Cada vez es mayor la oferta de series que tenemos a nuestra disposición y cada vez resulta más complicado elegir una entre tantas posibilidades. Parece ser que Netflix ha vuelto a dar en el clavo para presentarnos una nueva ficción que nos tiene pegados a la pantalla desde el primer momento. Se trata de El silencio, un thriller psicológico que, desde su lanzamiento el pasado 19 de mayo, se ha convertido en uno de los mejores estrenos españoles de la plataforna digital y en la serie más vista en nuestro país.
El silencio es una serie que cuenta con todos los ingredientes para triunfar. Uno de los atractivos principales viene de la mano de su protagonista, Arón Piper, al que su papel como Ander en Élite lo lanzó a la fama a nivel internacional. Pero no es el único representante del Colegio Las Encinas que aparece en esta producción ya que también forma parte del elenco Manu Ríos, quien daba vida a Patrick en la famosa serie de la N roja. Junto a ellos completan el reparto Almudena Amor, Aitor Luna, Ramiro Blas o Aria Bedmar, entre otros.
La ficción cuenta con un impactante arranque capaz de enganchar al espectador de inmediato a la historia, las preguntas que plantea son lo suficientemente potentes como para que no quieras levantarte del sillón hasta descubrir todos y cada uno de los interrogantes que arroja la trama.
El argumento es tan atroz como atrayente, su creador Aitor Gabilondo, responsable de series como Entrevías, Patria o Vivir sin permiso, explora en los crímenes cometidos por menores y en la obsesión y el control que las pantallas ejercen sobre nosotros, narrando la historia de Sergio Ciscar (Arón Piper), un joven que es encerrado en un centro de internamiento tras ser acusado de matar a sus padres cuando aún era menor de edad.
Seis años después es puesto en libertad por buena conducta. A pesar de la condena hay muchas preguntas que aún no tienen respuesta sobre lo que pasó aquella noche en la que Sergio y su hermana adoptiva Noa se quedaron huérfanos. Durante todo este tiempo, el joven no ha dicho ni una sola palabra ni ha colaborado con la justicia, por lo que siguen siendo un misterio tanto las motivaciones del crimen como sus actuales intenciones.
Ana Dussuel (Almudena Amor), una joven psiquiatra, y su equipo serán los encargados de evaluar si resulta un peligro potencial para la sociedad. Para averiguarlo, montan un operativo para observarlo en secreto día y noche, como si de un animal se tratara para ver cómo se comporta y cuáles son sus reacciones. Así tratarán de determinar si puede reinsentarse con normalidad o si es susceptible de volver a cometer un asesinato... si es que realmente fue Sergio quien lo hizo.
Si eres de los que ya has devorado la serie te descubrimos un detalle que, tal vez, te haya llamado la atención. Si aún no la has visto, no te preocupes que no te vamos a hacer spoiler ya que es algo que no explican en la ficción. ¿Quieres saber qué significa el tatuaje que el protagonista lleva en su rostro? ¡Te lo contamos!
El dibujo que Sergio lleva en la mejilla es la constelación de Cáncer y lo lleva como homenaje a su hermana Noa ya que es el signo del zodiaco de la chica. Es su modo de reflejar el fuerte vínculo que les une y el profundo amor que siente hacia la única persona que es capaz de sacar su parte más humana.
Otros de los atractivos que ofrece El silencio son sus localizaciones. La serie ha sido grabada en Bilbao, sus calles y algunos edificios emblemáticos de la ciudad se han convertido en el plató perfecto para dar vida a la historia dotándola de una atmósfera muy especial. Por ejemplo, la residencia de la familia Ciscar está ubicada en la Casa Aburto que, actualmente, es la Sede del Colegio de la Abogacía de Bizkaia, es obra del arquitecto Enrique Espalza y está protegido como Bien de Interés Cultural.
La historia también se desarrolla en el paseo de los Caños, el puente colgante o la calle Nicolás Alcorta, donde se desarrolla una trama importante ya que ahí vive Marta (Cristina Kovani), la joven que conoció a Sergio cuando estaba en prisión y que al salir sigue en contacto con él, situación que aprovecha la psiquiatra para obtener información del protagonista y conocerle más; también han rodado en la playa Flysh y en La Salvaje de Sopelana, preciosos entornos naturales donde el protagonista guarda recuerdos felices junto a su familia y que se convierten en elementos importantes dentro de la ficción.