La actriz del momento, Margot Robbie (33 años) se ha convertido en Barbie y en la intérprete más fotografiada del momento por la película que ha rodado junto Ryan Gosling (42 años). Una visión nueva de la muñeca más famosa del mundo escrita y dirigida por Greta Gerwig (candidata al Oscar por Lady Bird) y producida por la misma protagonista. Aunque ha sido en Los Ángeles, en medio de la gira mundial de presentación de la película de la mítica muñeca, donde la hemos visto porsar con su verdadero 'Ken', su marido, el realizador británico Tom Ackerley (33 años), con el que ha fundado un sólido matrimonio y la productora LuckyChap Entertainment. De este modo Margot ha unido amor y trabajo junto a su marido.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
En lo más alto de su carrera, enamorada y feliz
Alabada por Martin Scorsese, que la colocó en el mapa gracias a El lobo de Wall Street y Tarantino, que contó con ella para interpretar a Sharon Tate en Érase una vez en Hollywood, la interprete está en la cumbre de su carrera. Junto a su marido disfruta de su éxito. Estaremos pendientes de si la gira de presentación de la película les deja visitar la isla de Formentera, como el año pasado cuando estuvieron acompañados con un grupo de amigos como publicamos en ¡HOLA!.
Su 'Ken' en la vida real
Nacido en Surrey (Inglaterra), hace treinta y dos años, se dedica al mismo medio que su mujer. De hecho, la pareja se conoció en el rodaje de Suite Francaise, donde ella interpretaba a Celine, y él era el tercer asistente de dirección, en 2013. Y como contaba en una entrevista a The Guardian la propia actriz, conocida también por sus papeles de Harley Quinn y Tonya Harding, todo fue muy “loco”. Después de hacer esa película, el equipo se unió tanto, que algunos decidieron mudarse a vivir juntos en una casa enorme. Y lo que comenzó siendo una amistad se convirtió en un romance que los llevó al altar en diciembre de 2016 en una boda que celebraron en Byron Bay con un menú de lo más original: pizza y barbacoa.
“Era soltera y la idea de tener una relación me daba ganas de vomitar. Con Tom fuimos amigos durante mucho tiempo y siempre estuve enamorada de él. Pensaba: ‘Él nunca me amaría’. Me dije: ‘No seas estúpida, dile que te gusta”, contó la actriz en Vogue: “Luego sucedió. Y tiene mucho sentido, de la forma en que nada ha tenido sentido antes”.