Durante estos años se ha encargado de acompañar a las parejas en los días más importantes de sus vidas. Por ejemplo, Priscila Llorens ha sido la encargada de organizar la preciosa boda del futbolista Aymeric Laporte –jugador de la Selección española y del Manchester City–, aunque también ha sido la maestra de ceremonias en enlaces de muchos otros jugadores. Por otro lado, a lo largo de estos años, la wedding planner ha estado detrás de bodas tan espectaculares, como la de la influencer Alexandra Pereira –antiguamente conocida en redes como Lovely Pepa– o la de Marta Lozano. Priscila habla con ¡HOLA! y desvela las claves para conseguir un ’sí, quiero’ perfecto. Además, nos explica cómo se ha convertido en una de las mejores wedding planners del mundo. No exageramos, porque ha organizado multitudinarias bodas en Italia, Francia e Inglaterra.—Antes de nada, ¿cómo definirías tu trabajo de wedding planner?—Creo que es la figura más importante en la organización de una boda. Digamos que es la persona que coordina todo, todo… Es el punto de unión con los novios, el maestro de la celebración…—Porque te encargas absolutamente de todo. —Sí. Cuando unos novios se prometen, lo primero que recomiendo es que busquen una wedding planner y, luego, que lo cierren todo absolutamente con ella. Pero antes de elegir una finca, un catering… Antes de todo. A veces, las parejas van del boca a oreja y acaban cerrando fincas que luego quizá no se ajustan verdaderamente a lo que ellos necesitan. Entonces, lo mejor es llevar el proyecto desde cero. Pero no por ganar más o menos. Es que hay veces que me vienen bodas y pienso: “Qué pena, porque los novios ya tienen la finca y les hubiese encajado muchísimo otra”. —Cuéntanos, ¿qué bodas conocidas has organizado?—Hemos hecho la boda de Alexandra Pereira, la de Marta Lozano, la de Denis Suárez –exjugador del Barcelona-–… También de gente que quizá no sea tan influyente, pero tiene un presupuestos que son una locura y que han sido bodas espectaculares.—¿Cuál es el mayor presupuesto que has gestionado para una celebración así?—De momento, 550 mil euros. Fue una boda en Marbella y la celebración tuvo lugar entre dos días. Los novios eran de Nueva York y quisieron casarse en la Costa del Sol. —¿Cuáles dirías que son las claves para conseguir una boda perfecta?—Tener una wedding planner que capte tu estilo, tu esencia y sepa muy bien lo que quieres. Pero lo básico y primordial en una boda es el catering. Tiene que ser espectacular porque a la gente le encanta comer y beber. La música también es súper importante. Ha de ser un hilo musical que vaya de menos a más, empezando con algo clásico y elegante para acabar con algo súper divertido. Después, mi punto fuerte son las bodas de tarde noche, con la iluminación y decoración. Por supuesto, también la actitud de los novios.—Eso es crucial.—Se pueden gastar muchísimo dinero, haber traído el mejor catering del mundo y tener una decoración brutal, pero, si los novios van con una actitud pasiva, los invitados lo perciben. En cambio, unos novios que lo dan todo siempre les contagian esa actitud positiva sus invitados. Esto es clave.—A la hora de preparar una boda, ¿qué es lo más costoso o difícil para ti?—Lo más costoso, a nivel económico, es el catering, la iluminación y el sonido. A nivel de organización, diría que la inmediatez. A veces, los novios te piden algo y quieren que sea para ya. España es un país brutal, excepcional y tiene una gastronomía única, pero, a la hora de dar presupuestos, es súper lenta… Puede tardar dos o tres semanas. Un cliente de Estados Unidos está acostumbrado a tenerlo, como mucho, en veinticuatro horas. Luego, si se ralentiza el proceso, el cliente se lo piensa más y hay que dar más vueltas.