Alma Cortés Bollo es la hija pequeña de Raquel Bollo y Chiquetete y una de las concursantes de Supervivientes 2023. Sus padres se separaron cuando ella tenía solo cuatro años y durante el reality ha confesado que no mantenía ninguna relación con el artista. "Cuando nos cruzábamos por la calle, ni me miraba, se cambiaba de acera. No podía comprender qué había hecho para que no me quisiera. Cuando me enteré de que murió no lo sentí por él, para mí era casi un desconocido, lo sentí porque vi sufrir a mi hermano Manuel", reveló. Pero anoche dio un paso más y se rompió al cruzar el puente de las emociones, una de las pruebas más duras del programa a nivel emocional ya que hacen un repaso a los momentos más significativos de tu vida. Alma, de 23 años, habló como nunca antes lo había hecho sobre su padre Chiquetete, un padre ausente, al que todavía no ha podido perdonar.
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La hija de Raquel Bollo fue atravesando cada uno los escalones sobre los que han sido algunos de los momentos más duros de su vida. En el primer peldaño recordó su infancia y se acordó de tres personas fundamentales. "Desde que tengo uso de razón mi infancia solo recuerdo a los tres pilares de mi vida, que son mi madre, mi abuelo y mi abuela", destacaba. "A pesar de todas las adversidades, nunca he sido una niña infeliz, he sido muy feliz, he tenido todo lo que he querido y más, han luchado por mí todo lo que han podido y más. Una infancia que todo el mundo desearía, he reído, he luchado, me han dejado ser, siempre me han dejado ser. Maravillosa, rodeada de amor", rememoraba con una sonrisa.
De ahí paso a otro escenario: la soledad. Entonces contó como afrontó la adolescencia sin una figura paterna. "Conforme iba creciendo, ya en la adolescencia, doy un paso para introducirme en la soledad. Me iba dando más cuenta de las cosas que faltaban en mi vida, por ejemplo, una figura paterna. Esa soledad no se supera, aprendes a vivir con ella".
Otro de los momentos en los que se sintió muy sola fue al quedarse embarazada siendo muy joven. "Con 19 años me quedo embarazada y mi madre no quiere eso para mí. Ella me dice que ella no es ejemplo de nada, que no siga sus pasos. Yo me encuentro en esa soledad donde nadie me comprende, donde nadie entiende que no puedo tomar esa decisión de dar marcha atrás porque está por encima de mis sentimientos". Entonces toma la determinación de distanciarse y vuelve a luchar con la soledad. "Me voy lejos de mi familia y noto mucha más soledad. Pero aunque yo crea que puedo con todo, hay muchas cosas que me resisten", entonces vuelve y la reciben con los brazos abiertos.
Raquel Bollo, desde plató, no podía contener las lágrimas al escuchar las sensaciones y sentimientos de su hija. De algo de lo que se arrepiente al joven es de haber vivido una adolescencia rebelde. "He hecho sufrir mucho a mi madre y le he hecho sentir muy culpable. Mi madre se pasaba mucho tiempo fuera de casa trabajando para darnos lo mejor y yo le decía que ella ni me conocía, que ni siquiera nos había criado. No se lo merecía. Yo soy madre y yo llevo tres meses sin ver a mi hija por darle lo mejor",se derrumbaba. "No me considero una persona mala pero he sido muy complicada. Mi adolescencia no ha sido fácil. He hecho sufrir mucho a mis abuelos con mis contestaciones, desobediencia… Menos mal que era buena estudiante".
Tras estas declaraciones, la hija de Raquel Bollo aprovechaba para disculparse. "Le pido perdón a ella, a mis abuelos, a mi hermano. A todo el mundo al que he machacado, no he sabido estar a la altura en muchas situaciones. Ellos se merecen el mayor perdón del mundo". Sin embargo, si de algo se lamentaba es de no haber podido perdonar a su padre. "Yo no consigo perdonar a esa persona. No consigo perdonar lo que le hizo pasar a mi madre, lo que le hizo pasar a mi hermano, ni lo que me hizo a mi. No consigo perdonar que me abandonase, que nunca tuviese una explicación. Es algo que no consigo perdonar y me atormenta muchísimo. Tengo que dejar que fluya y que el perdón llegue cuando mi corazón así lo crea", señalaba Alma, antes de dar paso al último escalón, que estaba en blanco, y que quiso dedicárselo a ella misma y a todas las personas que se han enfrentado a su misma situación. "Me lo dedico como luchadora. Soy muy luchadora en todo, en mis estudios, en mi vida, con mi hija... Espero que eso sea lo que se esté viendo de mí, lo valiente que soy. Es el lema de vida que mis abuelos y mi madre me han enseñado siempre", concluyó antes de fundirse en un abrazo con Laura Madrueño.
-Destacables presencias y una notable ausencia en el funeral de Chiquetete