Desde que Marta Ortega tomó el mando de la empresa que fundó su padre, Amancio, en abril del año pasado, ha cosechado una carrera llena de éxitos y cifras espectaculares para Inditex. Se ha convertido en la mujer más poderosa de la industria de la moda y la mejor embajadora de su propia marca. Pero, además de su fructífera vida profesional, Marta Ortega es todo un mundo por descubrir en el ámbito personal, una vida llena de aficiones y placeres que procura disfrutar de vez en cuando, cuando su trabajo se lo permite. A lo largo de estas líneas, descubrimos el lado más desconocido de la empresaria, desde su pasión por el mar hasta su ‘sueño’ de dedicarse a la equitación.
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Marta Ortega siempre se ha considerado una mujer tímida y discreta, detallista y leal hacia sus amigos. Dentro de su personalidad sencilla se encuentra también un amor hacia la naturaleza y el mar. Es un lugar donde se encuentra como en casa. Está en sus raíces gallegas. Nacida en una ciudad con vistas al océano Atlántico, la presidenta de Inditex también siente una verdadera debilidad por el mar Mediterráneo, por la Costa Azul. Por estas fechas que se acerca el verano, llega el calor asfixiante y las ganas de refrescarse en el agua aumentan, Marta nunca pierde la oportunidad de escaparse, huir de la ciudad y aislarse del mundo por un tiempo cerca del mar, a bordo del ‘Drizzle’, el barco de su padre, Amancio Ortega.
Junto a esta pasión por el mar se encuentra su otro ‘gran amor’: la equitación. Se subió a un caballo a los diez años, cuando empezó a montar, y siguió practicando este elegante deporte mientras estudiaba el bachillerato, en un internado de Suiza, hasta que llegó a los 22 años. Su carrera en la hípica auguraba un futuro prometedor, llegando a conquistar el trofeo Príncipe de Asturias y coronándose campeona de España de su categoría. Su ‘sueño’ era dedicarse a la equitación. Sin embargo, la vida le tenía preparada otros planes.
Después de graduarse en la European Business School de Londres abandonó la hípica, pero, a pesar de haber renunciado a su carrera profesional como amazona, nunca ha perdido su pasión por los caballos y ahora disfruta del mundo ecuestre desde el palco, e incluso es propietaria de caballos que participan (y triunfan) en importantes competiciones como el último Gran Premio de Cannes del Longines Global Champions Tour, donde la empresaria presenció como su amigo y jinete Maikel van der Vleuten se convertía en campeón a lomos de su caballo, ‘Beauville Z’.
Por otro lado, Marta Ortega también siente predilección por otras vertientes más artísticas. Es una gran aficionada de la lectura y de viajar, y una amante del arte, la fotografía y el cine, además de la moda, como es evidente. Pero, por encima de todo, su verdadera pasión es su familia. La familia que ha formado junto a su marido, Carlos Torretta, con quien se casó en 2018 y el próximo otoño celebrarán su quinto aniversario de casados. Sus hijos, Amancio, de diez años, fruto de su primer matrimonio con el jinete Sergio Álvarez Moya; y Matilda, de tres años, la primera hija en común de Carlos y ella.