—Todo se eterniza…—Quizá, en Estados Unidos, tiene más personal o una tecnología más avanzada… En Alemania, los presupuestos van rapidísimo. Pero, aquí, en España, todo es mucho más lento, aunque el resultado luego sea increíble.—Porque has organizado bodas en el extranjero.—Sí, en Inglaterra, en Italia y en Francia, como en el Lago di Como.—¿Cuáles son esos detalles que no se suelen tener en cuenta y que son esenciales?—Para los novios, lo más difícil es organizar las mesas y distribuir a sus invitados. Suelen caer en la tentación de preguntar a los amigos y todo el mundo empieza a decir en qué lugar le gustaría sentarse. Al final, los novios se olvidan de que es su boda y lo tienen que decidir ellos.—¿Qué es lo más excéntrico que te han pedido?—Tantas cosas… Me han llegado a pedir una pantera o un león para que fuera paseándose por el aperitivo. Te lo prometo.—A nivel de artistas, también has gestionado la contratación de figuras muy top, como Il Divo. —Sí. Este año tenemos muchos cantantes famosos que aún no te lo puedo decir y que se desvelarán en breve.—¿Cuál fue esa gran boda que marcó un punto de inflexión en tu carrera?—He tenido muchos influencers, que me han ayudado mucho, pero quizás la que más me ayudó a despegar fue la de Alexandra Pereira. A raíz de esa boda, empezaron a llegar más.—¿Cómo recuerdas ese enlace?—Pues, la verdad, fue increíble. Su marido y ella son encantadores. Lo pasamos un poco mal porque las previsiones eran de lluvia y tuvimos que encargar mil metros cuadrados [de carpas]. Pero, al final, por suerte, no llovió. Sufrimos, pero fue brutal. —¿Qué es lo que más te gustó de esa boda?—La decoración. También me encantaron ellos como pareja. Creo que se respetan muchísimo y tienen una conexión que he visto en muy pocos novios.—¿Cómo viste la boda de Marta Lozano?—Fue súper divertida. Diría que la de Alexandra y Ghassan fue súper elegante, súper chic… Marta y Loren son como más fiesta, muy divertidos y con un punto juvenil… Son muy de sus amigos. Son perfiles completamente diferentes, pero, a la vez, se quieren muchísimo. Mucho.—¿Con qué te quedas de la boda de Marta?—Con la discoteca, que hicimos tipo circo. Fue muy divertida. Destacó la elegancia, porque Marta también es muy elegante. Todo estuvo cuidado muy al detalle: con los perfumes Dior, las servilletas personalizadas con las iniciales… Además, la gente se lo pasó muy bien. —¿Te sueles quedar hasta el final de la celebración?—Sí. Bueno, ahora ya voy creciendo y tengo más equipo, aunque siempre me quedo una hora o dos después de que empiece la discoteca. Luego, lo delego a mi segundo equipo, que hace en el turno de noche y controla que todo esté fenomenal. Claro, es que muchas veces, al día siguiente, tenemos otro evento y me tengo que levantar pronto.—¿Cuál ha sido la boda más multitudinaria que has organizado?—Una de 700 invitados en Barcelona.—¿La de Enrique Tomás –empresario conocido por los jamones ibéricos y embutidos– que tuviste el año pasado?—No, esa fueron 500 invitados. La de los 700 era una boda de novios no conocidos. —¿Y la boda con la que te has quedado más satisfecha?—Todas, todas han sido increíbles. No tengo ninguna preferencia por ninguna y todas me han parecido brutales. Es verdad que, cada año, quiero más y más cosas nuevas. Por eso, si echo la vista atrás, pienso que podría haber hecho más.—¿Cuántas bodas tienes para este año?—Veintiocho. Pero como si fuesen sesenta, porque tienen su preboda, boda y post boda… Este año, nos hemos encargado de las de influencers internacionales. Una es de de Dubai y se llama Mina Al Sheikly –4,2 millones de seguidores–. También nos han contratado varios futbolistas: Pablo Fornals –centrocampista del West Ham United FC, de la Premier League británica–, Cristian Tello –que juega en el equipo Al-Fateh, de la liga saudí–, Rubén Yáñez –jugador del Sporting de Gijón–. Todos han pasado por el Barça.