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Ya eran amigos entonces. Hoy se han convertido en “muy mejores amigos”. Tanto incluso, que es uno de sus 400 invitados para su boda. La gran boda del año. Cierto es que estas cosas, las de recibir el consabido tarjetón, le pasan a menudo. No en vano, durante meses, se convierte en el hombre más próximo de toda novia. Más que el propio prometido. A él, le confían sus miedos, inquietudes y, también, sus ilusiones en la intimidad de un probador. Cosas que nunca jamás les contarían a su novio porque forman parte del mayor de sus secretos: su vestido. Pero Wes Gordon no suele traspasar esa línea.
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Sabe que escuchar forma parte de su trabajo, agradece el cariño y la generosidad y, amablemente, declina. Sin embargo, Tamara ha puesto su mundo del revés. Porque pese a que el tiempo para la confección del traje, como todo el mundo sabe, se redujo a 54 días, en ese mes y poco, el americano se debía enfrentar a un doble reto: revertir sus nervios y, con aguja, hilo y metros y metros de crepé de seda marfil, hacer de su sueño, una realidad. Arte y magia, pero un tiempo récord. Y ha salido victorioso. Lo que quizás desconocía es que la senda que recorría tenía doble sentido: al mismo tiempo que se esforzaba por complacer a la novia estudiando motivos heráldicos españoles y trasladando a su diseño los viñedos del marqués de Griñón de forma gráfica y moderna, caía rendido placenteramente a su naturalidad. A lo que él mismo, en esta entrevista en exclusiva con ¡HOLA!, califica como “gracia y sofisticación”.
Hablamos con el director creativo de Carolina Herrera y diseñador del sello de costura Carolina Herrera New York, el hombre que está detrás del vestido de novia de Tamara y también del que llevará Isabel Preysler, dos mujeres elegantes, que se conocen muy bien y que están muy seguras de sí mismas pero que, además, están especialmente unidas a la Casa, unos lazos que trascienden gustos o estilos y que tienen que ver más con cosas del corazón. Recordemos por ejemplo que a Isabel y a la gran couturiere de origen venezolano y fundadora de la Firma, les une una gran amistad y, en su día, compartieron también bailes infinitos hasta las 5 de la mañana bajo la bola plateada de Studio 54 cuando ambas eran -y siguen siéndolo- reinas de la elegancia… Tamara y Wes han recogido sendos testigos de sus madres -en el caso del de Illinois, en lo artístico, claro- y ambos revisitan su estilo con un toque extra de osadía y de alegría festiva.
El resultado de unir sus dos joies de vivre y su talento ha sido este vestido de novia, confeccionado integramente en el atelier de Carolina Herrera New York en el 501 de la Séptima Avenida. Dice el diseñador, al frente de la Maison desde 2018, que hay un leit motive que guía los pasos de la Casa y del que él participa con ojos cerrados. “Me gusta la idea de que sólo subir la cremallera de un vestido de Carolina Herrera te debería inspirar a bailar y debería hacerte feliz”. El vestido de Tamara lleva una larga botonadura... Si es ésta una metáfora del gozo y el disfrute, a Tamara le esperan muchas horas de baile.
- Wes, ¿cuál fue la inspiración para el vestido de novia de Tamara?
- El vestido de novia de la Marquesa de Griñón se inspira en su orgullosa herencia española. También incorpora los sellos de diseño de la Casa Herrera, con una silueta llamativa pero audaz, y, por supuesto, atesora las décadas de experiencia en diseño de vestidos de novias que tenemos con una impecable artesanía. El vestido de Tamara es una celebración atemporal del pasado, del presente y el futuro.
- ¿Qué era lo que querías resaltar de su figura? ¿Cuáles son sus puntos fuertes?
- Tamara emana gracia y sofisticación. Mi objetivo era resaltar estas cualidades.
- ¿Tenía Tamara una idea preconcebida de su vestido y trabajásteis a partir de ahí?
- Tamara tenía una visión muy clara de lo que quería, lo que fue de gran ayuda porque teníamos muy poco tiempo para trabajar. Tuvimos varias conversaciones y pruebas para asegurarnos de que ambos looks -el vestido de novia y el vestido de fiesta- fueran perfectos. El vestido combina líneas limpias y arquitectónicas con una inspiración romántica e histórica.
- ¿Marcó el escenario de alguna manera el diseño del vestido?
- ¡Absolutamente! El castillo y los viñedos jugaron un papel muy importante a la hora de diseñar el traje.
- ¿La idea de utilizar la técnica de Zardozi para realizar el bordado fue en esa línea?
- Sí, el bordado ha sido confeccionado por artesanos especializados en esta rara técnica del siglo XII y se completamenta a la perfección con la hermosa tiara que llevará.
