Carmen Sánchez Risco ha trabajado para las principales cadenas de televisión como guionista, directora y presentadora, siempre involucrada en divulgar la historia de una manera amena en múltiples formatos audiovisuales. Ahora, ha escogido a una mujer muy desconocida y vinculada a su tierra, el Trujillo de los Pizarro, para escribir también La primera mestiza (Ed. Harper Collins, 2023), su primera y exitosa novela. En ella descubriremos la historia fascinante de la mestiza Francisca Pizarro Yupanqui, más de 600 páginas para disfrutar con calma este verano.
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- Carmen, para una mujer de Trujillo como tú, dedicar tu primera novela a la hija mestiza de Francisco Pizarro, ¿ha sido un tremendo desafío y a la vez un regalo?
Ha sido un auténtico regalo. El Descubrimiento de América es el mayor hito histórico de todos los tiempos y la conquista de aquellas tierras está muy vinculada a Trujillo por muchos de sus protagonistas. Ese periodo me toca muy de cerca y, aunque hay otras mujeres fascinantes, me enamoré de Francisca porque era la más desconocida y porque la veía cada día en la plaza mayor, asomada al balcón del palacio de la Conquista.
Lo primero que me llamó la atención sobre ella fue saber que se casó con su tío Hernando Pizarro y, también, que su madre fue una ñusta incaica, una princesa hermana de Atahualpa. Simplemente, con estos dos datos, ya me parecía increíble que nadie se hubiera fijado en Francisca y en el potencial de su historia, así que seguí investigando varios años hasta plantearme la realización de un multiformato en torno a ella.
- Tú vienes del mundo audiovisual, ¿fue esa tu primera idea para Francisca Pizarro, hacer una serie? ¿Cómo surgió la novela?
El potencial dramático de Francisca como personaje de ficción me atrapó desde el principio. Me di cuenta de que la vida real de Francisca y de su entorno le daba mil vueltas a cualquier episodio de “Juego de Tronos”. Por ello, al moverme en este mundo, visualicé primero una seria de ficción y, también, un documental, proyectos en los que he venido trabajando desde hace ya varios años.
En cuanto a la novela, me daba muchísimo vértigo afrontarla. Estaba dentro de mí, pero no me atrevía a escribirla. Soy una ávida lectora, admiro profundamente a los escritores de novela histórica y, después de La Primera Mestiza, muchísimo más.
Fue fundamental el empuje de la editorial para animarme a escribirla.
- Francisca es hija de Francisco Pizarro y de la ñusta Quispe Sisa, hermana de Atahualpa. Su padre sabemos que fue asesinado siendo ella niña, pero ¿qué fue de su madre?
Francisco se unió a la madre de Francisca, pero nunca se casó y, luego, la cambió por la viuda de Atahualpa, casando a Quispe Sisa, bautizada como Inés Huaylas, con Francisco de Ampuero.
Entonces, cuando contaba con tan sólo cuatro años de edad, Francisca fue separada de su madre para ser cuidada por su tía Inés Muñoz, pues los Pizarro atendían a una prerrogativa muy de la época, la educación en las costumbres castellanas de sus hijos mestizos. Como Inés Muñoz tuvo siempre buena relación con Inés Huaylas, esto posibilitó que madre e hija mantuvieran algún contacto. Luego, con siete años de edad, asesinaron a su padre Francisco Pizarro.
Francisca no lo tuvo nada fácil desde niña y eso le hizo madurar a marchas forzadas para poder recomponer su vida e identidad.
- Inés Muñoz es otra mujer de novela, fascinante, fuerte y orgullosa. ¿Por qué fue tan importante en la vida de Francisca?
Es su sustento emocional, su segunda madre. Fue la mujer que la escondió, la protegió, la crio y la cuidó. Francisca sobrevivió gracias a la decisión de Inés Muñoz de llevarse a los dos hijos de Francisco Pizarro cuando éste es asesinado, ya que corrían un evidente peligro.
También destacó en su vida el papel de otra mujer, Catalina de la Cueva, criada de Inés Muñoz y que la acompañará siempre. Estas dos mujeres son las que curten la personalidad de Francisca, porque son las que le acompañan y protegen.
Inés Muñoz tiene un novelón, sin duda alguna.
