El verano no ha podido empezar mejor para Eugenia Osborne. La hija de Bertín Osborne y Sandra Domecq Williams ha dado el pistoletazo de salida a la época estival con una semana repleta de encantadores planes para todos los gustos. Jornadas de relax bajo los rayos de sol, chapuzones en aguas cristalinas, atardeceres de postal, apetecibles degustaciones culinarias, compañía de excepción con sus dos perritas teckel... Todo, en dos ubicaciones de ensueño, pero muy diferentes entre sí: las Baleares y el norte de España.
Primer destino: Mallorca y sus aguas cristalinas
Eugenia Osborne, que justo antes de emprender esta escapada habló con ¡HOLA! sobre el noviazgo que vive a distancia con Miguel Barreiro, de quien está muy enamorada desde hace cerca de un año, ha exprimido su primer viaje del verano al máximo. Prueba de ello son las instantáneas que ha compartido con su comunidad virtual de más de 200.000 personas, un carrusel de imágenes a las que ha agregado sus correspondientes pies de foto, en los que ha ofrecido detalles sobre lo más destacado de cada jornada, incluyendo los establecimientos hosteleros que ha visitado o las marcas de sus estilismos.
No es de extrañar que Mallorca y Galicia hayan sido los dos destinos elegidos por la psicóloga y fundadora de Home O'clock para arrancar la temporada, en la que ya ha presumido de escultural figura y bronceado. Tanto la isla como el Norte son dos de sus destinos favoritos para desconectar y cargar pilas y, de hecho, ya estuvo en la tierra bañada por el Mediterráneo en abril y en la región del Atlántico el pasado verano, tanto en agosto como en septiembre. En aquella ocasión, de igual modo que ahora, se llevó a sus dos mascotas, Cuba y Berta, que son sus más fieles compañeras de vida y de viajes. "Puestas de sol en Ses Salines. Con la mejor compañía: Cuba, Berta y...", ha escrito junto a dos corazones rojos. En esta ocasión, la creadora de contenido y 'trainer LPF' ha hecho público cuáles son algunos de sus rincones predilectos, desde restaurantes hasta calas.
A sus 37 años, Eugenia atraviesa un dulce momento vital y fiel muestra de ello son estos posados, en los que aparece radiante y con un brillo muy especial en su mirada y dorada tez. "El primer día en Mallorca llegué temprano, así que lo primero que hice fue irme a la playa", ha contado junto a una instantánea que se tomó previamente enfundada en un favorecedor bikini 'tie dye' de Asos. Como gran apasionada de las puestas de sol, ha vivido varias inolvidables, de las que ha subrayado una que fue particularmente mágica: la que contempló desde la Colonia de San Jorge, localidad perteneciente al municipio de Las Salinas, al sur de Mallorca. Para la ocasión escogió un diseño estampado de Antik Batik, firma de estilo boho chic fundada por Gabriella Cortese Rioufol que le sentaba como un guante.
Con sus perritas también disfrutó de un día de sol y playa en las apetecibles aguas de la escondida cala Alconáser, ubicada a quince minutos en coche desde el Gran Hotel Sóller y en la que hay dos varaderos típicos de la costa norte mallorquina. Un sensacional entorno en el que pudo descansar entre sus rocas y vegetación. Otra de sus imprescindibles citas se produjo el quinto día de estancia, cuando ella y su acompañante, al que no menciona pero se intuye que es el abogado y profesor universitario, se desplazaron al restaurante Bodega Barahona - Casa Manolo, en Ses Salines, cuyo menú está a cargo del reputado chef Juan Barahona Vicens. "Uno de mis sitios favoritos", ha admitido Eugenia, que ha aprovechado para recomendar un plato en concreto: los calamares, que son "impresionantes".
Siguiente parada: las Rías Baixas
Tras varias jornadas dejándose maravillar por los encantos de Mallorca, Eugenia hizo las maletas de nuevo y cogió un vuelo con destino las Rías Baixas, la tierra natal del hombre que le ha robado el corazón. "Un cambio de paisaje y de clima, pero que cada vez me enamora más. Aquí me siento tan bien...", ha señalado antes de poner el acento en una de las primeras actividades que hizo nada más llegar. "Cena con vistas, aunque esta vez no es viendo el atardecer, sino viendo la luna salir, tan grande y majestuosa. No sé qué me gusta más...", ha confesado.
La gastronomía norteña también está teniendo un papel protagónico en el viaje, en el que hoy mismo se ha trasladado a la isla de Ons, en el municipio pontevedrés de Bueu, donde ha degustado un tradicional plato de pulpo en Casa Acuña, ha dado un paseo en barco y ha recorrido algunos de sus rincones más célebres, como la iglesia de San Xaquín.