Tiene más de 6,6 millones de seguidores en TikTok, y 1, 6 millones en Instagram y en pocas horas se enfrenta al que será su nuevo reto. Subirse al ring para boxear por primera vez en su vida. Marina Rivers Se enfrentará a otra influencer de mismo apellido, Samy Rivers, esta mexicana, en La Velada del Año 3, el macro evento creado por Ibai Llanos donde los creadores de contenido se convierten en púgiles por una noche. Aunque solo sean unos minutos en el cuadrilátero, detrás hay cuatro meses de duro entrenamiento para ponerse en forma y aprender a lanzar ganchos y parar goles. En las redes, Marina ya lo hace, especialmente cuando tiene que enfrentarse a sus haters . Hablamos con ella a punto de ponerse los guantes en un combate ante más de 60.000 personas en el estadio Cívitas Metropolitano.
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- Cuéntanos ¿cómo surge la oportunidad de la Velada del Año?
- La aventura de La Velada del Año fue como muy imprevista. Me lo propusieron dos días antes de la presentación de los combates. Yo lo había dicho un par de veces en redes sociales de broma cuando descubrí que hay otra chica en México que se llamaba igual que yo y se dedicaba un poco a lo mismo, aunque fuesen tweets y yo en TikTok. Y luego, cuando vi como que medía y pesaba más o menos como yo dije: “sería súper gracioso pegarnos como “Rivers contra Rivers”. Y lo dije de broma en un directo de Twitch. Y no sé si lo escucharon, si lo vieron, si les pareció buena idea, pero me llamaron al día siguiente. Y la verdad, me apunté sin pensarlo. Y dije que sí, básicamente, porque me gustan los retos, me gustan las aventuras. Hacía mucho tiempo que ya no estaba motivada con el deporte, porque yo hice diez años balonmano, pero lo tuve que dejar cuando empecé la universidad y el tema de las redes, porque no me daba la vida.
- ¿Quién te convence de subirte al ring?
- Toda mi vida he estado haciendo deporte, natación, balonmano, ballet, flamenco, y pensé que era una oportunidad guay de volver a incluir el deporte en mi vida. Y además delante de 60.000 personas un estadio…y me lancé a la piscina. No sabía absolutamente nada de boxeo, jamás había visto una pelea en mi vida, pero pensé “de perdidos al río”.
- ¿Cuándo conociste a Ibai Llanos?
- Conocí a Ibai el día de la presentación de los combates. Y fenomenal. Le estoy muy agradecida, también del trato durante todo este tiempo y de velar siempre porque nosotros estemos bien. Me ha hecho mucha ilusión que me den la oportunidad y ser la primera persona ajena del mundo de Twitch, que se pega, bueno, ha habido artistas, pero del mundo de TikTok como que no había ninguna persona en este evento.
- ¿No habías boxeado nunca, entonces?
- No, nunca. Jamás me había llamado la atención ningún tipo de deporte de artes marciales ni de contacto. Sí había pensado en alguna ocasión que estaría genial hacer algún deporte tipo Muay Thai, Kickboxing o Karate, como una forma de defensa si me llegase a pasar algo. Nunca mi forma de solucionar las cosas ha sido la violencia y jamás he tenido esa necesidad.
- ¿Cuánto tiempo has tenido que entrenar?
- He estado entrenando cuatro meses a tope, seis días a la semana y alguna vez hemos doblado entrenamientos de mañana y tarde y solo hacíamos entrenamientos de boxeo y entrenamiento de gimnasio aplicado al boxeo. O sea, muy, muy heavy. Y a esto se unían los nervios cuando empecé todo esto, cuando no sabía si me iba a gustar el deporte, cuando no sabía si iba a estar a gusto con los entrenadores; cuando no sabía si iba a ser capaz de ser hábil, y tampoco sabía lo que era que me pegaran en la cara y yo tampoco había pegado a nadie en la cara. No sabía la sensación, no sabía si me iba a gustar o no, si iba a ser capaz y estaba histérica.
- A pocas horas de subirte al ring ¿tienes nervios, cierto miedo, emoción? ¿Qué piensas en estos momentos?