- Las flores de madroños y nardos son algo muy español…
- Para Tamara era muy importante que su herencia estuviera bien representada en el vestido. Investigué mucho cuando me lo pidió porque quería asegurarme de que estaba haciendo lo que ella me había pedido. Los motivos de los bordados se inspiran en Madrid y en el escudo de armas del Marquesado de Griñón.
- ¿Cómo ha sido trabajar con Tamara en su vestido? Es una novia que se conoce a sí misma, ¿verdad?
- Ha sido una de las experiencias más increíbles que he vivido… Ha sido un verdadera simbiosis. Te confieso que fue extraordinario ver cómo su visión cobraba vida porque, en el estilo personal de Tamara se combina sin esfuerzo romanticismo con modernidad, y no es fácil. Ya éramos amigos antes, pero nos hemos convertido en muy mejores amigos gracias a este trabajo conjunto.
- Imagino que con el tiempo has debido de desarrollar una psicología especial para comprender los sentimientos y sueños de las novias, ¿no?
- Siempre me aseguro de que nuestras novias se sientan como las versiones más bellas de sí mismas para su gran día. Es un proceso muy íntimo y guardo todos los recuerdos que he tenido con las novias con las que he tenido la suerte de trabajar con muchísimo cariño.
- ¿Qué primaba a la hora de ejecutar el diseño: la espectacularidad? ¿Su impacto en las fotografía de las revistas, en concreto de ¡HOLA!? ¿O la limpieza de las líneas?
- Mi prioridad era que fuera fiel a Tamara y la hiciera sentirse la mujer más hermosa el día de su boda.
- La moda, incluida la moda nupcial, se caracteriza por ser algo volátil, por ser algo que cambia constantemente, sin embargo, la elegancia es algo que perdura, ¿cómo concilias ambos conceptos?
- Glamour , elegancia y belleza son una constante en Carolina Herrera. Mi objetivo es que Tamara, al igual que todas nuestras novias de Carolina Herrera New York, cuando vea, pasada una década, su vestido de novia lo haga con alegría y felicidad.
- Para el diseño del segundo vestido, ¿cuáles fueron las pautas a seguir? La silueta del vestido es menos rígida, fluye, de hecho. ¿Es ese sentimiento-idea lo que estabas buscando?
- El vestido de novia en sí es muy majestuoso, grandioso y dramático. El primer vestido es de ceremonia y el segundo es para el baile y las risas. Tamara y yo queríamos crear algo divertido y ligero.
- ¿Cómo fue el proceso de diseño en este caso? ¿También fue un mano a mano con Tamara?
- Teniendo en cuenta la línea de tiempo extremadamente corta, trabajamos en ambos vestidos simultáneamente. Era un 24 horas juntos.
- ¿La elección del color?
- Elegimos este color porque es muy favorecedor y muy bonito. Tamara quería algo que fuera un color pastel, limpio y, a la vez, suave y llegamos a este después de probar otros tonos diferentes, pero siempre en la gama pastel.
- ¿Qué efecto pretendes provocar con este segundo vestido?
- Celebración y diversión. Una vez que Tamara se cambie a su segundo vestido, quiero que disfrute de una noche inolvidable.
- En cuanto a Isabel, ¿la elección del vestido de Carolina Herrera New York también fue un proceso conjunto con Tamara & Isabel?
- Fue un proceso muy colaborativo entre los tres, sí. Tamara y yo queríamos asegurarnos de que Isabel se sintiera lo mejor y favorecida posible en esta ocasión tan trascendental.
- Isabel es una mujer que conoce a la perfección su figura, sabe lo que le favorece, sabe de su repercusión... y es una de las mujeres más elegantes de España. ¿Ha sido un reto para ti?
- Tamara e Isabel habían visto “el look” en nuestro desfile Primavera Verano 2023 y se habían quedado prendadas de él. A partir de ahí, fue un proceso a tres. Isabel es una verdadera mujer Carolina Herrera: audaz, segura y elegante. Además, es extremadamente amable. Dulce y muy graciosa. Fue realmente un placer trabajar con ella.
- El espléndido estampado de peonías sobre fondo dorado es algo casi revolucionario en el armario de Isabel, ¿cómo llegaste a entender que este era el tejido ideal para ella?
- Este pattern es alegre y complementa el vestido de Tamara. En mi opinión es una obra de arte, con las peonías pintadas a mano. Y el color de fondo es urbano. Es amarillo taxi que resalta aún más con el rosa brillante.
- ¿Qué te ha aportado esta experiencia como profesional?
- Fue un honor tener la oportunidad de trabajar con Tamara y su familia. Me siento muy afortunado porque Tamara e Isabel confiaran en nosotros en este día tan importante.
- ¿Qué opinas de España como fuente de inspiración?
- La cultura y la belleza de España son una fuente inspiración inestimable en mi proceso creativo.