—¿Cuáles son las características que ha de tener una wedding planner perfecta?—Cada wedding planner es ideal para un tipo de cliente. Al final, la competencia es súper sana y no hay que tener miedo a ella. Al contrario. Es una profesión que está ganando mucha fuerza y tenemos que hacerlo bien todas y estar unidas.—¿Cuáles son las cualidades de una buena wedding planner?—Ser súper organizada pero, a la vez, flexible. Si eres muy organizada y cerrada, te vas a volver loca cuando tengas cualquier cambio, porque todo cambia constantemente. También es importante tu look, la manera de presentarte ante los clientes: la forma de vestir, de hablar, la educación… Todo ello lo verán reflejado en su boda. Si eres súper elegante o, por ejemplo, vistes con tonos más azules, significa que eres más cariñosa… O si vas de negro… Cada una tiene su perfil y encaja mejor con un cliente que con otro.—Entonces, hay que tener también mucha psicología y cuidar hasta la ropa.—Tienes que cuidar absolutamente todo. Depende de cómo hables o el tono de la conversación. Una boda es es algo muy sentimental y afecta mucho a las novias. Por eso, hay que ser muy cariñosa y tener mucho cuidado con todo.—Además, hay que gestionar bien ese estrés, porque estarás sometida a un nivel de presión muy alto. —La verdad es que sí, Cada vez más, la gente gasta más dinero y, al final, esto genera mucho más estrés. A medida que todo crece, todo se complica. Pero, a la vez, es la gracia, ¿no? Es como todo, cuando tú creces, pues todo se complica.—¿Cuántas personas forman parte de tu equipo?—Ahora somos seis personas, contando conmigo y ya estamos full time. A las bodas vamos los seis. El año pasado, que fue el más intenso, tuvimos cincuenta y cuatro… Hubo que dedicarle muchísimo tiempo. Luego, siempre estamos aprendiendo, sabiendo que hay que crecer y mejorar.—¿Cómo empezaste en la profesión?Durante estos años se ha encargado de acompañar a las parejas en los días más importantes de sus vidas. Por ejemplo, Priscila Llorens ha sido la encargada de organizar la preciosa boda del futbolista Aymeric Laporte –jugador de la Selección española y del Manchester City–, aunque también ha sido la maestra de ceremonias en enlaces de muchos otros jugadores. Por otro lado, a lo largo de estos años, la wedding planner ha estado detrás de bodas tan espectaculares, como la de la influencer Alexandra Pereira –antiguamente conocida en redes como Lovely Pepa– o la de Marta Lozano. Priscila habla con ¡HOLA! y desvela las claves para conseguir un ’sí, quiero’ perfecto. Además, nos explica cómo se ha convertido en una de las mejores wedding planners del mundo. No exageramos, porque ha organizado multitudinarias bodas en Italia, Francia e Inglaterra.—Antes de nada, ¿cómo definirías tu trabajo de wedding planner?—Creo que es la figura más importante en la organización de una boda. Digamos que es la persona que coordina todo, todo… Es el punto de unión con los novios, el maestro de la celebración…—Porque te encargas absolutamente de todo. —Sí. Cuando unos novios se prometen, lo primero que recomiendo es que busquen una wedding planner y, luego, que lo cierren todo absolutamente con ella. Pero antes de elegir una finca, un catering… Antes de todo. A veces, las parejas van del boca a oreja y acaban cerrando fincas que luego quizá no se ajustan verdaderamente a lo que ellos necesitan. Entonces, lo mejor es llevar el proyecto desde cero. Pero no por ganar más o menos. Es que hay veces que me vienen bodas y pienso: “Qué pena, porque los novios ya tienen la finca y les hubiese encajado muchísimo otra”. —Cuéntanos, ¿qué bodas conocidas has organizado?—Hemos hecho la boda de Alexandra Pereira, la de Marta Lozano, la de Denis Suárez –exjugador del Barcelona-–… También de gente que quizá no sea tan influyente, pero tiene un presupuestos que son una locura y que han sido bodas espectaculares.