La primera aparición pública de Joaquín Torres y Raúl Prieto tras su romántico enlace sevillano, celebrado el 19 de mayo en el emblemático palacio de la Casa de Pilatos, dio mucho que hablar. Minutos antes de asistir al banquete de la boda de sus amigos Kiko Matamoros y Marta López en el Hotel Ritz de Madrid, los recién casados protagonizaron un tenso momento en plena calle que fue captado por las cámaras. ¿El motivo? Una petición de los reporteros que hacían guardia a las puertas del establecimiento, que querían que el arquitecto se colocara en el lado opuesto al que se encontraba para tomarles una fotografía juntos. Mientras el exdirector de Sálvame se mantenía firme en su lugar, su marido trataba de cambiarle el sitio. Al ver que no se movía, decidía entrar visiblemente serio al interior del edificio y dejar a su pareja posando en solitario. Ahora ha sido él quien ha querido aclarar los motivos del malentendido.
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Han sido muchas las especulaciones que han rodeado el enfrentamiento protagonizado por Joaquín, de 52 años, y Raúl, de 47, tras bajarse del taxi que les dejó a las puertas del exclusivo complejo hotelero, ubicado en el corazón de la capital. Para evitar equivocaciones, el barcelonés ha explicado lo ocurrido pasados cuatro días. Lo ha hecho a través de su perfil social, en el que suma 150.000 admiradores con los que acostumbra a compartir su día a día: "Después de unos días leyendo multitud de artículos con el poco menos 'principio del fin de mi matrimonio' por una 'gran bronca' en la boda de Kiko y Marta, respondo con rotundidad que Raúl y yo llevamos diez años superando multitud de adversidades y muchas, muchísimas broncas, y seguro que superaremos muchas más", ha comenzado escribiendo.
El exmarido de Mercedes Rodríguez Parrizas, madre de sus dos hijos, ha reconocido que tuvo un desliz, una equivocación "al no querer ponerme en el lugar de la foto que se me indicaba": "No pude, no supe, hacerlo mejor, y me fui sin querer hacerme la foto sin una mala palabra... Pero no fue una 'gran bronca'", ha agregado. Unas palabras muy significativas que ha acompañado de un tierno vídeo compuesto con imágenes del día de su boda con el que fuera director en diferentes espacios televisivos de Mediaset. Con la conmovedora letra y melodía de la canción No dejes de soñar, de Manuel Carrasco, de fondo, ha lanzado su mensaje de forma contundente.
Bajo el punto de vista de Joaquín, quienes han tildado de "gran bronca" el comentado instante son personas "llenas de cinismo" que "deberían plantearse lo que es informar: "Parece que una relación o es perfectamente armónica o está en crisis. Por favor, tengamos un poco de seriedad", ha añadido, al tiempo que ha hecho alusión a su reciente paso por el altar. "Después de algo menos de un mes, aún tengo en mi retina el día más pleno de mi vida, del que os he ido haciendo partícipes y, como dice la canción que recité en parte de nuestra ceremonia, 'amar es perdonarme tú y comprenderte yo, y viceversa'".