Es la etapa menos conocida de su vida, la que le para ella supuso un cambio radical en su día a día y de la que guardaba grandes recuerdos. Carmen Sevilla no siempre estuvo delante de las cámaras o encima de un escenario, puesto que hay un largo paréntesis en su intensa carrera donde la artista vivió completamente apartada del glamur y la brillantina. Una época en la que dio un giro de 180 grados a lo que se esperaba de ella, mudándose de la ciudad al campo en plena naturaleza por amor.
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Fue junto a su segundo marido, el empresario cinematográfico Vicente Patuel, cuando la mítica actriz y presentadora andaluza decidió dejarlo todo e irse a vivir a la finca extremeña de 'Los Valles'. Un amplio terreno ubicado en la localidad de Herrera del Duque en Badajoz, de más de 7.000 hectáreas y que además contaba con una explotación ganadera ovina. De ahí surgieron sus célebres 'ovejitas' que luego conoceríamos, el estandarte de esa existencia bucólica que la artista pudo mantener durante un largo tiempo gracias a la fortuna que había amasado antes.
Estamos a finales de los 70 y principios de los 80, años en los que la llamada 'novia de España' desaparecía del foco mediático por motu proprio. De hecho, su único trabajo de cara al público en toda una década ni siquiera fue en nuestro país sino en Argentina, al frente de la telenovela La viuda blanca (1986) que no tuvo excesivo recorrido. A pesar de sus ahorros, la hucha se iba agotando por el costoso mantenimiento de su hacienda y a Carmen no le quedaría más remedio que volver al trabajo. Fue su éxito con El Telecupón (1991) lo que la rescató no solo del olvido, sino que también le ayudaría en parte a sanear sus cuentas.
Sin embargo, lo problemas económicos no terminaban de solventarse para la intérprete y su esposo, quien tristemente fallecería de un infarto en abril del 2000. Comenzó a rumorearse entonces que Carmen necesitaba desprenderse de sus adorados terrenos campestres, algo que en un principio ella negaba. "Le tengo un gran cariño a esa finca porque es un paraíso. El día que la venda me moriré; no quiero pensar en cuando pasará. Esa finca es Vicente", decía a la prensa en 2002.
Curiosamente, la presentadora también desvelaba aquel día que Almodóvar quería contar con ella para su próximo filme, aunque esta propuesta parecía haberla descartado. "Cuando estuve en el estreno de Hable con ella, Pedro me dijo que me iba a dar un papel, pero yo no quiero. Vicente me retiró del cine y no voy a volver. Lo hago por él y por mí", señaló. Finalmente, en lo relativo a sus propiedades, la cosa no salió como ella hubiera querido y tuvo que vender 'Los Valles' por una cantidad en torno a los 7 millones de euros -según apuntan las crónicas de hace dos décadas-.
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La propia artista llegó a contar el tenso episodio que sufrió con la finca cuando "nos despertaron a las ocho de la mañana diciendo que nos embargaban, que salía a subasta y que en 24 horas teníamos que dar seis millones de pesetas que no había", explicó durante una entrevista en Salsa Rosa. Buscando dinero de donde fuera posible sacarlo, "me fui a la Gran Vía y vendía todas las alhajas que él (su marido) me había regalado", se lamentaba entonces.