—¿Cuál es el mayor presupuesto que has gestionado para una celebración así?—De momento, 550 mil euros. Fue una boda en Marbella y la celebración tuvo lugar entre dos días. Los novios eran de Nueva York y quisieron casarse en la Costa del Sol. —¿Cuáles dirías que son las claves para conseguir una boda perfecta?—Tener una wedding planner que capte tu estilo, tu esencia y sepa muy bien lo que quieres. Pero lo básico y primordial en una boda es el catering. Tiene que ser espectacular porque a la gente le encanta comer y beber. La música también es súper importante. Ha de ser un hilo musical que vaya de menos a más, empezando con algo clásico y elegante para acabar con algo súper divertido. Después, mi punto fuerte son las bodas de tarde noche, con la iluminación y decoración. Por supuesto, también la actitud de los novios.—Eso es crucial.—Se pueden gastar muchísimo dinero, haber traído el mejor catering del mundo y tener una decoración brutal, pero, si los novios van con una actitud pasiva, los invitados lo perciben. En cambio, unos novios que lo dan todo siempre les contagian esa actitud positiva sus invitados. Esto es clave.—A la hora de preparar una boda, ¿qué es lo más costoso o difícil para ti?—Lo más costoso, a nivel económico, es el catering, la iluminación y el sonido. A nivel de organización, diría que la inmediatez. A veces, los novios te piden algo y quieren que sea para ya. España es un país brutal, excepcional y tiene una gastronomía única, pero, a la hora de dar presupuestos, es súper lenta… Puede tardar dos o tres semanas. Un cliente de Estados Unidos está acostumbrado a tenerlo, como mucho, en veinticuatro horas. Luego, si se ralentiza el proceso, el cliente se lo piensa más y hay que dar más vueltas.—Todo se eterniza…—Quizá, en Estados Unidos, tiene más personal o una tecnología más avanzada… En Alemania, los presupuestos van rapidísimo. Pero, aquí, en España, todo es mucho más lento, aunque el resultado luego sea increíble.—Porque has organizado bodas en el extranjero.—Sí, en Inglaterra, en Italia y en Francia, como en el Lago di Como.—¿Cuáles son esos detalles que no se suelen tener en cuenta y que son esenciales?—Para los novios, lo más difícil es organizar las mesas y distribuir a sus invitados. Suelen caer en la tentación de preguntar a los amigos y todo el mundo empieza a decir en qué lugar le gustaría sentarse. Al final, los novios se olvidan de que es su boda y lo tienen que decidir ellos.—¿Qué es lo más excéntrico que te han pedido?—Tantas cosas… Me han llegado a pedir una pantera o un león para que fuera paseándose por el aperitivo. Te lo prometo.—A nivel de artistas, también has gestionado la contratación de figuras muy top, como Il Divo. —Sí. Este año tenemos muchos cantantes famosos que aún no te lo puedo decir y que se desvelarán en breve.—¿Cuál fue esa gran boda que marcó un punto de inflexión en tu carrera?—He tenido muchos influencers, que me han ayudado mucho, pero quizás la que más me ayudó a despegar fue la de Alexandra Pereira. A raíz de esa boda, empezaron a llegar más.—¿Cómo recuerdas ese enlace?—Pues, la verdad, fue increíble. Su marido y ella son encantadores. Lo pasamos un poco mal porque las previsiones eran de lluvia y tuvimos que encargar mil metros cuadrados [de carpas]. Pero, al final, por suerte, no llovió. Sufrimos, pero fue brutal. —¿Qué es lo que más te gustó de esa boda?—La decoración. También me encantaron ellos como pareja. Creo que se respetan muchísimo y tienen una conexión que he visto en muy pocos novios.—¿Cómo viste la boda de Marta Lozano?—Fue súper divertida. Diría que la de Alexandra y Ghassan fue súper elegante, súper chic… Marta y Loren son como más fiesta, muy divertidos y con un punto juvenil… Son muy de sus amigos. Son perfiles completamente diferentes, pero, a la vez, se quieren muchísimo. Mucho.