Ginebra se convirtió, el pasado 16 de junio, en testigo de un acontecimiento que hacía años que no veíamos. Las familias Borbón y Urdangarin se reencontraban para estar junto a Irene, la benjamina de los Urdangarin, en una doble celebración muy especial: su reciente 18 cumpleaños y la graduación de sus estudios de bachillerato.
A diferencia de su madre, Irene no quiso tener la tradicional puesta de largo que se organiza al alcanzar la mayoría de edad, o una presentación social, sino que se decantó por una reunión familiar, a la que no faltaron sus padres, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin; sus hermanos mayores, Juan, Pablo y Miguel; sus abuelos, don Juan Carlos y doña Sofía; y su tía, la infanta Elena junto a su prima, Victoria de Marichalar. Irene quiso estar con los suyos, en una celebración discreta e íntima, un reflejo de cómo es ella. La benjamina de la familia Urdangarin siempre ha preferido estar alejada del foco público y llevar una vida como una adolescente más, sin llamar la atención de los medios.
Después de su graduación y celebración de cumpleaños, las familias hicieron planes diferentes. Mientras que el resto se fueron de compras, las primas Irene y Victoria aprovecharon para escaparse por el centro de Ginebra. Irene quería mostrarle la ciudad y también presentarle a algunas amigas suyas. Juntas disfrutaron de la ciudad que ha sido el hogar de Irene desde 2013, cuando se mudó con su madre.
Irene y Victoria siempre han estado muy unidas , a pesar de llevarse cinco años de diferencia. Desde pequeñas, las hijas de las infantas han mantenido un vínculo irrompible y aunque a simple vista pueden parecer muy diferentes -Irene es más discreta y quiere pasar desapercibida para los medios, mientras que Victoria es una apasionada de la moda y de la cámara, y se dedica al mundo influencer-, también tienen muchas cosas en común, como su gusto por el cine, bailar y esquiar, o saber tocar el piano y hablar varios idiomas.
Las primas disfrutaron de una jornada muy agradable y soleada por Ginebra y pasaron tiempo de calidad, entre risas y tomando unas cervezas y un almuerzo en una zona de food trucks.