Ha triunfado el amor. No ha sido fácil, pero han sido capaces de dejar atrás todos los obstáculos que se han puesto por delante. Porque al final, el amor triunfa. O, al menos, esta es la enseñanza que han vivido Tamara Falcó e Íñigo Onieva. La marquesa de Griñón y el empresario se dieron el ‘sí, quiero’ el pasado sábado 8 de julio ante 400 testigos, poniendo así el broche de oro a una bonita historia de superación y perdón. La pareja protagonizó un emotivo enlace que también fue una auténtica pasarela de estilo y glamour entre las invitadas. Y, como no podía ser de otra manera, en el pódium se encuentra Ana Boyer (34 años), la hermana de Tamara y fiel confidente de la novia.
La hija de Isabel Preysler nos adelantó hace unas semanas en exclusiva para ¡HOLA! que la elección del look para la boda del año, la de su hermana mayor, era un proceso que le hacía mucha ilusión. “Tenemos muchas ganas de escoger qué ponernos por el día que se trata. Nos hace ilusión sentirnos muy bien”, nos contó. Aconsejada por su estilista de confianza, Cristina Reyes, que también ha acudido al enlace, la mujer de Fernando Verdasco ha lucido un precioso vestido a medida en color verde agua y morado, en ‘cadi’ de seda con escote drapeado off shoulders y falda pareo con fajín. Una recreación del vestido ‘Anita’ que pertenece a la colección de Pedro del Hierro y TFP by Tamara Falcó, que rinde homenaje a las mujeres de la vida de la marquesa de Griñón.
Ana apostó por la sencillez en cuanto a los complementos, y, al igual de Isabel Preysler, que también fue todo un icono de elegancia como madre de la novia y lució unos espectaculares pendientes creados exclusivamente para ella, Ana completó su look con unas preciosas joyas de Rabat. En cuanto al beauty look, Ana Boyer dejó su melena castaña completamente suelta con ligeras ondulaciones, y un make up que apostaba por ser lo más natural posible, con colorete muy discreto que marcase sus pómulos, sombras de ojos para potenciar la mirada, y un poco de color en los labios.
La hermana pequeña de Tamara nunca defrauda con sus estilismos y, sin duda, sabe qué decisiones tomar para no pasar desapercibida y potenciar su envidiable figura. Uno de los elementos claves es el tipo de corte que le favorece: los escotes drapeados. Así lo ha demostrado con el look que ha escogido para la boda de ensueño de Tamara y también en el día de su ‘discreta’ y caribeña boda con Fernando Verdasco en 2017.