—¿Con qué te quedas de la boda de Marta?—Con la discoteca, que hicimos tipo circo. Fue muy divertida. Destacó la elegancia, porque Marta también es muy elegante. Todo estuvo cuidado muy al detalle: con los perfumes Dior, las servilletas personalizadas con las iniciales… Además, la gente se lo pasó muy bien. —¿Te sueles quedar hasta el final de la celebración?—Sí. Bueno, ahora ya voy creciendo y tengo más equipo, aunque siempre me quedo una hora o dos después de que empiece la discoteca. Luego, lo delego a mi segundo equipo, que hace en el turno de noche y controla que todo esté fenomenal. Claro, es que muchas veces, al día siguiente, tenemos otro evento y me tengo que levantar pronto.—¿Cuál ha sido la boda más multitudinaria que has organizado?—Una de 700 invitados en Barcelona.—¿La de Enrique Tomás –empresario conocido por los jamones ibéricos y embutidos– que tuviste el año pasado?—No, esa fueron 500 invitados. La de los 700 era una boda de novios no conocidos. —¿Y la boda con la que te has quedado más satisfecha?—Todas, todas han sido increíbles. No tengo ninguna preferencia por ninguna y todas me han parecido brutales. Es verdad que, cada año, quiero más y más cosas nuevas. Por eso, si echo la vista atrás, pienso que podría haber hecho más.—¿Cuántas bodas tienes para este año?—Veintiocho. Pero como si fuesen sesenta, porque tienen su preboda, boda y post boda… Este año, nos hemos encargado de las de influencers internacionales. Una es de de Dubai y se llama Mina Al Sheikly –4,2 millones de seguidores–. También nos han contratado varios futbolistas: Pablo Fornals –centrocampista del West Ham United FC, de la Premier League británica–, Cristian Tello –que juega en el equipo Al-Fateh, de la liga saudí–, Rubén Yáñez –jugador del Sporting de Gijón–. Todos han pasado por el Barça.—¿Cuáles son las características que ha de tener una wedding planner perfecta?—Cada wedding planner es ideal para un tipo de cliente. Al final, la competencia es súper sana y no hay que tener miedo a ella. Al contrario. Es una profesión que está ganando mucha fuerza y tenemos que hacerlo bien todas y estar unidas.—¿Cuáles son las cualidades de una buena wedding planner?—Ser súper organizada pero, a la vez, flexible. Si eres muy organizada y cerrada, te vas a volver loca cuando tengas cualquier cambio, porque todo cambia constantemente. También es importante tu look, la manera de presentarte ante los clientes: la forma de vestir, de hablar, la educación… Todo ello lo verán reflejado en su boda. Si eres súper elegante o, por ejemplo, vistes con tonos más azules, significa que eres más cariñosa… O si vas de negro… Cada una tiene su perfil y encaja mejor con un cliente que con otro.—Entonces, hay que tener también mucha psicología y cuidar hasta la ropa.—Tienes que cuidar absolutamente todo. Depende de cómo hables o el tono de la conversación. Una boda es es algo muy sentimental y afecta mucho a las novias. Por eso, hay que ser muy cariñosa y tener mucho cuidado con todo.—Además, hay que gestionar bien ese estrés, porque estarás sometida a un nivel de presión muy alto. —La verdad es que sí, Cada vez más, la gente gasta más dinero y, al final, esto genera mucho más estrés. A medida que todo crece, todo se complica. Pero, a la vez, es la gracia, ¿no? Es como todo, cuando tú creces, pues todo se complica.—¿Cuántas personas forman parte de tu equipo?—Ahora somos seis personas, contando conmigo y ya estamos full time. A las bodas vamos los seis. El año pasado, que fue el más intenso, tuvimos cincuenta y cuatro… Hubo que dedicarle muchísimo tiempo. Luego, siempre estamos aprendiendo, sabiendo que hay que crecer y mejorar.—¿Cómo empezaste en la profesión?
