Fue una boda romántica, elegante y muy parisina. Daniel Clará, único hijo y mano derecha de la diseñadora de moda nupcial Rosa Clará, y la economista estadounidense Anne-Marie Colling contrajeron matrimonio el pasado fin de semana en algunos de los lugares más emblemáticos de París.
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La ceremonia religiosa tuvo lugar en la basílica de Santa Clotilde, del siglo XIX, considerada la primera iglesia de estilo neogótico de la capital francesa
Los novios eligieron esta ciudad “porque es la más bonita y romántica del mundo, por su apasionante historia, su relación con la moda y, también, por sus buenas conexiones aéreas internacionales”, nos comentó Daniel. No en vano, al enlace asistieron más de 300 invitados llegados de todo el mundo.
Entre ellos, Paloma Cuevas y Luis Miguel; Lina Botero y su marido, Alessandro Noli; Boris Izaguirre y su marido, Rubén Nogueira; Carles Sans (de Tricicle) y su mujer, María Antonia Rodríguez, y los empresarios Sol Daurella y Carles Vilarrubí.
Para darles la bienvenida, los novios celebraron una fiesta preboda el viernes por la noche, en un crucero por el Sena a bordo de uno de los famosos bateau mouche, con cena y baile a la luz de la luna. Anne-Marie sorprendió a todos con un vestido corto con micropedrería e hilos de plata, acabado con flecos de cristal, el primero de los cinco vestidos que Rosa Clará diseñó en exclusiva para su nuera. Luis Miguel tuvo un bonito detalle con Daniel y Anne-Marie y les cantó el bolero Si nos dejan.
Rosa Clará, una espectacular madrina en rosa, estuvo acompañada por su buena amiga Paloma Cuevas, que llevó un diseño de su nueva colección 2024 para la firma
El sábado, la ceremonia religiosa tuvo lugar en la impresionante basílica de Santa Clotilde, del siglo XIX, considerada la primera iglesia de estilo neogótico de la capital francesa.
Daniel, elegantísimo con chaqué gris marengo, llegó del brazo de su madre y madrina, Rosa Clará, emocionada y espectacular con un vestido en crepé de seda magenta con bordados en el cuello y los puños de piedras preciosas, ágatas de colores y cristales de bohemia.
Luis Miguel se unió a Paloma en el cóctel y en la cena que los novios celebraron en el Museo Rodin, el preferido de la novia y de su madre en París
Impresionante también fue la entrada de los seis groomsmen (caballeros de honor), con chaqué y con corbata en el mismo tono que los vestidos de las seis damas de honor de la novia, vestidas también de Rosa Clará, con diseños realizados en muselina de seda color rosa empolvado.
Paloma Cuevas asistió a la boda acompañada de su hija mayor, Palomita, que llevó un diseño muy similar al de su madre
Las voces de un coro de 30 niños —una sorpresa que Anne-Marie tenía preparada para Daniel— cantando el Hallelujah recibieron a la novia y su padrino, su padre, William Colling. Fue entonces cuando se desveló el secreto mejor guardado: el traje de la novia. Anne-Marie cautivó a todos los presentes con un espectacular vestido joya , realizado en chantillí francés bordado a mano con micropedrería, delicadas flores y cristal. De silueta lápiz y con escote halter , el vestido se completa con una femenina sobrefalda en gazar de seda natural, con gran volumen y más de tres metros de cola, y un velo liso de seda natural de más de cuatro metros de largo. “Sin ninguna duda ha sido el encargo más importante de mi carrera. Ha sido divertido actuar a la vez como suegra y como diseñadora”, confesó Rosa Clará.
Paloma Cuevas acudió a la ceremonia acompañada por la mayor de sus dos hijas, Paloma. Mientras la diseñadora estaba deslumbrante con un vestido de gasa azul cielo de su colección 2024 para Rosa Clará, su hija, que ha heredado su belleza y su elegancia, llevaba un diseño muy similar en un tono más claro.
“Cada novia es muy importante para mí, pero en este caso la novia se casa con mi único hijo. Ha sido más personal y emocionante”, declaró Rosa Clará
Tras la ceremonia religiosa, los recién casados y sus invitados se trasladaron al Museo Rodin, el favorito de Anne-Marie y su madre en París, donde disfrutaron de una cena servida por Alain Ducasse, el chef con más estrellas Michelin en el mundo (21). El exquisito menú se compuso de pollo de Bresse y foie gras de pato con verduras crujientes; bogavante con colmenillas al vino de Arbois, y, de postre, pasión de chocolate y fresitas silvestres en su jugo sobre sorbete de yogur fresco.
La novia sorprendió con un segundo look nupcial: un impresionante vestido palabra de honor y falda tulipán, confeccionado en doble raso duquesa. Tras protagonizar su primer baile como marido y mujer, al ritmo de Love, de Nat King Cole, la fiesta se trasladó a otro icónico lugar de la ciudad: Maxim’s. El cambio de escenario fue la excusa perfecta para que Anne-Marie estrenara un tercer diseño de alta costura de Rosa Clará, realizado en chantillí francés con micropedrería. Pero no sería ese el último cambio, ya que la novia lució un conjunto de top bandeau de encaje y pantalón en raso para poder bailar cómodamente toda la noche.