Borja Thyssen y Blanca Cuesta ya se encuentran de nuevo en las Islas Baleares, su refugio por excelencia, donde les gusta ir cada verano a pasar sus vacaciones. Sin embargo, no han viajado solos, sino acompañados por toda su tropa, sus cinco hijos: Sacha, de 15 años; Eric, de 13; Enzo, de 11; Kala, de 9 y la pequeña de la casa, India, de 2 años.
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A bordo de un fabuloso yate, la familia al completo disfrutó de una jornada de relax, diversión y deporte en alta mar. Así que mientras que Borja se dejó ver jugando con sus hijos como un auténtico padrazo, Blanca, quien luce una envidiable figura a sus 49 años y tras haber sido madre en cinco ocasiones, aprovecho para ejecutar algunos ejercicios a bordo de una tabla de paddle surf.
Tras quince años de matrimonio, la pareja ha formado una bonita familia numerosa y han encaminado sus vidas hacia el mundo del arte, que es, sin duda, la gran pasión familiar: Blanca, como pintora y escultora, y Borja, como patrono del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, a propuesta de su madre, quien recientemente saltaba a la actualidad tras la polémica surgida en torno al nuevo libro de Nieves Herrero, La Baronesa. Una vida de novela, de la cual ha querido desvincularse por completo.
"Aprecio mucho a Nieves, lo que pasa, como ya he dicho varias veces, es que no he hecho memorias con ella", aclaraba la Baronesa, quien recientemente afirmaba en ¡HOLA! que mantenía el contacto con su hijo, pero que le venía menos de lo que le gustaría. "Claro que nos vemos, pero, como siempre, a todas las madres nos gusta tener a nuestros hijos más tiempo y más cerca, a él y a sus niños" señalaba. “Cada uno tiene su vida y siempre la he respetado, siempre. Él quería y debía hacer su vida y la hizo, se tiene que aceptar y ya está. Lo que me importa es que sea feliz” añadía.
Sin embargo, no todo es un camino de rosas en la vida de Borja y Blanca, pues el matrimonio tiene pendiente aún la celebración del juicio por supuesto fraude fiscal, el cual fue suspendido el pasado mes de febrero. La pareja está acusada de defraudar a Hacienda 336.417 euros en 2010, en un proceso en el que la Fiscalía pide para cada uno de ellos tres años de cárcel y que paguen una multa de un millón de euros.