Un exempleado de OceanGate Expeditions, la empresa responsable del malogrado submarino Titan, envió hace un par de años un correo electrónico a otro exasociado de la empresa en el que ponía de manifiesto las carencias de seguridad que sufría la nave a la vez que lanzaba una dura advertencia al director ejecutivo de la compañía, Stockton Rush, quien acabó perdiendo la vida junto a cuatro personas más cuando el mencionado sumergible implosionó en el océano cuando se disponía a explorar los restos del Titanic.
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David Lochridge, exdirector de operaciones marinas de OceanGate que trabajó en la compañía entre 2015 y 2018 y que fue despedido después de expresar su preocupación por la seguridad del Titán durante gran parte de su proceso de construcción, parecía tener muy claro cuál sería el trágico final del submarino si no se atajaban a tiempo sus numerosos problemas.
"No quiero que se me considere un aguafiestas, pero me preocupa que se mate a sí mismo y a otros en una "búsqueda para aumentar su ego" escribía Lochridge en el mencionado correo dirigido a Rob McCallum, un asociado del proyecto que se desvinculó por las preocupaciones de no clasificar el vehículo por una agencia de certificación marina."Me considero bastante intrépido y atrevido a la hora de hacer cosas peligrosas, pero ese submarino es un accidente a punto de ocurrir" añadía el exdirector de operaciones en el mail. “No hay forma en la que pudieran haberme pagado para bucear con esa cosa” acaba sentenciando el veterano buzo.
Días antes de enviar este premonitorio correo y, tal y como señala el diario Daily Mail, Lochridge inspeccionó minuciosamente el submarino, con el que estaba extremadamente familiarizado, y rápidamente encontró una lista infinita de fallos, descubrió pegamento que se salía de las juntas, pernos de montaje colocados incorrectamente, problemas en el techo del submarino, orificios de inmersión visibles, uniones hechas con bridas, pero si había algo que preocupaba especialmente al exdirector de operaciones marinas de OceanGate era era el núcleo de fibra de carbono, un material bastante dudoso para este tipo de naves y que era, al fin y al babo el responsable de mantener vivos a los pasajeros en las profundidades heladas donde residen los restos del Titanic y que fue el que finalmente falló.
El sumergible OceanGate llevaba aproximadamente 1 hora y 45 minutos de inmersión cuando se le perdió la señal y la comunicación. Tras varios días de angustiosa búsqueda, las autoridades confirmaron que el Titán había sufrido una "implosión catastrófica" y que los cinco hombres que viajaban a bordo el jefe de la expedición, Stockton Rush, de 61 años; el experto francés en el Titanic, Paul-Henri Nargeolet, de 77 años; el aventurero multimillonario británico Hamish Harding, de 58 años; y el empresario paquistaní Shahzada Dawood, de 58 años, quien iba acompañado por su hijo, Suleman, de 19. habían perdido instantáneamente la vida.