- Ahora ya con todo el trabajo hecho, con todas las amistades que me llevo de este deporte, todas las enseñanzas y todos los buenos ratos, la verdad es que estoy súper tranquila. Estoy muy contenta con el trabajo realizado. Sé que cuando salga ya al ring sí me voy a volver aponer nerviosa, pero llevo dos semanas súper tranquila porque el deporte me gusta, por estar tan a gusto con la gente con la que estoy, tener tanta confianza y porque la preparación ha ido increíble y me veo muy, muy capaz y muy preparada para la pelea.
- ¿Crees que tu rival tiene posibilidades de ganarte o estás cien por cien segura de que ganarás tú?
- La verdad, estoy convencida de que voy a ganar, estoy muy segura de lo que hemos trabajado y creo que vamos a hacer un espectáculo increíble, la gente lo va a disfrutar muchísimo.
- Para quién no lo sepa Marina ¿qué es La Velada del Año? ¿Y cuál es su dinámica?
- La Velada del Año es un evento que ha creado Ibai Llanos, y reúne a todos los streamers y creadores de contenido del panorama hispano hablante, incluso a veces traspasa las fronteras también. Pero sobre todo, es el evento hispano hablante más grande de las redes sociales jamás hecho. El año pasado batió el récord mundial de historia de Twitch. Fueron tres millones y medio, si no me equivoco, y este año se pretende batir de nuevo. Es una locura. Son seis combates, el año pasado fueron cinco. Son creadores de contenido que se pegan unos contra otros con una preparación de cuatro meses y entre combates hay artistas invitados, sorpresas y actuaciones. Al final es un espectáculo, como un festival con combates de boxeo muy, muy top. La verdad es que la gente lo disfruta muchísimo. Yo el año pasado lo vi desde mi casa con mis amigos y nos lo pasamos increíble.
- ¿Quién te ha ayudado a ponerte en forma para subirte al ring?
- He entrenado durante cuatro meses, seis días a la semana, y Joana Pastrana ha sido mi entrenadora, que es tres veces campeona del mundo de boxeo y cuatro de Europa. Es una crack, es la mejor. Además, me hace mucha ilusión ser la primera persona que trae una chica entrenadora a la velada, que todos los entrenadores han sido hombres y ella es la primera entrenadora de la velada y también estoy muy orgullosa de ella y de todo el trabajo que ha hecho. Y de alguna manera es una forma de que la gente también reconozca lo gran deportista que es
- ¿Y qué tal se te han dado las clases?
- Mejor de lo que esperaba, la verdad, creo que soy hábil para el deporte y lo he disfrutado un montón.
- ¿Qué crees que pasará en pocas horas ya?
- Yo creo va a haber muchas sorpresas, muchos nervios, pero yo sobre todo creo que lo voy a disfrutar mucho y voy a vivirlo a tope. Son 60.000 personas en un estadio mirándote a ti, haciendo un deporte que jamás hubiese imaginado hacer. Así que yo creo que voy a tener una adrenalina, una emoción increíble y que va a ser una sensación inexplicable.
- ¿Crees que repetirás experiencia?
- Pienso que sí, que repetiría la experiencia, ha sido duro, sobre todo en tema de alimentación porque he tenido que bajar bastantes kilos, pero sí, me encantan los retos y al final la vida es esto, ¿no?
La cara B de las redes
- ¿Qué es para ti lo mejor de trabajar en las redes sociales y cuál es la parte negativa?
- Yo creo que la peor parte de trabajar en redes sociales es la exposición, la falta de privacidad y también que muchas veces pones en peligro tu salud mental al exponerte a tantas opiniones, a tanta gente y a tantos insultos y cosas negativas sobre tu persona. Y lo mejor es saber que motivas a otras personas a seguir cumpliendo sus objetivos, saber que acompañas a otras personas en momentos malos de su vida o les haces sonreír o pasar un buen rato cuando ellos están pasando un momento difícil y contigo desconectan, se ilusionan y se emocionan. Creo que eso es lo más bonito de trabajar en redes, saber que puedes ayudar a alguien que tal vez está mal detrás de la pantalla o tal vez necesite saber de ti para poder distraerse un poco, evadirse de lo que le está ocurriendo en su vida.
- ¿Y no te agota exponer tu vida así de esta manera todo el día?
