Con cuarenta años, llegó al mundo de las flores para quedarse y su nombre está dando mucho que hablar desde entonces. Leticia, hija del inolvidable Félix Rodríguez de la Fuente, se convirtió en una de las floristas más reputadas de nuestro país gracias a sus creaciones , llenas de color, buen gusto y elegancia.
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Estudió en Reino Unido y comenzó su andadura profesional en el mundo del arte, trabajando en la galería Elba Benítez y en la revista Art Forum. Su pasión por las flores la llevó a abrir una floristería en el mercado de Antón Martín. Pocos años después, y tras múltiples viajes a Inglaterra para estudiar con floristas como Paula Pryke y The Garden Gate Company y floricultoras como Rachel Siegfried, de Green and Gourgeous, empezó a cultivar sus propias flores en un terreno alquilado en la zona de Perales.
Al poco tiempo decidió comprar su propia tierra y descubrió una joya en la vega del río Ungria, muy cerca de Brihuega (Guadalajara). Ahí empezó su nueva andadura como jardinera y floricultora, de la que habla en Tocar Tierra (Espasa), un relato a medio camino entre la reflexión personal de una mujer que ha creado algo único en España y los consejos prácticos para aprender a cultivar, hacer ramos o centros de flores, conocer las ventajas de cada tipo de flor y aprender a distinguirlas en todos sus detalles.
-Leticia, acabas de publicar tu primer libro, ¿te ha supuesto mucho vértigo meterte en el espeso bosque de las letras?
-Soy una lectora empedernida y le tengo mucho respeto a ese espeso bosque de las letras. Por eso no estuve segura de publicarlo hasta que pude comprobar que había producido algo digno.
-¿Cómo y cuándo surgió la idea?
-Este libro llevaba años escribiéndose y es ahora cuando ha encontrado su momento.
-¿Qué nos vamos a encontrar y cómo debemos afrontar la lectura de este libro?
-La historia de mi granja de flores y jardín naturalista en paralelo a mi historia personal. De cómo se cultiva un jardín que acaba cultivando a su jardinera.
-¿Qué mensaje te gustaría hacer llegar como floristera y jardinera en estos tiempos?
-El jardín, con todo lo que conlleva, es una fuente inagotable de creatividad, porque está vivo y en constante evolución. Para las personas creativas y malas gestoras, como es mi caso, la jardinería es el complemento perfecto para nuestras vidas. Es un reto creativo que nunca se acaba, nos obliga a poner el foco y nos mantiene en contacto con la naturaleza. ¡La mejor terapia!
-Estudiaste en el Reino Unido y comenzaste tu andadura profesional en el mundo del arte, ¿en qué momento descubriste que querías convertir tu pasión por las flores y la jardinería en tu profesión?
-Muchos años más tarde. Creo que en torno a los 40 años. Tuve que visitar muchos ‘jardines’ antes de encontrar el propio.
-¿Hace falta ser muy perfeccionista para ser un buen florista?
-Hay que olvidarse del ‘otro’ y dejarse llevar por el lenguaje de las flores y ramas.
-¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
-Que me apasiona.
-¿Y qué significado tienen para ti las flores y las plantas? ¿De qué forma llenan tu vida?
-Si os leéis el libro, hay un capítulo entero dedicado a esta pregunta. ¡Sería una pena haceros un spoiler! Solo te adelanto que, ahora, ya no podría vivir sin ellas.
-¿Te enseñan cosas, aprendes de ellas?
-Aprendo de mí. Las flores y plantas son testigos incorruptibles que nos colocan ante nosotros mismos sin piedad.
-¿Qué sientes cuando se te muere una planta, una flor?
-Pues depende del contexto, porque la muerte forma parte de la vida.
-¿Cuáles son tus favoritas?
-Las dalias y las peonías son mi especialidad, pero cada vez me gustan más las flores sin pétalos como las sanguisorbas y las persicarias. Son mucho más expresivas.
-Se dice que “quien no siembra un jardín en su interior, tampoco lo siembra fuera”. Si tu jardín interior saliera a la superficie, ¿qué contemplaríamos?
-¡Depende del día! Ja, ja ja.
-¿Cómo te definirías como persona?
-Soy verso libre, como siempre me ha dicho mi tía Mercedes, la hermana de mi padre.
¿Y cómo es tu día a día?
-Trabajo, trabajo y más trabajo, aderezado con buenos amigos y altas dosis de cultura…. y un vinazo.
-Tu padre fue una figura que despertó la conciencia medioambiental en millones de personas, ¿eres quien más se parecía a él?
-No lo creo. Las tres tenemos algo de él en nosotras
-¿Qué recuerdo tienes tú de él como padre?
-Sus abrazos, su voz, su firmeza, su olor.
-¿Cómo definirías en una frase la labor que él hizo con su manera de divulgar el amor a la naturaleza?
-La de educar a toda una nación.
-¿Hoy su mensaje seguría estando vigente?
-Absolutamente. Más que nunca.
-¿Y qué crees que pensaría de tu labor?
-Está encantado.