Un año después de que la realidad superara a la ficción y el actor Luis Lorenzo, conocido por su trabajo en El comisario, y su mujer Arantxa Palomino fueran detenidos y acusados de haber acabado con la vida de la tía de esta última, María Isabel Suárez Arias, de 85 años, la pesadilla parece que está a punto de llegar a su fin.
- Luis Lorenzo habla por primera vez desde que es investigado por el homicidio de su tía política
Las primeras pesquisas, tras la realización de un primer estudio forense realizado por la denuncia de uno de los hermanos de la fallecida, señalaba que el matrimonio había asesinado a María Isabel, que residía junto a ellos, envenenandola con metales pesados (cadmio y manganeso) con el objetivo de hacerse con el control total de su herencia. Sin embargo, ahora una última autopsia solicitada por la Fiscalía y ordenada por el juez que instruye el caso ,ha concluido que no murió envenenada y que tampoco puede demostrarse intoxicación debida a otros medicamentos que consumía la anciana.
Los forenses Teresa Agüero Asensi y Javier Díaz Fernández aseguran a lo largo de los 18 folios que ocupa el informe que "no existen datos objetivos de intoxicación aguda por cadmio o manganeso". El informe desmonta las conclusiones de la primera autopsia por la que fue señalado el matrimonio y añade: Los resultados toxicológicos obtenidos en la muestra de sangre postmortem, con altos niveles de cadmio y manganeso, podrían deberse a que los resultados postmortem varían con respecto a la ubicación del muestreo y el intervalo entre la muerte y la toma de muestras; y a los fenómenos de difusión postmortem y redistribución (de esos metales)”.
Pero además de estas conclusiones, los dos forenses también tiran por tierra las acusaciones de un posible maltrato de Luis Lorenzo y su mujer a la tía de ésta, pues el informe señala que “solo se observan lesiones físicas compatibles con una caída y acordes a los antecedentes patológicos (caídas a repetición)”. De hecho se señala que desde el año 2017 la anciana tuvo que ser atendida por caídas casuales.
En referencia a la ingesta inapropiada de medicamentos o al descontrol de estos, Asensi y Diaz apuntan a que la anciana tuvo un seguimiento médico adecuado a su estado y aseguran que los restos de medicamentos en la sangre de la fallecida aparecen en concentraciones "terapéuticas", por lo “no son de suficiente entidad para justificar la causa de la muerte”.
Sin embargo, y a pesar de este exhaustivo informe, los forenses reconocen, no obstante, que no pueden determinar la causa exacta del fallecimiento "debido a los escasos estudios realizados". En los próximos días, el abogado del matrimonio solicitará el archivo de la causa.