- Sí, claro que agota exponer tu vida totalmente todos los días. También es verdad que cuanto más tiempo vas pasando en redes sociales, más te das cuenta de que hay cierta parte de tu vida que no debes exponer porque no es beneficioso para ti ni para tu salud, y que es necesario tener algo de privacidad y guardarte algo para ti, que la privacidad es muy valiosa y muchas veces no nos damos cuenta de lo importante que es valorarla, apreciarla y tenerla.
- ¿Siempre eres la Marina que vemos en redes? ¿qué te guardas para ti?
- Yo creo que al final todo el mundo tenemos un tipo de personaje. Riverss y Marina son la misma persona, pero son diferentes versiones de mí misma. Para mí, Marina es la estudiante universitaria, cuyo plan favorito del mundo es hacer una barbacoa o quedar a tomar algo en una terraza al sol con sus amigos en cualquier parte del mundo y prefiere incluso estar en una terraza en su barrio que en la mejor playa de La Habana. Pero también está Riverss, que forman parte de mí, y son todos los eventos, las premieres, las alfombras rojas, el lujo, los viajes, este tipo de eventos locos. Esta también es Marina. Yo creo que al final son como dos personajes que viven conmigo misma y soy un poco las dos a la vez.
- ¿Cómo te enfrentas a tus haters?
También es verdad que con todo el hate que he recibido, muchas veces me cohíbo un poco de decir tonterías o de ser un poco más Marina en redes por miedo a que la gente se enfade o que vuelvan a liármela como me han liado, porque no me apetece otra vez, la verdad.
- ¿Alguna vez te has arrepentido de haber dicho algo?
- Creo que muchas veces nos arrepentimos de decir tonterías. Creo que al final hablamos demasiado tiempo en redes sociales. Yo encima no me callo y al final siempre decimos tonterías, pero sí me he arrepentido de la forma de comunicar que he tenido de decir algunas cosas, por qué lo he comunicado mal, por qué no me he explicado bien o porque se ha podido malinterpretar o lo que estaba intentando comunicar. Al final tampoco somos comunicadores expertos, no tenemos ningún tipo de título y no dejamos de ser chavales que la liamos y que nos confundimos. Entonces sí, sí que me he arrepentido de formas de comunicar las cosas, la verdad.
- Generalmente no te callas nada ¿eso es una ventaja o un inconveniente?
- Yo creo que no callarte nada es una ventaja en general, porque las cosas al final hay que contarlas, hay que decirlas y la opinión de uno creo que es valiosa, a menos, evidentemente, que tu opinión no sea tal, sino que sea una crítica o sea basura. Pero yo siempre he opinado de lo que he querido y creo que eso también es una parte de quién soy y de lo que la gente quiere ver de mi.
- Cuando dijiste que era muy duro tu trabajo te llovieron las críticas ¿ahora te pensarías volver a decirlo o no te arrepientes?
- A ver, yo no dije jamás que mi trabajo era muy duro. Eso es una cosa que extrapoló la gente. O sea, al final se hizo como una bola. Yo lo que dije es que no teníamos vacaciones. Bueno, escogí, evidentemente, las palabras incorrectas. Yo solo quería referirme a que estamos permanentemente conectados. Y desde ahí como que se formó una bola de gente diciendo cosas que yo jamás he dicho, como que mi trabajo es super duro, como que... Pues una infinidad de otras miles de cosas que jamás he dicho, pero que la gente ha asumido que he dicho, porque como lo dicen y lo dicen y lo dicen, parece que es verdad cuando una mentira se repite muchas veces. Igualmente, cada trabajo tiene su dureza. Evidentemente, este es un trabajo privilegiadísimo. Tenemos unas oportunidades increíbles y somos infinitamente afortunados, pero como entodas las cosas, no es todo positivo. Y sufrimos también muchas veces el silencio, mucho acoso, mucho malestar, muchos quebraderos de cabeza. Y bueno, yo he visto a mucha gente de este ámbito sufrir depresiones muy heavys y hay que tener cuidado. En plan, lo que es el trabajo en sí, evidentemente no es duro, pero te juega una mala pasada a nivel mental.
Yo intentaría buscar más respeto al trabajo que realizamos, porque la publicidad, al fin y al cabo es un trabajo y todo lo que sea remunerado es un trabajo. Y al final dedicamos horas, tiempo, esfuerzo y sudor y lágrimas también bastantes. Y evidentemente nosotros no tenemos la culpa del capitalismo y del sistema donde estamos y el que se remunere, cómo se remunera esta profesión. Ojalá se remunerasen mucho mejor otras miles de profesiones que son, evidentemente, igual de dignas y mucho más duras, pero eso tampoco es culpa nuestra. No podemos echarle tampoco la culpa a alguien que no controla el mercado. Al final el mercado es el que es y se gana según lo que se genera, lamentablemente.
