Sebastian Harris, tenía tan solo 13 años cuando, animado por su padre, el explorador de renombre mundial G. Michael Harris, se embarcó en la aventura más trepidante de su vida: sumergirse a más de 3.800 metros de profundidad para ver de cerca los restos del Titanic.
Así fueron los últimos minutos con vida de los cinco pasajeros del submarino Titan
Corría el año 2005 y el adolescente, su padre y un experimentado piloto usaron un sumergible ruso llamado Mir II para llevar a cabo esta expedición. Sin embargo durante el trayecto que duró algo más de 12 horas el submarino sufrió un problema de seguridad y al igual que ha ocurrido con el sumergible Titan que implosionó en el océano a tan solo 400 metros del famoso naufragio, su viaje casi acaba en una tragedia.
“Tuvimos un pequeño problema de seguridad. De repente, nuestros niveles de oxígeno comenzaron a caer y me quedé inconsciente mientras nos zambullíamos”, ha revelado Sebastian, que ahora tiene 31 años, al medio The Sun. El por aquel entonces adolescente agregó que ni su padre ni el tripulante de la nave perdieron el conocimiento, “de lo contrario, podría haber sido fatal” y gracias a ello pudieron continuar con su travesía. “Teníamos medidores dentro del submarino que mostraban niveles de oxígeno más bajos de lo normal. Así que los pusieron en marcha y después recobré el conocimiento” ha explicado Harris.
El joven, cuyo padre ha liderado múltiples expediciones en todo el mundo, sobre todo sus numerosos viajes al lugar del naufragio del Titanic, ha señalado que jamás se hubiera montado a bordo del sumergible Titan debido a su gran falta de seguridad. No puedo decir que lo haría, no", le dijo a The Sun. “El sumergible Mir en el que me subí tenía varios cientos de inmersiones registradas antes de partir y el Titan, no” añadía.
El Titán comenzó su inmersión hacia los restos del Titanic a las 8 a.m. del 18 de junio con cinco pasajeros a bordo: el director ejecutivo de la compañía detrás de la expedición, Stockton Rush, de 61 años; el experto francés en el Titanic, Paul-Henri Nargeolet, de 77 años; el aventurero multimillonario británico Hamish Harding, de 58 años; y el empresario paquistaní Shahzada Dawood, de 58 años, que iba con su hijo, Suleman, de 19. Una hora y 45 minutos después de la inmersión, a las 9.45 a.m., se perdió el contacto total con el sumergible. Ahora se sabe que la Marina de los EE. UU. registró el sonido de una implosión en ese punto. Cinco días después, se encontraron restos del submarino en el fondo del mar, a 487 metros del Titanic.