio en pasarela tu vestido y le encantó para ti?
—Sí, lo vio y me dijo que le encantaba para mí. Se lo comenté a Carolina Herrera, madre, y ella le encargó a Wes Gordon que me lo hiciera.
—Las peonías son unas de las flores favoritas de Tamara… ¿También son tus preferidas?
—Por supuesto. Me encantan.
—¿Cómo han sido los momentos de todas juntas con Ana y Chábeli mientras Tamara se preparaba en la habitación de la tía Paloma?
—Precioso, lleno de paz y felicidad, como son siempre los momentos en los que estamos juntas.
—¿Ha sido difícil volver a El Rincón sin que Carlos pueda estar en la boda de su hija?
—Sí, claro. Todos le hemos echado mucho de menos…