Soñaban con ver los restos del transatlántico hundido en 1912 y dejaron sus temores a un lado para vivir una de las experiencias más inolvidables de sus vidas. Un piloto y cuatro pasajeros se embarcaban el pasado domingo en el submarino Titan de la empresa OceanGate Expeditions tras haber pagado un pasaje de 250.000 euros que los llevaría a explorar el Titanic. Sin embargo, cuando llevaba tan solo una hora y 45 minutos de inmersión su pista se perdió y a fecha de hoy nada se sabe sobre el sumergible, a cuyos tripulantes tan solo les quedaría oxígeno hasta mañana. Pero, ¿qué es lo que esperaban ver estos aventureros en las profundidades marinas?
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- Así es el submarino que ha desaparecido cuando trataba de visitar los restos del Titanic
Cuando el Titanic partió el 10 de abril de 1912 Southampton, además de llevar a 2225 pasajeros a bordo, de los cuales solo sobrevivieron 712, la embarcación contaba con un impresionante inventario de objetos entre los que se incluían 18.000 sábanas, 7.500 mantas, 5.000 manteles, 2.500 copas de champán, más de 45.000 servilletas y cerca de 50. 000 toallas. También había 800 edredones de plumas, 12.000 cuchillos y 12.000 tenedores, 19.000 cucharas, 400 azucareros, 500 jarras, 1.000 cuencos, 12.000 tazas y platos y 1.200 teteras.
Además, este gigante de los mares llevaba suministros para agasajar a sus viajeros durante el pasaje, por lo que en sus enormes neveras había 34.000 kilos de carne roja, 11.400 kilos de aves, 5.000 kilos de pescado fresco, 40.000 huevos, 250 barriles de harina, 40 toneladas de patatas, 800 paquetes de espárragos y 36.000 manzanas. Además de cientos de champán, 1.000 botellas de vino, 850 botellas de licores y 150.000 botellas de cerveza.
La mayoría de estos artículos a bordo se han descompuesto desde entonces, o han sido devorados por la fauna marina, sin embargo algunos de ellos han resistido al paso del tiempo y a la erosión para deleite de los turistas que se acercan hasta allí, así como para aquellos especialistas y expertos en el Titanic, que recientemente tomaban miles de imágenes digitales para crear una increíble reconstrucción en 3D del naufragio, llevada a cabo por la empresa de cartografía submarina Magellan Ltd y por Atlantic Productions.
Entre los sitios recreados en este minucioso escaneo se encuentra un agujero en la cubierta del barco donde una vez estuvo la gran escalinata, así como vistas del puente de mando del capitán y la caseta del timón, dos partes que no se vieron del todo dañadas cuando el Titanic chocó con un iceberg y acabo partiéndose antes de hundirse por completo en el océano.
Ambas mitades se encuentran actualmente a 3.821 metros de profundidad y están rodeadas por un inmenso campo de escombros compuesto principalmente por pedazos de metal y muebles, así como ropa de pasajeros y joyas, entre las que se encuentra un collar 'hecho con el diente de un tiburón megalodón', una especie ya extinguida de nuestros mares.
En el fondo también se encontrarían ocultos otros tesoros valiosos como 5 pianos de la prestigiosa marca Steinway, el cuadro de 1814 'La Circassienne au Bain' pintada por el artista francés Merry-Joseph Blondel y valorado en casi 3 millones de euros, un diamante rosa cuyo valor hoy en día seria de cerca de 50 millones de euros y que era propiedad de Charlotte M Cardeza de Pensilvania, una pasajera que viajaba en primera clase, así como un Renault Tipo CB Coupé de Ville, que James Cameron recreo a la perfección en su premisa película Titanic.