Paloma Cuevas y Luis Miguel son los protagonistas de la portada del último número de ¡HOLA! La pareja fue fotografiada mientras daba un romántico paseo por las calles de París. Sonrientes, relajados, enamorados... ‘El Sol de México’ y la empresaria están viviendo un gran momento. Así puede verse en las imágenes, que no dejan lugar a dudas y que fueron captadas cuando quisieron pasar un rato a solas tras asistir, el pasado viernes 2 de junio, a la fiesta preboda de Daniel Clará, el hijo de Rosa Clará, y Anne-Marie Colling, a bordo de un bateau-mouche por el Sena.
El ídolo musical y Paloma —que también viajó a la capital francesa acompañada por la mayor de sus dos hijas, Palomita— fueron, sin duda, los invitados estrella de las celebraciones. Su historia de amor traspasa fronteras y, con permiso de los novios, su presencia había generado una gran expectación. Y ellos cumplieron con creces y disfrutaron de cada momento, junto a la hija de la diseñadora, que al igual que la pareja, también escogió un outfit en negro.
Al día siguiente, los reporteros y curiosos que se concentraron en las puertas de la basílica de Santa Clotilde se quedaron con las ganas de ver en persona al artista. Paloma, radiante con un vaporoso vestido largo de chifón azul cielo, con mangas de estilo capa, de su nueva colección 2024 para Rosa Clará, posó en la escalinata de la iglesia con la mejor de sus sonrisas. Junto a ella estaba también su hija, con un diseño muy similar, pero un tono más claro.
Tras la ceremonia, la guapa cordobesa y su hija se reunieron con Luis Miguel en los jardines del Museo Rodin, donde, como se sabe, los recién casados y sus invitados disfrutaron de una cena servida por Alain Ducasse, el chef con más estrellas Michelin del mundo. De nuevo vestido de negro de pies a cabeza, el intérprete de Ahora te puedes marchar volvió a convertirse en el centro de atención junto a Paloma y la hija de ésta.
Durante el cóctel, el cantante dio buena cuenta de uno de los productos más apreciados en las brasseries de París, las ostras, un manjar que una camarera le preparaba personalmente. Luis Miguel también fue objeto de la admiración de uno de los artistas que actuaron mientras los invitados disfrutaban del aperitivo; se fue directo hacia a él y le dedicó una de sus canciones. Este gesto provocó la risa de Paloma, que estuvo en todo momento muy pendiente del cantante, junto al que, es innegable, ha recuperado la ilusión.