“Con la vida que he tenido de viajes y de competición siempre ha sido difícil encontrar a una persona con quién compartir la vida, porque la nuestra es un tanto particular y como que le damos poca importancia a esta parte, pero estoy muy contenta de compartir con vosotros este momento porque es muy bonito y porque no solo hay que celebrar siempre los trofeos sino también este lado más humano de los deportistas”, nos dice Garbiñe Muguruza, en una nueva etapa tras anunciar un descanso en la competición. La tenista nos anuncia en exclusiva que se casa con Arthur Borges, el hombre que se cruzó en su camino cuando menos lo esperaba y nos cuenta por primera vez como comenzó su romántica historia de amor en agosto de 2021.
“Estaba en Nueva York compitiendo en el Abierto de Estados Unidos, un torneo muy importante, un Grand Slam y uno está centrado. Mi hotel estba cerca de Central Park y aburrida en la habitación pensé en ir a dar un paseo por el parque. Salgo y en una de esas calles me lo cruzo caminando y de repente él se gira y me dice: “Buena suerte en el US Open”. Me quedé pensando “¡qué chico tan guapo! -ríe-. “A él le gusta el tenis, cuando me vio me reconoció y me deseó suerte, pero fue muy tímido. Y yo al verlo fue como “guau, hola ¿quién eres?” y empezamos a hablar. Y sí, surgió un flechazo. Pero como dices yo no sabía nada de él y me gustó mucho que fuera de otro mundo, pertenece al mundo de la moda y el lujo. No forma parte del tenis y para mí fue algo importante, que no todo sea tenis en mi vida ” asegura la campeona de Roland Garros y de Wimbledon.
A partir de ahí conectaron e hicieron de Central Park su punto de encuentro. En la pista Garbiñe sacaba todo su potencial y fiereza, y fuera de ella, entre tranquilos paseos y charlas, encontraba su lado más coqueto y romántico. Fue como quien dice un coup de foudre en toda regla. Sí “realmente un flechazo a primera vista, porque desde el primer momento tuvimos una atracción, fue algo totalmente inesperado, que surgió así encontrándomelo por la calle -vuelve a reír- y muy bonito”.
El prometido de Garbiñe es mitad español y mitad finlandés, nacido en las islas Canarias, y se dedica al mundo de la moda y el lujo. Cuando ambos se cruzaron por las calles de Manhattan, él trabajaba allí para Tom Ford dirigiendo una de las divisiones de la firma. “Fue muy valiente, dejó todo lo que tenía en Nueva York y se vino conmigo a viajar y a apoyarme en mi carrera, y aluciné un poco porque no todo el mundo tiene ese valor para apostar en el amor así tan rápido. Él fue “me voy contigo porque siento que es lo que tengo que hacer”. Y se mudó conmigo a Ginebra”.
Ahora la pareja plena su boda para el verano de 2024. Ese es su deseo, casarse en España y cerca de la playa, aunque todavía no se han puesto con los preparativos. “Me gustaría un vestido que acentuase mi figura, eso seguro, que si hay algo bueno de ser deportista es tener un cuerpo atlético, así que tengo que mostrar un poco mis curvas. Pero no muy sexy, que sea elegante y cómodo para bailar, porque no quiero estar sintiéndome como que no me puedo mover”, nos comenta riendo. Y formar una familia entra en sus planes pero “la decisión es un poco complicada porque mi sensación es que el día que lo decida será el día que no me vea jugando más. Me impresiona la dificultad que es tener hijos y competir, yo no se si sería capaz, también porque el cuerpo cambia mucho. Quiero pensar que el día que decida tener familia será un nuevo capítulo en mi vida, pero sí, me encantaría”.