Can Yaman, el galán turco por excelencia, es un hombre al que le gustan los retos y que se entrega en cuerpo y alma en cada uno de los proyectos que acomete. Sus fans están ansiosos por ver el resultado de su último trabajo, El turco, para volver a verle en la pantalla. Y, a tenor de lo que ha dejado entrever, puede que ese momento esté mucho más cerca de lo que pueden esperar. La serie está punto de ver la luz y el artista está tan feliz con la noticia que ha querido compartir su entusiasmo con todos sus seguidores con una imagen que revela lo duro que ha sido este rodaje para el protagonista de Erkenci kus.
Para anunciar que, aunque aún no hay fecha fijada, pronto se estrenará la ficción que lo mantuvo durante siete meses en Budapest, de septiembre al pasado marzo, Can ha publicado el siguiente mensaje: "Esperando una serie emocionante, para un personaje fuera de lo normal... Una producción top y no puedo esperar", ha escrito junto a una fotografía en la que deja al descubierto su espalda mostrando las lesiones que le dejó un rodaje que resultó ser muy intenso para el protagonista de Dolunay, de 33 años.
El torso del intérprete muestra multitud de heridas de 'guerra', rozaduras y pequeños rasguños que se extienden por su espalda y brazos y que, aunque no revisten de gravedad, dejan constancia de la implicación de Can y confirman el exigente trabajo físico que tuvo que llevar a cabo. Para ello, el actor de Matrimonio por sorpresa, que tiene una envidiable condición física, tuvo que someterse a durísimos entrenamientos teniendo incluso que aprender a luchar subido a lomos de un caballo.
El rodaje de El turco ha sido muy importante para Can y le ha dejado marcada no solo la piel, sino también el alma. Al finalizar las grabaciones de la serie en Hungría y regresar a Italia, país que se ha convertido en su segunda casa, el protagonista de El hombre equivocado se sinceraba sobre cómo había sido su estancia en Budapest. "Todavía me estoy recuperando de un par de lesiones leves y de la fatiga acumulada durante este período", desvelaba en marzo, reconociendo además que había estado "estresado de muchas maneras".
El actor compartía entonces unas imágenes tomadas en Hallstatt del "último y único fin de semana en el que pude descansar mi cabeza y encontrar algo de paz con gente preciosa antes de volar de vuelta a Roma…", con estas palabras finalizaba un comunicado, del que se desprendía el cansancio físico y mental que Can Yaman había acumulado tras su paso por la serie.
No era la primera vez que el intérprete de İnadına Aşk se desnudaba sentimentalmente sobre cómo había vivido esta experiencia. El pasado mes de enero sorprendía con las confesiones que hacía en el programa de la televisión italiana C’è posta per te (Tengo una carta para ti) en las que afirmaba que "en este período de mi vida en Budapest me siento solo, nunca antes me había pasado… y desearía tener a mi lado a una mujer fuerte", se sinceraba entonces.
Unas afirmaciones que impactaron a sus seguidores porque, tras romper con la periodista italiana Diletta Leotta, quien ahora comparte su vida con Loris Karius, exportero del Liverpool, con quien espera su primer hijo, no se le ha conocido ninguna pareja, al parecer el atractivo actor turco no ha tenido suerte en el amor y su corazón sigue libre.
Viento en popa en el terreno profesional
El 3 de julio Can Yaman volverá a instalarse en Palermo para rodar los exteriores de la segunda temporada de la serie Viola come il mare, junto a Francesca Chillemi, como ya hicieron en la primera entrega. Más tarde, se trasladarán a los estudios Videa, en Formello, a las afueras de Roma, para grabar las escenas en interiores. Siguen las buenas noticias para el actor y sus fans ya que no es el único proyecto que el artista tiene a la vista: tras muchos meses de retraso, estaba prevista que comenzara a grabarse en 2022, Sandokán encenderá el piloto rojo en 2024.