Durante estos años se ha encargado de acompañar a las parejas en los días más importantes de sus vidas. Por ejemplo, Priscila Llorens ha sido la encargada de organizar la preciosa boda del futbolista Aymeric Laporte –jugador de la Selección española y del Manchester City–, aunque también ha sido la maestra de ceremonias en enlaces de muchos otros jugadores.
Por otro lado, a lo largo de estos años, la wedding planner ha estado detrás de bodas tan espectaculares, como la de la influencer Alexandra Pereira –antiguamente conocida en redes como Lovely Pepa– o la de Marta Lozano. Priscila habla con ¡HOLA! y desvela las claves para conseguir un “sí, quiero” perfecto. Además, nos explica cómo, a sus 33 años, se ha convertido en una de las mejores wedding planners del mundo. No exageramos, porque ha organizado multitudinarias bodas en Italia, Francia e Inglaterra.
—Antes de nada, ¿cómo definirías tu trabajo de wedding planner?
—Creo que es la figura más importante en la organización de una boda. Digamos que es la persona que coordina todo, todo… Es el punto de unión con los novios, el maestro de la celebración…
—Porque te encargas absolutamente de todo.
—Sí. Cuando unos novios se prometen, lo primero que recomiendo es que busquen una wedding planner y, luego, que lo cierren todo absolutamente con ella. Pero antes de elegir una finca, un catering… Antes de todo. A veces, las parejas van del boca a oreja y acaban cerrando fincas que luego quizá no se ajustan verdaderamente a lo que ellos necesitan. Entonces, lo mejor es llevar el proyecto desde cero. Pero no por ganar más o menos. Es que hay veces que me vienen bodas y pienso: “Qué pena, porque los novios ya tienen la finca y les hubiese encajado muchísimo otra”.
—Cuéntanos, ¿qué bodas conocidas has organizado?
—Hemos hecho la boda de Alexandra Pereira, la de Marta Lozano, la de Denis Suárez –exjugador del Barcelona–…También de gente que quizá no sea tan influyente, pero tiene un presupuestos que son una locura y que han sido bodas espectaculares.
—¿Cuál es el mayor presupuesto que has gestionado para una celebración así?
—De momento, 550 mil euros. Fue una boda en Marbella y la celebración tuvo lugar entre dos días. Los novios eran de Nueva York y quisieron casarse en la Costa del Sol.
—¿Cuáles dirías que son las claves para conseguir una boda perfecta?
—Tener una wedding planner que capte tu estilo, tu esencia y sepa muy bien lo que quieres. Pero lo básico y primordial en una boda es el catering. Tiene que ser espectacular porque a la gente le encanta comer y beber. La música también es súper importante. Ha de ser un hilo musical que vaya de menos a más, empezando con algo clásico y elegante para acabar con algo súper divertido. Después, mi punto fuerte son las bodas de tarde noche, con la iluminación y decoración. Por supuesto, también la actitud de los novios.
—Eso es crucial.
—Se pueden gastar muchísimo dinero, haber traído el mejor catering del mundo y tener una decoración brutal, pero, si los novios van con una actitud pasiva, los invitados lo perciben. En cambio, unos novios que lo dan todo siempre les contagian esa actitud positiva sus invitados. Esto es clave.
—A la hora de preparar una boda, ¿qué es lo más costoso o difícil para ti?
