"Desde que recuerdo siempre he querido tener cuatro hijos", ha asegurado Chrissy Teigen que al fin ha logrado conseguir su sueño y solo siete meses después del nacimiento del tercero, una niña llamada Esti. La noticia de que la modelo y John Legend han ampliado la familia ha sido toda una sorpresa ya que, como explica a sus seguidores la feliz mamá, el pequeño Wren Alexander Stephen, ha llegado el mundo a través de la gestación subrogada. Además de compartir las fotografías del bebé y de la familia al completo, Chrissy ha contado con todo detalle cómo ha sido el proceso hasta llegar a este punto.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
"Después de perder a Jack, pensé que no sería capaz de tener más bebés por mí misma. Para ser honesta, bloqueé mi mente durante ese periodo, pero mi único recuerdo es estar rodeada de gente que quería asegurarse de que no pasará yo solo por ese dolor de nuevo", ha contado sobre la pérdida del bebé que esperaba en 2020. Afortunadamente, dos años después dieron la bienvenida a su hijo, una niña a la que llamaban 'bebé arcoiris' por ser el resultado de tanto tiempo de lucha y tratamientos por ser madre de nuevo.
Chrissy Teigen revela que Meghan Markle se puso en contacto con ella cuando perdió a su bebé
Durante este proceso, recurrieron también a una agencia de gestación subrogada e iniciaron el mismo método de reproducción asistida por el que llegaron al mundo sus dos hijos mayores, Miles y Luna. Al mismo tiempo que la modelo consiguió gestar a su tercer hijo, conocieron a Alexandra, "la más increible, cariñosa y compasiva surrogada que pudiésemos imaginar". "Sabía que era perfecta para nosotros desde el primer momento en que hablamos. Nuestros deseos y nuestros sueños estaban alineados. Quería que fuéramos amigos, que nuestros hijos jugaran, cenar juntas y quería recostarme en su tripa y poder sentir las pataditas". Sin embargo, el primer embrión que le implantaron no sobrevivió.
Entre tanto, Chrissy seguía adelante con su propia gestación, un proceso no exento de miedos y preocupaciones, mientras Alexandra probaba suerte con un segundo embrión. "Mientras me adentraba en la zona segura de mi propio embarazo, recibimos la alegría extra de saber que Alexandra estaba embarazada de un niño. Nuestro niño", así concluye esta historia con final feliz contada por su protagonista que comienza el capítulo de su vida que siempre quiso escribir.