- Francisca se casa con su tío Hernando Pizarro, preso durante veinte años y tuvo con él cinco hijos. ¿Pudo elegir o fue para aunar y conservar el rico patrimonio de los Pizarro?
Tomó la decisión de elegir el mal menor. Francisca, cuando llega a España, es una de las mujeres más ricas de Perú y, también, de Castilla. Lo primero que hace, muestra de una astucia tremenda, fue mentir al rey Carlos para no tener tutor ni curador pese a ser menor de edad y tener sólo 17 años.
En mi opinión, se casó con su tío Hernando para defender el rico patrimonio de los Pizarro y, también, la honra de su apellido paterno, muy baqueteada tras la rebelión y muerte de su otro tío Gonzalo Pizarro tres años antes, en 1548.
Francisca parió en la cárcel a todos sus hijos, a los cinco. Ella no cumplía prisión, entraba y salía de la torre del homenaje del castillo de la Mota, donde cumplía pena su esposo.
- ¿Cómo fue la relación con su tío más joven, con el rebelde Gonzalo Pizarro? ¿Se casó con Hernando, pero amó en realidad a Gonzalo?
Yo creo que sí. Una de las frases más conmovedoras que he encontrado figura en su primer testamento, cuando embarca hacia España tras el asesinato de su tío Gonzalo. Escribe sobre él “…a quien tanto amé e quise mucho, al dicho mi tío” y se preocupa de que las donaciones y cesiones hechas por él a la Orden de la Merced, se cumplan.
Otro detalle importante que he encontrado apunta en esa misma dirección. El retiro preferido de Gonzalo Pizarro era Charcas, en la actual Bolivia, donde él se sentía más a gusto. Pues bien, años después de su trágica muerte, Francisca firmó documentos titulándose como marquesa de Charcas, en lo que supone un claro homenaje a su querido Gonzalo.
- ¿Cuándo Francisca quedó viuda fue cuándo realmente pudo tomar las riendas de su destino?
Con la muerte de Hernando, Francisca entierra la obediencia y su vida anterior. Se convierte en cabeza de familia, tiene permiso y autoridad sobre sus bienes y, entonces, hace lo que le da gana. Entre otras cosas, contraviene el deseo expresado por su primer esposo Hernando de que no volviera a casarse. Hace lo que quiere hacer, sin tener la sombra del deber que ha arrastrado desde niña.
Sobre su segundo esposo, perteneciente a la familia del conde de Puñonrostro, se ha confundido su identidad y circunstancias. No era extremeño ni estaba arruinado, aunque sí pasaba su familia por ciertas dificultades económicas precisamente por los pleitos sobre la titularidad y posesión del condado que les disputaba la familia de Pedro Arias Dávila.
Lo elige Francisca como esposo porque se enamoró de él. Eso se aprecia al leer sus últimas voluntades y los múltiples gestos de amor y defensa hacia su esposo Pedro que en ellas expresa. Fue un matrimonio de verdad, frente al anterior, más de conveniencia y necesidad
- El mestizaje encarnado por Francisca, esa mezcla de sangres, ¿fue la principal y diferenciadora seña de identidad de la conquista española?
El mestizaje es el rasgo diferenciador de la conquista española que no se da en ninguna otra parte. Los españoles no tuvieron colonias, sino reinos de ultramar, y estamos hablando de hombres y mujeres de finales del siglo XV y XVI, que vienen de la Edad Media.
Me parecen mucho más flagrantes las barbaridades que cometieron otros en el siglo XVIII y XIX, cuando se supone que debían tener otra educación y raciocinio.
- Conocida como Francisquita en la corte de Madrid, ¿cómo era percibida en esos años de madurez esa mujer tan exótica y diferente?
Generaba mucha atracción e interés por su exotismo y riquezas, ya que podía considerarse como la infanta de los incas. No creo que pasara desapercibida en el Madrid de la época.
Además, su nueva familia política estaba muy emparentada con el rey, no sólo los Puñonrostro, sino también la familia de la madre. Por ello, estuvo muy cerca del propio rey Felipe II.
También, se sabe que gastó muchísimo dinero en Madrid, no sólo en numerosos pleitos por sus posesiones en Perú sino en festejos, recepciones y banquetes que celebraba en las dos casas que aquí compró: una en la calle del Príncipe y otra en la calle Relatores.