Antes de convertir la política en su forma de vida, Silvio Berlusconi, quien fallecía ayer a los 86 años, ya pensaba en su muerte y cómo le gustaría ser enterrado. Fue a consecuencia de la pérdida de su padre, Luigi Berlusconi en 1989, cuando el fundador y presidente de Forza Italia fundador de Mediaset y expresidente del equipo de fútbol AC Milan le dio por pensar en cómo le gustaría descansar cuando llegara su final y entonces decidió encargar a su amigo, el escultor Pietro Cascella que construyera un mausoleo para él en los jardines de San Martino, su villa en la ciudad de Arcore.
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El imponente mausoleo, que está construido con más de cien toneladas de mármol blanco de los Alpes Apuanos, representa la bóveda celeste pues Berlusconi le dijo a su colega "no me hagas una cosa mortuoria, con guadañas, muertos, calaveras, esqueletos o esa parafernalia de cementerio y entonces pensé en el cielo e hice eso que se llama la bóveda celeste" relataba el propio artista antes de su muerte en 2008.
Las obras que finalizaron en 1993 dieron como resultado un fastuoso edificio presidido por una estructura que ha sido descrita como cubista azteca y que incluso recuerda un poco al Guernica de Picasso donde se encuentra, perfectamente camuflada, una escalera desde la que se accede a un vestíbulo donde se visualiza una puerta corredera de piedra que conduce a las tumbas, donde hay espacio para 39 sepulturas.
Inspirado en las tumbas egipcias y en las de emperadores romanos como Augusto y Adriano, así como con referencias esotéricas y masónicas, en el centro se encuentra el sarcófago blanco hecho para Berlusconi y cuyas paredes que lo rodean están decoradas con un friso que representa una cuerda con nudos, que simboliza el vínculo entre generaciones. El lugar tiene doce columnas de mármol que elevan al cielo cubos, esferas completas y partidas y triángulos dirigidos al cielo.
Todavía nadie descansa en el mausoleo porque la ley actualmente no lo permite. Incluso la querida madre del ex primer ministro italiano, Rosa Berlusconi, está enterrada en el cementerio Monumental de Milán, cerca de su marido Luigi, y no en Arcore. De hecho, a día de hoy, el alcalde de la ciudad italiana no ha recibido ninguna solicitud al respecto, de ahí que haya dudas sobre si finalmente los restos mortales del político descansarán allí.
Se dice que a Berlusconi le encantaba enseñar a los invitados que llegaban a la villa Arcore a su mausoleo donde reservaba algunos de sus nichos para familiares y amigos leales. De hecho, el exdirector del canal de televisión italiano Rete4 tuvo al igual que el exlíder soviético, Mikhail Gorbachev, el privilegio de visitarlo, e hizo una descripción de este durante una de sus entrevistas, recogida en esta ocasión por Il Corriere della Sera: “"Es un lugar de paz y mucha serenidad. En el parque de Villa San Martino, en Arcore, entre álamos, rosales y una inmensidad de tulipanes de todos los colores, se baja unos quince metros y se encuentra esta gran sala. No hay un ambiente triste. No tienes la atmósfera... ¿cómo decirlo?... de una tumba".
Villa San Martino en Arcore fue la residencia oficial de Silvio Berlusconi. Es una elegante mansión construida por los marqueses Casati Stampa en el siglo XVIII y que en 1973 fue vendida por Anna Maria Casati Stampa di Soncino al entonces constructor Silvio Berlusconi. Toda la propiedad, valorada en 285 millones de euros en la década de 1980, incluye una galería de arte, una biblioteca con 10.000 volúmenes y un parque con establos anexos.