—Lo más costoso, a nivel económico, es el catering, la iluminación y el sonido. A nivel de organización, diría que la inmediatez. A veces, los novios te piden algo y quieren que sea para ya. España es un país brutal, excepcional y tiene una gastronomía única, pero, a la hora de dar presupuestos, es súper lenta… Puede tardar dos o tres semanas. Un cliente de Estados Unidos está acostumbrado a tenerlo, como mucho, en veinticuatro horas. Luego, si se ralentiza el proceso, el cliente se lo piensa más y hay que dar más vueltas.
—Todo se eterniza…
—Quizá, en Estados Unidos, tiene más personal o una tecnología más avanzada… En Alemania, los presupuestos van rapidísimo. Pero, aquí, en España, todo es mucho más lento, aunque el resultado luego sea increíble.
—Porque has organizado bodas en el extranjero.
—Sí, en Inglaterra, en Italia y en Francia, como en el Lago di Como.
“La boda que me ayudó a despegar fue la de Alexandra Pereira. A raíz de ella, empezaron a llegar más”
—¿Cuáles son esos detalles que no se suelen tener en cuenta y que son esenciales?
—Para los novios, lo más difícil es organizar las mesas y distribuir a sus invitados. Suelen caer en la tentación de preguntar a los amigos y todo el mundo empieza a decir en qué lugar le gustaría sentarse. Al final, los novios se olvidan de que es su boda y lo tienen que decidir ellos.
—¿Qué es lo más excéntrico que te han pedido?
—Tantas cosas… Me han llegado a pedir una pantera o un león para que fuera paseándose por el aperitivo. Te lo prometo.
—A nivel de artistas, también has gestionado la contratación de figuras muy top, como Il Divo.
—Sí. Este año tenemos muchos cantantes famosos que aún no te lo puedo decir y que se desvelarán en breve.
—¿Cuál fue esa gran boda que marcó un punto de inflexión en tu carrera?
—He tenido muchos influencers, que me han ayudado mucho, pero quizás la que más me ayudó a despegar fue la de Alexandra Pereira. A raíz de esa boda, empezaron a llegar más.
—¿Cómo recuerdas ese enlace?
—Pues, la verdad, fue increíble. Su marido y ella son encantadores. Lo pasamos un poco mal porque las previsiones eran de lluvia y tuvimos que encargar mil metros cuadrados [de carpas]. Pero, al final, por suerte, no llovió. Sufrimos, pero fue brutal.
—¿Qué es lo que más te gustó de esa boda?
—La decoración. También me encantaron ellos como pareja. Creo que se respetan muchísimo y tienen una conexión que he visto en muy pocos novios.
—¿Cómo viste la boda de Marta Lozano?
—Fue súper divertida. Diría que la de Alexandra y Ghassan fue súper elegante, súper chic… Marta y Loren son como más fiesta, muy divertidos y con un punto juvenil… Son muy de sus amigos. Son perfiles completamente diferentes, pero, a la vez, se quieren muchísimo. Mucho.
—¿Con qué te quedas de la boda de Marta?
—Con la discoteca, que hicimos tipo circo. Fue muy divertida. Destacó la elegancia, porque Marta también es muy elegante. Todo estuvo cuidado muy al detalle: con los perfumes Dior, las servilletas personalizadas con las iniciales… Además, la gente se lo pasó muy bien.
“La boda de Marta Lozano fue muy divertida. También destacó la elegancia, porque ella es muy elegante. Todo estuvo cuidado muy al detalle”
—¿Te sueles quedar hasta el final de la celebración?
—Sí. Bueno, ahora ya voy creciendo y tengo más equipo, aunque siempre me quedo una hora o dos después de que empiece la discoteca. Luego, lo delego a mi segundo equipo, que hace en el turno de noche y controla que todo esté fenomenal. Claro, es que muchas veces, al día siguiente, tenemos otro evento y me tengo que levantar pronto.