- ¿Qué fue para ti desfilar en la pasarela L’Oreal París?
- Fue increíble, la verdad. Fue una experiencia que todavía no me creo que haya vivido. Me pasó como con la Velada, no estaba nada nerviosa, y al salir fue cuando me puse histérica. Lo disfruté un montón. Creo que todas las niñas soñamos con ser modelos alguna vez. Fue increíble.
- ¿Cómo entraste el mundo de las redes y por qué?
- Yo entré en el mundo de las redes justo dos meses antes de la cuarentena. Fue por simple aburrimiento, porque estaba en clase de matemáticas y me resultaban un pelín aburridas. Comencé a hacer los vídeos en clase, y justo nos encerraron y seguí haciendo un poco de humor y un poco el tonto, literalmente, en Internet y a la gente le ha gustado y aquí estoy a día de hoy.
- ¿Hoy en día que te aportan?
- Las redes sociales, al final, son ya una parte de mi vida y de lo que soy ahora mismo. Me aportan experiencias increíbles. Evidentemente, es mi trabajo y gano dinero a través de ellas. También siento que es una manera de expresar mi forma de vida y de que la gente me acompañe en todas las aventuras que me embarco, como esta de la Velada, como es la universidad, que también para mí es una aventura. Y como esos mil proyectos más que salen, como cuando salgamos con L’Oréal, Stans con mi cara, ahora tengo un anuncio internacional con Garnier, que se está emitiendo en medio mundo, y luego también dedicarme a lo que me gusta, que la verdad es la publicidad y el mundo de la televisión y la presentación.
- ¿Crees que es un trabajo efímero o que llegaron para quedarse?
Evidentemente en la vida todo es efímero y más algo tan volátil como las redes sociales y la gran oferta que hay de influencers, con lo fácil que es crecer actualmente en redes sociales, es como muy complicado tener esto como una cosa fija. Es verdad que también depende de tu público, del nivel de audiencia que tengas y de la proyección que tú tengas.
Yo viviré de esto todo lo que la gente me lo permita. Algo bonito de las redes sociales es que son democráticas, que quien vive de esto es porque la gente lo consume y si la gente lo deja de consumir, pues dejas de poder vivir de esto. Así que, siempre que la gente me siga eligiendo, yo estaré aquí al pie del cañón apuntándome a cosas, a seguir liándola y haciendo tonterías en Internet. Y ojalá pues, inspirando a gente o haciendo que la gente también disfrute viéndome, se entretenga, se ría conmigo o de mí, pero que pase un buen rato.
- ¿Cómo te ves en diez años?
Pues ojalá, ojalá, ojalá con la carrera terminada, con el máster hecho y colegiada en el colegio de Abogados, ya con mi casita, que me la dan dentro de 11 meses o un año. Y espero que trabajando en mi propio despacho de abogados en Madrid, me encantaría tener mi propio bufete, haberlo conseguido y ojalá también seguir dando guerra y dando caña por redes sociales. Aunque, bueno, nunca se sabe. A lo mejor de repente dentro de 10 años sigo siendo influencer y nunca llego a ejercer como abogada. Eso sí, la carrera me la voy a sacar y espero que la colegiatura y el máster también. O a lo mejor me montó una agencia de influencers, que es una cosa que también me planteo, o una agencia de comunicación. No sé, no sé -ríe-. El futuro es incierto.
- ¿Cuál es tu próximo proyecto?
El proyecto que más ilusión me hace es el perfume, que lo sacamos ahora con Druni, llevamos un año con el proyecto, con mucho cariño y el producto final ha quedado tal y como imaginaba. Todos mis amigos lo han probado y les ha encantado. Es acercar una experiencia de lujo a un precio muy muy asequible, es para todo el mundo. Y estoy tan contenta con que el formato, el olor sea junto como yo quería que fuese, que me hace muchísima ilusión. Creo que soy yo si fuera una fragancia y hay un curro detrás y un esfuerzo y una ilusión que se ha visto en el resultado.