En el último evento solidario de su fundación, celebrado el pasado sábado 17 en el Hipódromo de La Zarzuela de Madrid, Bertín Osborne reunió a una buena parte de su familia. Por ejemplo, su hija Eugenia acudió con algunos de sus niños –fruto de su matrimonio con Juan Melgarejo– y también con su novio, Miguel Barreiro. Además, la cita contó con la presencia de Fabiola Martínez y el menor de sus dos hijos en común, Carlos, que cumplirá quince años en noviembre.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
A pesar de que hace ya casi tres años que pusieron fin a su historia de amor, Bertín derrochó complicidad con la exmodelo venezolana. Y no sólo eso, porque también alabó el trabajo que su exmujer realiza con su fundación, que ofrece ayudas a 3.000 familias con hijos con discapacidades. “Todo el mérito es de Fabiola. Aquí soy un mero acompañante”, nos aseguró el cantante y presentador, antes de explicarse: “Hace ya ocho años me salí de la fundación. Ahora solo queda el nombre”. Durante su encuentro con ¡HOLA!, Bertín también terminó pronunciándose sobre su relación con Gabriela Guillén –cuya amistad especial revelamos el pasado abril–.
—¿Cómo es tu relación con Fabiola?
—¿Cómo lo ves tú? Hoy hemos estado en casa por la mañana. Ayer estuvimos juntos por la tarde en casa y hablamos. Charlamos de todo, nos contamos todo y feliz de la vida.
—En Madrid, tienes una casa cerca de la suya –de alquiler–.
—Tengo un apartamento al lado de su casa, al lado de casa mi padre y al lado de mi hija Eugenia. Estamos todos en la misma zona.
—¿Cómo están tanto Kike como Carlos?
—Fíjate cómo está Carlos de tocho… Ya está casi en uno noventa. Mide ya uno ochenta y seis el tío. Kike está fenomenal físicamente. No se pone malo nunca, como siempre ha sido.
—Es de hierro.
—Somos lo que comemos y Kike lleva una dieta ecológica. Además, desde que nació, no toma trigo ni azúcar ni lácteo. Ni sabe a qué sabe. Lo fuerte ese que nunca se ha puesto malo.
—¿Cómo está tu hija Claudia, tras su vuelta de Australia?
—Fenomenal, con la niña –la pequeña Micaela nació en octubre–. Claudia es un metrónomo. Ella es la más... De mis tres hijas, es la más cuadriculada, pero en el buen sentido. Es una mujer espectacular, especial. Luego, Alejandra, es una loca maravillosa que me divierto con ella, y Eugenia es un mujerón.
—¿A quién se parece más Micaela?
—A su madre. Hoy he estado viéndola. Es más mona… Es que esa niña es para robarla.
—¿Cómo te ves como abuelo?
—Que te lo digan mis hijas, pero estupendamente. Me encanta estar con mis nietos.
—¿Te gusta la palabra abuelo?
—Me encanta la palabra abuelo. Al que no le gusta es a mi padre (ríe).
—Se habla mucho de ahora de las Modern Families, pero la tuya lo es desde hace muchísimo tiempo.
—Es que yo no sé lo que es Modern Family.
—Una familia que podrá estar marcada por divorcios o separaciones, pero que siempre está unida. A pesar de que te separaste de Sandra, la madre de tus hijas, siempre mantuvisteis la amistad. Igual que ahora con Fabiola
—Sí, sí. Es verdad.
—¿Cuál es el secreto de conseguir una Modern Family?
—Mira, tengo claro que las personas que pasan por mi vida son personas son para toda la vida. Hay que buscar siempre los puntos de encuentro y buscar siempre la parte positiva, que es muchísima. Después de diecinueve años con Fabiola… Por las circunstancias que fueran, no estábamos cómodos viviendo juntos… Pero la adoro y la quiero de verdad. Si le pasase algo, me moriría… Estaría ahí el primero. O sea, es normal. Así es como debería ser, además.
—¿Ya has grabado el programa de Mi casa es la tuya con Ana Obregón?
—No. Me han pedido que no diga nada. Pero te prometo que no la he entrevistado todavía.
—¿Qué proyectos tienes?
—He terminado de grabar los programas y saliendo.
—¿Miras las audiencias? ¿Te inquietan?
—Para nada. Esto sube y baja.
—¿Son un péndulo?
—Sí. Entonces, no me preocupan nada. Las de las que tengo en las autonómicas van como un cañón. Esas al revés. Ayer, por ejemplo, hice un 14 en en Canal Sur, que es una cosa histórica. Pero las otras… Bueno, hay muchos motivos. Hay semanas que van bien, semanas que van regular y algunas que van peor. Y ya está.
—¿Vas a hacer algo especial este verano?
—Voy a estar con la gira. Empiezo mañana domingo en Canarias. Yo canto mañana.
—Sabemos que es un tema que te cansa, pero, ¿cómo llevas la expectación que generan las novedades en tu vida sentimental? ¿El ruido mediático impida que la vivas con normalidad?
—Para nada. El día que tengo algo que decir seré yo el primero en decirlo. Pero no me preocupa nada ni me afecta.
—Después de la portada de ¡HOLA! que protagonizaste a finales del año pasado, por la que te llamaron ‘Bertinator’, estás recogiendo los frutos.
—Hombre, claro. ¡Qué te crees! (ríe).