—¿Cuál ha sido la boda más multitudinaria que has organizado?
—Una de 700 invitados en Barcelona.
—¿La de Enrique Tomás –empresario conocido por los jamones ibéricos y embutidos– que tuviste el año pasado?
—No, esa fueron 500 invitados. La de los 700 era una boda de novios no conocidos.
—¿Y la boda con la que te has quedado más satisfecha?
—Todas, todas han sido increíbles. No tengo ninguna preferencia por ninguna y todas me han parecido brutales. Es verdad que, cada año, quiero más y más cosas nuevas. Por eso, si echo la vista atrás, pienso que podría haber hecho más.
—¿Cuántas bodas tienes para este año?
—Veintiocho. Pero como si fuesen sesenta, porque tienen su preboda, boda y post boda… Este año, nos hemos encargado de las de influencers internacionales. Una es de de Dubai y se llama Mina Al Sheikly –4,2 millones de seguidores–. Esta temporada también es la de varios futbolistas: Pablo Fornals –centrocampista del West Ham United FC, de la Premier League británica–, Cristian Tello –que juega en el equipo Al-Fateh, de la liga saudí-. Todos han pasado por el Barça.
—¿Cuáles son las características que ha de tener una wedding planner perfecta?
—Cada wedding planner es ideal para un tipo de cliente. Al final, la competencia es súper sana y no hay que tener miedo a ella. Al contrario. Es una profesión que está ganando mucha fuerza y tenemos que hacerlo bien todas y estar unidas.
—¿Cuáles son las cualidades de una buena en tu profesión?
—Ser súper organizada pero, a la vez, flexible. Si eres muy organizada y cerrada, te vas a volver loca cuando tengas cualquier cambio, porque todo cambia constantemente. También es importante tu look, la manera de presentarte ante los clientes: la forma de vestir, de hablar, la educación… Todo ello lo verán reflejado en su boda. Si eres súper elegante o, por ejemplo, vistes con tonos más azules, significa que eres más cariñosa… O si vas de negro… Cada una tiene su perfil y encaja mejor con un cliente que con otro.
—Entonces, hay que tener también mucha psicología y cuidar hasta la ropa.
—Tienes que cuidar absolutamente todo. Depende de cómo hables o el tono de la conversación. Una boda es es algo muy sentimental y afecta mucho a las novias. Por eso, hay que ser muy cariñosa y tener mucho cuidado con todo.
—Además, hay que gestionar bien ese estrés, porque estarás sometida a un nivel de presión muy alto.
—La verdad es que sí, Cada vez más, la gente gasta más dinero y, al final, esto genera mucho más estrés. A medida que todo crece, todo se complica. Pero, a la vez, es la gracia, ¿no? Es como todo, cuando tú creces, pues todo se complica.
—¿Cuántas personas forman parte de tu equipo?
—Ahora somos seis personas, contando conmigo y ya estamos full time. A las bodas vamos los seis. El año pasado, que fue el más intenso, tuvimos cincuenta y cuatro… Hubo que dedicarle muchísimo tiempo. Luego, siempre estamos aprendiendo, sabiendo que hay que crecer y mejorar.
—¿Cómo empezaste en la profesión?
—Suena a niña pequeña, pero es la realidad: cuando era niña, vi la película Planes de boda, de Jennifer López. Me acuerdo que le dije a mi madre: “De mayor mamá, me dedicaré a esto”. Mi madre me contestó que no existía y le dije que ya vería que sí. Cuando empecé a trabajar, estuve en la radio, presentando programa en la tele… Luego, estuve en La Caixa Marketing… Estuve en muchísimos sitios, organizando eventos. Los eventos en sí me parecían como frívolos. Una vez, una amiga de mi madre me dejó colaborar en una boda y vi que eso era lo que me llenaba realmente. Ese día es irrepetible y es una vez en la vida entre dos personas. Lo encuentro algo súper especial. Es lo que hace que siga dedicándome a ello.